Víctor Julio Carvajal, presidente del Consejo Nacional de Producción (CNP), afirma que debería haber “humo blanco” sobre el futuro de la Fábrica Nacional de Licores (Fanal) este 2022. “O al menos humo”, matizó el 18 de julio pasado, en una entrevista sobre el futuro de la empresa estatal creada desde el siglo XIX.
Desde su punto de vista, la situación de Fanal es caótica y debe atenderse cuanto antes. Se trata de una empresa que, si bien registró ingresos por ¢34.836 millones en 2021 por la venta de sus alcoholes y licores, también acumula deudas por ¢21.653 millones y números rojos en sus resultados financieros en cuatro de los últimos cinco años.
“Este no es un escenario que nos permita darle largas al asunto”, declaró Carvajal al respecto.
El jerarca del CNP, entidad que tiene a su mando la Fábrica, habló sobre esta empresa que ya el presidente Rodrigo Chaves propuso concesionar o incluso vender cuando fue ministro de Hacienda, y para la que ahora su gobierno ya busca una nueva salida. La venta, de nuevo, está entre las posibilidades.
El presidente Rodrigo Chaves impulsó la venta de Fanal, cuando fue ministro de Hacienda. ¿Tiene sentido que el Estado mantenga un monopolio sobre la producción de alcohol en Costa Rica?
— Es algo que estamos valorando en este momento para poder tomar la decisión correcta. Esperamos que sea pronto. Lo cierto es que las condiciones han cambiado de aquel momento en el cual se pensó en la producción de alcohol, propiamente. Pienso que ahora tenemos otros riesgos, otros problemas que estamos teniendo, lo vemos con las intoxicaciones, con temas de contrabando. La Fanal en este momento lo que hace es aclarar los números y generar los insumos para tomar una decisión correcta en su momento.
Fanal produce alcohol con distintos fines más allá del licor. ¿Qué más ofrece la entidad?
— Fanal es el proveedor de alcohol antiséptico de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y, por ley, nosotros no le cobramos margen de ganancia; simplemente es un producto al costo. En algunas ocasiones se ha vendido con un costo más bajo del real, entonces lo que teníamos es una pérdida con esa venta.
También tenemos la producción de licor y la parte industrial, por el cual tenemos que cobrar un 15% porque así lo dice la ley. Tal vez en su momento el margen del 15% era correcto, pero pareciera que hoy pueda ser más bajo. Eso es algo que tenemos que ver en la integralidad de las cosas, si hay o no hay monopolio, todas esas cuestiones tienen que valorarse, principalmente porque el activo más valioso de la empresa Fanal es la marca.
¿Hay una instrucción de que se deba analizar la venta o el cierre de Fanal?
— Hay una instrucción de generar los insumos necesarios para poder tomar la mejor decisión.
Está en análisis.
— Hay que comprender varias cosas. Por ejemplo, Fanal tiene números muy complicados de explicar en algunas ocasiones. ¿Cómo tiene un monopolio y tiene pérdidas? Esas pérdidas ocurren porque cuando usted tiene una empresa tiene dos grandes rubros: ingresos y gastos, y si usted está mal de ingresos trata mejorarlos con inversión, pero nosotros no podemos.
En la Asamblea Legislativa se aprobó una Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas (9.635), en la cual viene el título de regla fiscal y no podemos vender más porque no podemos comprar más. En este momento el costo de la materia prima se considera un gasto corriente, entonces por ahí no lo podemos hacer.
Este no es un escenario que nos permita darle largas al asunto. Es algo que tiene que atenderse muy pronto para generar y limitar las barreras que podríamos estarle generando y las limitaciones que podríamos estarle generando a la industria que depende del alcohol que les ofrece Fanal.
La Contraloría General de la República siempre ha dicho que las cuentas de Fanal tienen problemas. ¿Cómo puede incidir eso a la hora de analizar o plantear siquiera la venta de una institución como Fanal?
— Mucho. Por eso no estamos haciendo eso. Estamos solucionando el tema financiero, el tema de los números, para poder tomar las decisiones, porque hay que tomarlas con datos reales. Es como el tema de Fanal y sus relaciones tributarias, el problema de Fanal con el fisco es complejo. Es una situación muy compleja que se debe solucionar, independientemente de la decisión que se tome, porque las deudas tributarias son importantes.
Usted me dice que está en análisis toda la situación de Fanal. ¿Cuál es el objetivo central detrás de ese análisis?
— Lo va a ver plasmado en el proyecto, en su momento.
Pero en este momento de investigación, ¿cuál es la premisa?
— Nosotros lo tenemos claro y en su momento lo daremos a conocer como el resultado de todas las acciones.
Cuando usted conversó con don Rodrigo, en el momento de la entrevista para el puesto, ¿él le planteó la posibilidad de vender Fanal?
— Cómo no hablarlo si es una posibilidad.
Es una posibilidad.
— Para tomar decisiones se necesita información, números claros, y en su momento ya podremos comunicarle a todos qué es lo que se va a hacer con la institución.
Hace unos días hablé con el ministro de Hacienda, Nogui Acosta, y él me decía que desde su punto de vista el Estado debe ser cada vez menos empresario. ¿Qué piensa sobre ese tema? ¿El Estado debe ser empresario?
— ¿El Estado es un buen empresario?
Esa pregunta respóndamela usted.
— A mí me parece que el Estado debe ser muy eficiente y prestar servicios públicos. Tiene una serie de empresas que han sido muy importantes para el desarrollo del país y, en esa línea, en ocasiones hay que repensar el modelo en el cual se está teniendo a las empresas. No todo tiene que ser del Estado. Si el ministro de Hacienda dijo eso, está perfecto.
¿Cuándo podríamos esperar que haya alguna luz con el tema de Fanal?
— Yo creo que este año ya debería haber humo blanco... o al menos humo.