Una menor recaudación a la proyectada por concepto de peajes es la razón por la que el Fideicomiso Ruta Uno decidió aplazar la ejecución de las obras impostergables (OBIS) correspondientes al lote 5.
Este lote incluye cuatro obras: los intercambios del aeropuerto Juan Santamaría y de Intel, una rotonda a la altura de Firestone y la ampliación de una troncal. La inversión total se estima en $44 millones, cuyo financiamiento estaba basado por completo en los peajes.
En la última rendición de cuentas realizada el 3 de setiembre, los representantes del proyecto omitieron el lote 5 de la exposición. No obstante, en la actividad previa efectuada en mayo, la directora del Fideicomiso, Hadda Muñoz, expuso que la inclusión de dicho lote estaba sujeta a la recaudación de peajes, aunque las obras tenían fecha de inicio prevista para agosto de este año.
“La pandemia ha generado una afectación muy importante en los ingresos. Las proyecciones de ingresos están basadas en las proyecciones de tránsito. Las primeras proyecciones se hicieron a mediados del año pasado para sustentar la estructuración tarifaria de noviembre del 2020”, explicó Mauricio González, gestor de Ingeniería del Fideicomiso.
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Para esas proyecciones se usaron datos de los meses de marzo a junio del 2020. En ese momento, se preveía que la recuperación del flujo de tránsito por la ruta 1 sucedería más pronto; sin embargo, la situación sanitaria y las restricciones por la pandemia han truncado esa recuperación.
González mencionó que en el 2021 la recaudación por peajes ha tenido un comportamiento fluctuante. En el segundo trimestre hubo un decrecimiento y “hasta hace un par de meses” presenta una mejoría.
Según los datos disponibles publicados por el Fideicomiso, este año el pico de recaudación se tuvo en marzo con casi ¢503 millones. Le siguieron dos meses de decrecimiento y en junio el recaudo repuntó levemente.
“El promedio mensual de tiquetes de peaje cobrados disminuyó un 25% entre la situación prepandemia y la actual, algo que se sostiene incluso después de implementada la nueva estructura tarifaria”, indicaron los encargados del proyecto.
La solución que propone el Fideicomiso es incorporar las obras del lote 5 al crédito que se usará para la ampliación integral de la carretera desde San José hasta San Ramón, por lo que los fondos provendrían de ese préstamo y no de peajes.
La etapa de ampliación empezará una vez se concluyan los restantes cuatro lotes de OBIS y se finiquiten pendientes como la viabilidad ambiental, la estructuración financiera final del proyecto integral, se avance con las expropiaciones, entre otros aspectos.
La orden de inicio al contrato de diseño y construcción de la ampliación, y por ende del lote 5, podría darse hacia el tercer trimestre del año 2023.
Además, el Fideicomiso realizó un replanteamiento de los ingresos proyectados a futuro.
“Los escenarios de ingresos los hemos ajustado. En nuestro escenario optimista la recuperación empezaría en noviembre y en el pesimista, hacia junio próximo”, comentó el gestor.
Para ello se basan en datos del Ministerio de Salud y otras instituciones con el fin de prever cuándo habría un nivel alto de vacunación contra el COVID-19 en el país, lo cual, según se espera, repercuta en aumentar el tránsito por la ruta 1.
El Fideicomiso también trabaja en la colocación de los equipos necesarios para el pago electrónico del peaje, método que empezaría a funcionar en noviembre. Con ello se espera optimizar la recaudación y evitar pérdidas por conductores que se saltan el cobro.