El presidente panameño, Laurentino Cortizo, manifestó este miércoles 23 de agosto que las restricciones de tránsito que sufre el Canal de Panamá por la escasez de agua son habituales, pese al aumento considerable de embarcaciones que permanecen a la espera para cruzar la ruta.
"Nosotros tenemos en Panamá una restricción como la hemos tenido en otras ocasiones, pero no es que el Canal de Panamá está cerrado, eso no es cierto", dijo Cortizo a periodistas.
"Además, aprovecho las cámaras para anunciar que con estas lluvias que hemos estado teniendo los niveles de los lagos han estado subiendo poco a poco", agregó el mandatario.
Cortizo también desmintió al presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien afirmó el lunes que el Canal estaba cerrado por falta de agua.
"Al presidente Petro, obviamente, su equipo no le dio la información, no le corroboró esa información que, obviamente, es falsa", dijo Cortizo.
El Canal de Panamá enfrenta una crisis por la escasez de agua, lo que ha obligado a las autoridades a restringir el número de tránsitos diarios por esta ruta, por la que pasa el 6% del comercio marítimo mundial, principalmente de Estados Unidos y China, sus principales usuarios.
Según la Autoridad del canal de Panamá (ACP), de 40 buques en promedio que cruzaban cada día en 2022, ahora pasan 32.
La restricción también ha provocado un aumento considerable del número de embarcaciones que esperan, tanto a la entrada por el Océano Pacífico como por el Mar Caribe, para acceder a esta vía marítima, de 80 kilómetros.
Según la ACP, normalmente permanecen unos 90 buques a la espera, pero esta cifra se ha incrementado a 119 embarcaciones este miércoles, aunque el número de barcos llegó a superar incluso los 130 en días pasados.
El Canal, que utiliza unos 200 millones de litros de agua dulce por cada embarcación que cruza sus aguas, se ha visto obligado a reducir el número diario de tránsitos.
Esta reducción se produce porque los lagos que aportan el agua que necesita el Canal para su funcionamiento tienen bajos registros por la escasez de lluvias producto del cambio climático y el fenómeno de El Niño.
La situación ha obligado también a la ACP a restringir en dos metros el calado de los buques para ahorrar agua, lo que se traduce en una menor capacidad de carga por cada barco y, por tanto, menores ingresos para Panamá por el pago de peajes.
“El Canal de Panamá mantiene abiertas sus operaciones y el libre tránsito para facilitar la movilidad y el comercio mundial”, dijo el martes la ACP en su cuenta de la red social X (antiguo Twitter).