Festejar una boda requiere de una inversión similar al pago de la prima de un vehículo último modelo. Por ejemplo, el monto por un Nissan Versa 2023 está en $4.380, mientras que una boda a la hora de almuerzo con 80 invitados arranca en ¢3.042.000 ( $4.774 al tipo de cambio del 15 de septiembre, 2022).
Decidir cada uno de los detalles que tendrá la boda es una tarea de meses que pone a la pareja a considerar un aspecto muy importante: cuánto pueden gastar. La respuesta empieza por cuántas personas quieren invitar.
“Cuando es desayuno el precio puede bajar a $75 por persona (normalmente el precio es de $90 por persona); si es almuerzo o cena se mantienen los precios. Lo que puede elevar el monto es la duración de la boda porque nuestros eventos están pensados para cinco horas, pero hay clientes que contratan siete u ocho horas. Esto hace que el costo de saloneros y otros servicios aumenten”, puntualizó Iván Sosa, gerente general de Campo Lago.
Si los novios prefieren una celebración más grande con 300 invitados, la cifra llega a $35.300 y hasta más. Con ese monto, el futuro matrimonio podría comprar el Nissan Versa 2023 y obtener de cambio $13.400.
Para llevar a cabo una boda hay tres opciones: por medio de una productora de este tipo de eventos, wedding planner (asesora de bodas) u organizarlo sin la ayuda de las primeras dos. Esta última alternativa es menos costosa para la pareja porque un festejo con 50 invitados ronda los ¢400.000 e incluye catering service, salón, mantelería y el servicio de saloneros; no obstante, deberán cotizar con algún proveedor la música porque no cuentan con DJ, o bien pueden conectar un parlante enlazado al playlist favorito.
“El lugar es pequeño, pero acogedor. La capacidad está entre 25 personas y 70, máximo”, comentó Francisco Campos, propietario de la cafetería y restaurante Café, sitio donde el monto por invitado es de ¢8.000 y cubre el precio del salón, sillas, mesas, manteles, saloneros y el menú que consta de bocadillos, plato principal, postre y cóctel de bienvenida.
Las bodas pequeñas fueron el tamaño ideal durante el inicio de la pandemia debido a la capacidad reducida que tenían los locales. Ahora, las celebraciones medianas y grandes volvieron a ser una realidad para quienes prefieren, y pueden pagar, un evento de esas magnitudes.
Variedad de bodas
Lo ideal es que la pareja planee con un año o dos de anticipación todos los detalles de la boda. Durante ese tiempo pueden cotizar entre varias opciones y comparar qué estilo de organización se adapta más al presupuesto disponible: actividad en salón pequeño, contratar una empresa que produce este tipo de eventos o los servicios de un wedding planner.
“Nuestros precios arrancan en $90 más impuestos, por persona, en el uso de las instalaciones, mobiliario base, mantelería de lujo, descorche, servicio de saloneros y alimentación tipo buffet y dos bocas por persona. Para reservar una fecha, se realiza un pago no reembolsable por $2.500 que serán abonados a la factura final”, explicó Iván Sosa, gerente general de Campo Lago.
El lugar que coordina Sosa, ubicado en San Ana, consideran una boda como pequeña al tener entre 40 y 80 personas, la mediana entre 100 y 150; el tamaño grande lo tienen establecido entre 200 y 300 invitados.
En caso de que los clientes contraten el servicio de licores el precio estándar es de $25 por persona. El costo del DJ arranca desde los $800 por evento, mientras que el sonido, iluminación y decoración debe contratarse por aparte.
“En cuanto al servicio de alimentos y bebidas, actualmente se prefieren estaciones con preparación en vivo, porciones individuales con atención al detalle de la presentación y bares de bebidas especializadas”, indicó Sarinés Oliva, directora de mercadeo y ventas de Costa Rica Marriott Hacienda Belén.
Un lugar que se dedica exclusivamente a producir bodas es Green Venue, ubicado en Santa Ana. Ahí ofrecen paquetes de 50 invitados desde ¢5.670.000 que incluye, además de la locación, música, mobiliario, alimentación, maestra de ceremonias, mesa de dulces, fotógrafo, decoración, entre otros servicios.
“La diferencia es que, por ejemplo, en la noche ofrecemos cierto tipo de espectáculos que son juego de pólvora o tambores neón; las bodas en la noche generalmente son más caras porque requieren iluminación especial, los servicios de licor y la cena que encarecen más el precio. Los paquetes que uno maneja de ¢5 millones, con 50 personas para la noche, puede convertirse en un paquete de ¢3 millones en la mañana haciendo un desayuno sencillo”, aseguró Susan Solís, wedding planner de Green Venue.
Solís, quien también trabaja como asesora de bodas independiente, añadió que Cartago es una locación más económica que las demás provincias. Además, mencionó que los servicios de asesoría se cotizan entre los $1.500 y $8.000, pero tiene que sumarse el precio que establece cada uno de los proveedores.
Otro sitio que maneja paquetes es Soy la Novia, que realiza las actividades exclusivamente en Pedregal. Los montos varían según el tamaño y la hora, pero cualquier opción incluye como base: lugar, alimentación, decoración, mobiliario, música y recuerdo comestible.
“Tenemos paquetes muy completos en el que solamente faltarían los anillos, las invitaciones y vestimenta”, manifestó Crystal Aguillar, propietaria de Soy la Novia. La cifra que corresponde a la descripción que dio Aguilar es de ¢4.890.000 para 50 personas un sábado en la tarde o noche; el domingo, a la misma hora es de ¢3.998.000, ambos con fotógrafo.
El evento más sencillo bajo la dirección de Aguilar en hora de almuerzo para 50 personas es de ¢2.490.000 sábado y ¢2.340.000 domingo. Un saxofonista, DJ y una copa de sangría por invitado es parte de lo que cubre el monto.
El presupuesto que haga la pareja para celebrar el matrimonio no puede dejar por fuera la vestimenta.
Según información suministrada por Moussel Boutique, los vestidos en venta van desde los ¢150.000 hasta los ¢500.000. El alquiler está entre ¢150.000 y ¢250.000, junto a un depósito de garantía entre los ¢75.000 y ¢100.000.
En cuanto a caballeros, la venta del traje está entre los ¢200.000 y ¢225.000. El alquiler desde ¢85.000 con un depósito de garantía de ¢50.000.
En caso de que los clientes elijan una boda grande por la noche, más la compra de la ropa de la pareja de menor costo, hacen una inversión final que podría ascender a los ¢22.840.000 porque debe incluirse el valor de los anillos y el notario público.