La inaccesibilidad y la interrupción en los canales de abastecimiento de las materias primas —maíz, trigo y soya— esenciales para la producción de la industria alimentaria, incidirán de manera directa en el precio y la disponibilidad de los alimentos que se compran diariamente en el supermercado.
Pese a que la problemática se arrastra desde 2020 y 2021, en una escalada sin precedentes en los precios de materias primas alimentarias por la crisis de contenedores, el incremento en el precio del petróleo, la crisis climática y el tipo de cambio, la realidad es que la guerra entre Rusia y Ucrania agudizó la situación.
Y es que ambos países son de los principales productores y proveedores mundiales de granos básicos —para la alimentación animal— y también de fertilizantes, necesarios para el desarrollo de los cultivos agrícolas.
Costa Rica es un importador de materias primas, y pese a que el país se abastece principalmente de Estados Unidos, Canadá, Centroamérica y Sudamérica, datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos citados por el The Wall Street Journal, evidencian que los suelos ricos en nutrientes de Ucrania producen el 10% de las exportaciones mundiales de trigo, el 14% de las exportaciones de maíz y aproximadamente la mitad del aceite de girasol del mundo.
Asimismo, Mario Montero, vicepresidente ejecutivo de la Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria (Cacia), dijo que en el caso del trigo, unidos Rusia y Ucrania abastecen el 30% del mercado mundial.
Esto quiere decir que, la ausencia de dos grandes participantes en el mercado de granos básicos aumenta la competencia entre países por los inventarios disponibles y genera un alza en los precios para los compradores.
“De enero a marzo el trigo ha subido un 50% o más, pero nosotros solo estamos incrementando entre un 12% y 14% el precio de la harina. Estamos usando todas nuestras reservas para golpear lo menos posible al consumidor”, precisó Luis Ruenes, director general de Molinos de Costa Rica.
Estos factores también afectan los costos de otra gran cantidad de insumos no alimentarios, indispensables en los procesos de producción y distribución agropecuaria, como los empaques, equipos, cartón, plástico, agroinsumos, entre otros.
El incremento más importante ha sido en el maíz y la soya. Por ejemplo, el maíz se usa para la alimentación de animales que nos dan la leche, los huevos, carne de pollo y res. El costo de producción aumentó en un 40%.
— Renato Alvarado, ministro de Agricultura y Ganadería (MAG).
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Un golpe al bolsillo
Desde los productos de origen animal como la carne de res, de cerdo, el pollo, los huevos, la leche y sus derivados, hasta el pan, la repostería, las galletas y pastas, tendrán un aumento de precio derivado de los posibles faltantes de materias primas que se generen, si la situación de guerra no cesa.
Empresas como Molinos de Costa Rica y La Maquila Lama afirman que implementan, en lo posible, medidas para no trasladar un costo demasiado alto al consumidor. Por ejemplo, están usando sus reservas para tener más inventario disponible en las bodegas.
Además, han hecho negociaciones de futuros en la mayoría de sus productos y con compañías navieras para tener un espacio en los buques. El maíz, el trigo y la soya son granos de alto volumen que ocupan un gran espacio en los barcos que los transportan.
“Costa Rica va a tener que aplicar alzas en los principales granos de consumo en el país, tales como frijol negro y rojo, garbanzo, lenteja y frijol blanco; otro ejemplo es el arroz que ya subió de precio esta semana. Además, de los productos de origen animal”, dijo Juan Carlos Sandoval, gerente general de La Maquila Lama.
Sandoval también afirmó que cada vez es más difícil lograr un espacio en los barcos, debido al aumento de inventarios en algunos países como China, India o miembros de la Unión Europea (por temor a la guerra). Esto hace que la espera sea mayor para la asignación de un contenedor.
Por su parte, Ruenes, de Molinos de Costa Rica agregó que otro problema es el calentamiento global que está causando sequías en países como Estados Unidos, lo que también impactaría el precio de los granos.
La firma subió el precio de la harina en la primera semana de marzo, y afirman que con ese traslado pueden estar cubiertos al menos por los próximos dos meses.
Otros efectos
Francisco Muñoz, presidente de la Cámara Nacional de Agricultura y Agroindustria (CNAA) indicó que las consecuencias del elevado precio de los insumos agrícolas podría presentar problemas financieros importantes para muchos agricultores y una disminución importante en las áreas de siembra.
Rodrigo Cubero, presidente del Banco Central de Costa Rica (BCCR), señaló el 15 de marzo, en una conferencia de prensa, que un aumento de 10 puntos porcentuales (p.p) en los precios de los granos básicos en el país podría implicar un efecto de 0,6% en la inflación.
La inflación de Costa Rica alcanzó una variación interanual entre marzo 2021 y febrero 2022 de 4,90%. De tal forma que en febrero de 2022, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró la segunda variación interanual más alta de los últimos diez años para cada febrero y solo por abajo de las registradas en varios meses del 2014.
Esta cifra sobrepasó por 0,90 p.p, el límite superior del rango de tolerancia determinado por el Banco Central, que es de ±1 p. p. alrededor de la meta de inflación de 3%.
Montero, de Cacia indicó que no hay “recetas nuevas” para paliar las consecuencias de los movimientos en los mercados internacionales, ya que este tipo de crisis hace mucho más evidente la necesidad de eliminar todas las debilidades en materia de competitividad que tiene el país.
Por otra parte, Muñoz dijo que se está trabajando en coordinar con diferentes sectores agrícolas para analizar la posibilidad de utilización de subproductos, como sustitutos de algunos importados y así colaborar a sobrellevar la crisis lo mejor posible.
En el tema de fertilizantes, esenciales para el rendimiento de los cultivos agrícolas, el MAG está tratando de generar bio insumos y fertilizantes orgánicos, a través de “bio fábricas” en las oficinas de extensión del Ministerio de Agricultura.
Estos espacios son pequeños laboratorios de bio insumos con el fin de brindar esa producción a los agricultores. También, el Ministerio los está promoviendo en empresas privadas con instalaciones que ya están en funcionamiento.