Pese a que la fuerza laboral se recupera a un ritmo lento pero constante los trabajadores no logran reintegrarse con las mismas condiciones. Los ingresos de los costarricenses han caído hasta en un 60% dependiendo del sector, mientras que en términos de ocupación al menos un 15% siguen teniendo incidencia negativa en su entorno laboral.
La afectación, claro está, no es la misma para todos e inclusive se alinea con los resultados del índice mensual de actividad económica (IMAE). De manera que los sectores que muestran menores cifras de recuperación son los mismos que tienen un impacto laboral por el efecto del COVID-19.
Por ejemplo, de acuerdo al IMAE desde el 2020 y con los primeros impactos de la crisis sanitaria en el país las actividades de manufactura, comercio, transporte, alojamiento y servicios de comida tuvieron contracciones históricas, este comportamiento se mantuvo a lo largo de todo el año.
Para este 2021 el indicador muestra una leve mejoría pero se mantiene con cifras negativas en la mayoría de industrias. Esta contracción se ve reflejada en una afectación a los ingresos y condiciones de la fuerza laboral.
Datos del Instituto Nacional de Censos y Estadística (INEC) confirman, a través de un indicador de ‘incidencia laboral’ que mide el impacto en términos de ocupación e ingresos de los trabajadores, que la afectación ha sido de más del 30% en la mayoría de sectores pero en algunos es aún más fuerte el impacto.
En el sector de servicios, por ejemplo, la industria de comunicación, actividades inmobiliarias, artísticas, de entretenimiento y recreativas, muestran en el trimestre de enero, febrero y marzo 2021 (EFM) una reducción de sus ingresos de hasta 83% en comparación con el mismo trimestre del año anterior.
Las personas en estas áreas ganaban en promedio ¢395.951 en 2020 pero para este 2021 los efectos de la COVID-19 se ven reflejados en una reducción de ¢256.811, lo que implica que actualmente están recibiendo un ingreso promedio de ¢139.139.
Adicionalmente en términos de afectación por cantidad de personas, este mismo sector muestra una repercusión laboral del 25% es decir, que una cuarta parte de la población ocupada en la industria de comunicación, actividades inmobiliarias, artísticas, de entretenimiento y recreativas está bajo peores condiciones laborales.
De manera que 177,051 colaboradores empleados en esta industria al menos 44,510 tiene trabajos con incidencia laboral.
Miguel López, socio director de Recluta Talenthunter asegura que cuando la economía pasa por ciclos recesivos como los que ha tenido Costa Rica en los últimos años, las empresas se ven obligadas a tomar decisiones para sus colaboradores, por lo que deben suspender o finalizar contratos temporalmente.
“Muchos son suspendidos o despedidos pero cuando son llamados nuevamente a la posición muy posiblemente no van a laborar las 8 horas diarias sino que entran medio tiempo o jornadas reducidas y estos cambios obviamente impactan la remuneración de los empleados”, agregó López.
En términos de ingresos los datos del INEC muestran que la segunda industria más golpeada es la de manufactura, donde en comparación con el mismo periodo del 2020, los colaboradores están recibiendo en ¢150.294 menos, esto refleja una afectación del 61%.
No obstante, al ver detalladamente la afectación por cantidad de personas es posible observar que solamente el 10% de la población ocupada en este sector es la que tiene una reducción del 51% de sus ingresos.
Sobre estos mismos indicadores, la industria de agricultura y afines, comercio y transporte tienen una reducción del 51%, 42% y 38%, respectivamente, en sus ingresos.
En los tres sectores el impacto es para más del 10% de la población. De manera que en el caso de agricultura y afines 24.423 trabajadores viven el efecto; 45.699 personas de comercio reciben menos ingresos y 28.881 en el área de transportes y almacenamiento viven la afectación.
Adicionalmente al incremento del subempleo y las condiciones laborales los especialistas consultados aseguran que el mercado laboral está actuando de manera cautelosa a la hora de brindar aumentos salariales y ofertas de empleo tanto en empresas de regímenes especiales como definitivos.
Dos escenarios
Pese a que la afectación es evidente en todos los sectores no tiene la misma magnitud en todas las empresas. Por ejemplo, las compañías de zonas francas crecen a un ritmo más rápido por lo que su recuperación en forma de ‘V’ les permite mejorar la condiciones de sus colaboradores. Mientras que la recuperación en ‘L’ de las empresas de regímenes definitivos complica un poco más las condiciones de trabajo.
Esta apreciación la comparten tanto el Banco Central de Costa Rica como Kathleen Nanne, la directora de consultoría gerencial de PwC.
Rodrigo Cubero, presidente del BCCR explicó durante la conferencia sobre la revisión de Política Monetaria a finales de abril, que el sector de zonas francas actualmente crece constantemente e inclusive muestra cifras de crecimiento mejores que previo a la pandemia.
¿Cuál es la diferencia? La demanda en el extrajero de los artículos y servicios producidos en las zonas francas fueron determinantes para la rápida recuperación de los regímenes especiales.
Nanne, por su parte, destaca que hay un mundo para las zonas francas y otro para el resto del país. Por ende las personas deberán buscar colocarse en un mercado pequeño pero con grandes brechas.
Por un lado están las personas que logran colocarse en zonas francas con buenas condiciones y salarios competitivos y por otro lado la Costa Rica que Nanne describe como tradicional que se recupera pausadamente con la economía del país.
Este efecto sobre las brechas de recuperación es evidente una vez más a través de la encuesta Sistema Empresarial de Información Salarial (SEIS) de la firma PwC. En esta participaron más de 380 empresas, principalmente multinacionales el 54% y algunas nacionales el 46%.
Los resultados de esta encuesta muestran que durante el primer semestre del 2021, el mercado salarial evidencia un incremento del 1,8%, mientras que en el último semestre del año 2020 los salarios de mercado cerraron con un crecimiento de un 1,27%.
Según el estudio se proyecta un aumento en los salarios de los costarricenses para el segundo semestre del 2021 de un 1,3%.
En las preguntas que abarcó la encuesta se hizo referencia a los aumentos salariales por tipo de profesional, dividido entre jefatura, profesional, asistencial, técnico y operativo. De acuerdo con los resultados fueron las posiciones ‘profesionales’ las que presentaron la mayor variación, con un 2,4% durante el primer semestre del 2021, mientras que el resto de los niveles presentan variaciones que se mantuvieron en un rango entre 1,3% y 2%.
Bajo la misma línea, el estudio reveló que las empresas de servicios del sector industrial, fueron las que en promedio otorgaron los mayores incrementos salariales, manteniendo las primeras el mismo comportamiento presentado desde el 2018. Los menores incrementos en el periodo 2021 fueron otorgados en las empresas del sector agroindustrial.
Los puestos ejecutivos han presentado incrementos porcentuales conservadores en comparación con el resto de los niveles en la organización.
Las compañías de servicios presentaron los mayores incrementos porcentuales en la compensación ejecutiva (3,7%). Por el contrario, las compañías del sector financiero (1,6%) fueron las que mostraron los más bajos.
López aseguró que una de las maneras que tienen las empresas para compensar la disminución de ingresos o salario base es a través de un porcentaje variable que se alinea con las necesidades de la organización. Es decir que si la persona cumple con ciertas metas y objetivo se le remunera un monto adicional.
Este criterio coincide con la encuesta de PwC donde debido al teletrabajo las empresas encuestadas afirmaron que los principales subsidios reconocidos para sus colaboradores por parte de las empresas, son el pago del servicio de internet, compra de equipo inmobiliario, pago de alimentación y de electricidad.