El fluido eléctrico es uno de los servicios fundamentales para la productividad de negocios así como para la vida cotidiana en los hogares, incluyendo el teletrabajo.
La calidad de este servicio está influenciada por factores como la geografía, el clima o la gestión de la empresa distribuidora a cargo de la electricidad en su área de cobertura específica. Es por esto que la estabilidad del fluido varía de un cantón a otro.
El Índice de Competitividad Nacional (ICN) 2022, realizado por el Consejo de Promoción de la Competitividad (CPC), midió dos indicadores sobre el servicio eléctrico para conocer cuál es la situación en cada uno de los 82 cantones, con base en datos de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep).
Los recién creados cantones de Monteverde y Puerto Jiménez todavía están ausentes de la medición de forma independiente.
Estos dos indicadores son la cantidad de veces en promedio que un usuario del cantón tiene una interrupción y la duración promedio anual de estas interrupciones.
Sin interrupciones
El primer indicador mide, en términos sencillos, qué tanto se va la luz en un cantón, cuántas veces al año.
De acuerdo a los datos del índice, solo un cantón del país tuvo un fluido eléctrico sin interrupciones significativas durante el año de registro. Este fue Oreamuno, en la provincia de Cartago.
Luego de ese municipio cartaginés, Zarcero es el cantón con menos cantidad de interrupciones, con un promedio de 2,8 veces por abonado.
El tercer lugar está también en Cartago, pues los usuarios de Paraíso presentan en promedio 3,9 cortes del servicio eléctrico.
En general, entre los primeros lugares destacan cantones de Cartago y de Alajuela.
Por el contrario, en Talamanca es donde se registran más interrupciones, con un promedio de 25 al año; es decir, dos al mes de media.
Después de ese sitio, sigue un cantón vecino de la Gran Área Metropolitana (GAM). Mora registró 21,4 cortes de luz durante ese año.
A nivel general, la provincia de Cartago y la región del Pacífico Central presentan menos interrupciones; mientras tanto, los cantones fronterizos, los costeros y la provincia de Limón son las zonas con el fluido más inestable.
“Logramos ubicar espacialmente que los cantones donde la calidad de la electricidad es más baja son los cantones donde, además, el costo de la electricidad es más alto, entonces tienen esa doble penalización”, explicó el investigador Andrés Fernández.
Horas sin conexión
El segundo indicador medido por el ICN tiene que ver con el tiempo promedio anual que duran esas interrupciones. Es decir, de todas esas ocasiones que se va la luz, medido en el primer indicador, cuánto duran al año.
Un cantón, por ejemplo, puede tener menos cortes al año pero suman más minutos que otro con más suspensiones.
En este caso, Oreamuno, al no registrar cortes, tampoco suma minutos de tiempo sin servicio eléctrico.
El siguiente lugar es para Zarcero. En este cantón alajuelense, cada usuario estuvo, en promedio, 1,2 horas desconectado en el periodo de estudio.
Tibás es el tercer cantón en el que los abonados pasan menos horas al año sin fluido eléctrico, con un promedio de 3,5 horas.
En el otro extremo, de nuevo, los talamanqueños son los que pasan más horas sin servicio eléctrico. En ese cantón, cada usuario vive 43 horas a oscuras al año, lo que equivale a casi dos días completos.
Los otros dos cantones con interrupciones más prolongadas están en la Zona Sur: Golfito, con 39 horas, y Osa, con casi 34.
En este indicador, los datos regionales y provinciales se mantienen similares al anterior. Heredia y Cartago tienen cortes de menos horas y esto se repite en la región Central en general.
Mientras tanto, la región Huetar Caribe (que equivale a la provincia de Limón) y la región Brunca, así como los cantones fronterizos y costeros, pasan sin fluido por más tiempo.