La Liga Agrícola Industrial de la Caña (Laica) acordó cambios en la comercialización en el mercado local ante la Comisión para Promover la Competencia (Coprocom), después de una denuncia de la compañía La Maquila Lama por supuestas prácticas monopolísticas.
La disputa con los importadores se mantiene por el desacuerdo en torno a la solicitud presentada por Laica ante el Gobierno de implementar una salvaguardia a la compra de azúcar del exterior.
En el caso de la denuncia ante la Coprocom hay una resolución donde Laica asumió varios compromisos en la compercialización de azúcar, los que debe hacer públicos, pero en la misma no aceptó ni se concluye que incurrió en las prácticas de las que se le acusa.
“Tampoco hubo sanción económica”, aclaró Ana Victoria Velázquez, directora de órgano técnico del Coprocom.
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La funcionaria explicó que dentro del proceso, en la fase del procedimiento administrativo, hay un instrumento que se llama terminación anticipada, en el cual las partes pueden ponerse de acuerdo con una serie de compromisos.
La funcionaria reiteró que en la resolución a la que se llega no se concluye –de parte de Coprocom– si se incurrió en las prácticas anticompetitivas ni Laica lo admite, pero sí la obliga a cumplir en un plazo definido los compromisos acordados.
“En el proceso Laica propuso cambios en su operación de comercialización y tiene que darle publicidad”, dijo Velázquez.
El caso
La Maquila Lama había presentado agosto del 2016 una denuncia contra Laica ante Coprocom.
La denuncia era porque supuestamente Laica presionaba a comercios del país para que retiraran de sus góndolas el azúcar Mr. Máximo, el cual es distribuido por esa compañía.
Además de supuestos contratos de exclusividad, aparentemente ofrecía descuentos y algunos beneficios adicionales, todo lo cual se considera una práctica anticompetitiva.
Para la compañía denunciante la resolución es un hecho aleccionador y deja claro que se debe mantener la sana competencia.
“Quisimos sentar un precedente de que las grandes empresas también tienen que respetar las prácticas de competencia”, reiteró Juan Carlos Sandoval, gerente general de La Maquila Lama.
Según la empresa, Laica será auditada durante cinco años a fin de verificar el cumplimiento de los compromisos que incluyen que no podrá interponer posiciones arbitrarias o violatorias como cuotas de compra o exclusión de competidores, en detrimento de los clientes.
Deberá, además, publicar todo lo concerniente a los compromisos adquiridos.
La Maquila Lama recordó que su decisión de interponer la denuncia luego que recibió comunicados por parte de comercios donde señalaban que representantes de ventas de Laica se acercaron para ofrecerles “condiciones arbitrarias”.
Entre ellas, el otorgamiento de crédito y transporte del producto hasta sus puntos de venta, con la condición de dejar de vender azúcar Mr. Máximo en sus locales.
Para el cumplimiento de los compromisos Laica debe modificar los contratos vigentes que contengan cláusulas donde ofrece beneficios, precios o condiciones cuestionadas.
Velázquez, de Coprocom, indicó que en caso de incumplir los compromisos ofrecidos, la empresa se arriesga a la imposición de una sanción económica.
Terminación anticipada |
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Compromisos que fueron acogidos por Coprocom: |
Laica no ofrecerá ni otorgará beneficios comerciales o similares a sus clientes a cambio de retirar o no comercializar productos de sus competidores. |
Laica no establecerá diferentes precios o condiciones de compra a sus clientes como resultado de que vendan o comercialicen productos de sus competidores. |
Laica no negará injustificadamente la venta de sus productos a clientes que vendan o comercialicen productos de las empresas competidoras. |
Laica no impondrá condiciones no reconocidas en las costumbres comerciales bajo amenaza de ruptura de relaciones comerciales. |
Laica no mantendrá ni firmará con sus clientes contratos que impidan que éstos vendan productos de empresas competidores. |
Laica suprimirá y no acordará obligaciones de adquirir volúmenes de compra o cantidades excesivas que impidan indirectamente a los clientes elegir con libertad los productos que desean adquirir. |
Fuente: Coprocom |
Salvaguardia pendiente
La empresa La Maquila Lama también se opone a que se aplique una salvaguardia contra la importación de azúcar como lo pidió Laica al Gobierno.
“Confiamos en que la Ministra de Economía tomará una decisión basada en criterios técnicos y no a presiones políticas que van en detrimento de los consumidores”, recalcó Sandoval.
Según la empresa, la importación de azúcar en Costa Rica debe cumplir con un arancel de 45%, más un impuesto de 1% y 3,67% por una medida antidumping adoptado en el 2017.
Todo eso hace de Costa Rica, insiste la empresa, el segundo país en Centroamérica con la carga impositiva a la importación de azúcar más alta en la región.
Agregó que las importaciones anuales apenas alcanzan 11.000 toneladas, las cuales representan tan solo un 5,6% del consumo nacional.
Laica –que no se ha pronunciado sobre la resolución de Coprocom– había solicitado al gobierno aplicar la salvaguardia de azúcar, “como instrumento legítimo de defensa comercial, que otras naciones sí utilizan, en resguardo de la producción local”.
La entidad sostiene que desde que comenzó a importarse azúcar, especialmente de Brasil y más recientemente de Canadá (aunque también se trata de azúcar brasileño), unos 2.638 productores han abandonado el cultivo de la caña de azúcar.
Tal situación representaría una pérdida de empleo directo de 7.157 trabajadores, a lo que debe sumarse empleos indirectos en transporte, suministro de insumos agropecuarios y otros sectores comerciales relacionados.
Según Laica, las importaciones comenzaron en noviembre de 2014, cuando existían 9.611 productores inscritos (promedio de las tres zafras anteriores).
Las importaciones pasaron de 36.821 bultos de azúcar a 218.197 en la zafra 2017-2018.
Laica indicó que a marzo de 2020 se había importado 873.122 bultos de 50 kg., lo que equivale a sustituir 5.385 hectáreas de caña del país.
La entidad reitera que el azúcar que ingresa desplaza la producción nacional, provocando que deba destinarse al mercado mundial, como azúcar crudo y no apto para consumo humano a precios ruinosos, muy por debajo de sus costos de producción.
Esos precios habrían caído dramáticamente, a partir de la crisis por el COVID-19.
Laica insistió que la pérdida económica para el sector supera los $24 millones, en estimaciones que calificó como “conservadoras”.