Rusia se acerca a un “default” general tras no haber podido devolver una deuda en dólares esta semana, lo que llevó a la calificadora de riesgo S&P a declarar este sábado 9 de abril que el país está en una situación de “impago selectivo”.
A continuación lo que se sabe de la deuda rusa.
Cuando un Estado o una empresa contrae una deuda en divisas extranjeras o paga los intereses, esta suma es transferida por un banco nacional a uno extranjero.
Este último debe verificar si es posible hacer el pago y después las sumas son transferidas a los acreedores.
¿Por qué tanta prudencia? En noviembre de 2018, el banco francés Société Générale fue multado con $1.340 millones por las autoridades estadounidenses por haber eludido embargos decretados por Washington.
En 2014, el banco BNP Paribas reconoció haber violado las sanciones estadounidenses contra Cuba, Irán y Sudán y pagó $8.900 millones para evitar un juicio en Estados Unidos.
Un país es considerado en moratoria de pagos cuando se revela incapaz de honrar sus compromisos financieros con sus acreedores, que pueden ser Estados, instituciones financieras (como el FMI o el Banco Mundial) o inversionistas.
El impago es considerado parcial cuando un Estado sólo reembolsa una parte de sus obligaciones.
El gobierno puede declararse en mora y anunciar que deja de pagar a sus acreedores, como hizo Rusia en 1998 con su deuda interior.
El anuncio también puede venir de una agencia calificadora cuando se vence el periodo de gracia.
También pueden ser un acreedor privado o la agencia estadounidense ISDA, que rige los seguros CDS contra el impago, quienes declaren el “default”.
Durante varias semanas, Rusia descartó la posibilidad de una moratoria, ya que el Tesoro de Estados Unidos permitió el uso de las divisas depositadas por Moscú en el extranjero para afrontar sus pagos.
En marzo Rusia reembolsó los intereses, mostrando su voluntad de pagar.
Pero Estados Unidos anunció el lunes 4 de abril que prohibió que Rusia pagara su deuda con dólares depositados en el sistema estadounidense. Por consecuencia el banco JPMorgan, que servía de intermediario para efectuar el pago, bloqueó la transacción.
Entonces, el ministerio de Finanzas de Rusia anunció el miércoles que pagó con rublos el equivalente a $650 millones que vencían el 4 de abril.
Esto determinó que la agencia de calificación financiera S&P Global Ratings recortara el sábado la nota de Rusia en moneda extranjera a "impago selectivo".
Esta calificación es el escalón anterior al más bajo escalafón que es el "D" que implica una moratoria general.
Esto significa que S&P considera que Rusia todavía puede pagar futuros plazos a tiempo.
"El Estado ruso, como numerosas empresas rusas, fueron empujadas a un 'default' técnico, un hecho sin precedentes", explicó a la AFP Slim Souissi, especialista en banca y en impagos de deudas soberanas.
"El reembolso debe hacerse en condiciones que sean igualmente favorables a lo que se acordó en un principio", entonces, en la medida que el reembolso fue en rublos, cuando el contrato estipulaba que fuera en dólares, esto puede ser considerado como un impago, indicó.
Las otras grandes calificadoras de riesgo Fitch y Moody's dejaron de analizar la deuda rusa y la de las empresas rusas en el marco de las sanciones decretadas contra Moscú.
La agencia S&P Global Ratings, que tenía previsto dejar de emitir calificaciones para Rusia tras el 15 de abril, dio su último dictamen este sábado.
"Teóricamente", los acreedores pueden "intentar realizar una acción ante la justicia contra el Estado ruso para recibir sus pagos", insistió Souissi.
Rusia también puede poner en entredicho el “default” y llevarlo ante los tribunales afirmando que no pudo pagar por las sanciones en su contra.