La legislación aplicable en cada país y los regímenes fiscales son aspectos básicos a considerar para establecer y operar negocios en cualquier parte del mundo. Los trámites pueden convertirse en más o menos complejos según el territorio en el que se desarrolle la inversión.
Este año Costa Rica mejoró en el Índice Global de Complejidad Corporativa 2024 realizado por la firma multinacional de servicios administrativos críticos TMF Group. El país descendió seis puestos, acercándose al grupo de las naciones menos complejas.
La lista agrupa 79 jurisdicciones, siendo los primeros puestos ocupados por los más complejos o complicados hasta llegar a los que presentan menos complicaciones. Es decir, la nación que ocupa el primer lugar es el que tiene condiciones más difíciles para invertir, mientras que el que se encuentra en el último lugar es el que presenta menor complejidad; Costa Rica pasó del puesto 45 al 51.
Es decir, estar entre los primeros lugares en este ranking es un indicador negativo.
La firma analiza los desafíos que plantea el establecimiento y la gestión de empresas en 79 naciones, que entre todas representan el 93% del producto interno bruto (PIB) mundial y el 88 % de las entradas netas de inversión extranjera directa (IED).
El análisis se basa en 292 indicadores relacionados con la complejidad de sus entornos de negocios y legislación aplicable, cumplimiento, procedimientos contables, regímenes fiscales, normas de recursos humanos y procedimientos de nómina.
Costa Rica mejora
“El principal desafío para Costa Rica es la falta de visibilidad de los cambios regulatorios, en términos de acceso a la información y facilidad de asimilación. A pesar de esto, creo que al unirse a la OCDE, el país ha abierto sus puertas para trabajar con muchos otros países y empresas de una manera más segura y transparente”, afirmó Adrián Owen, director de TMF Group en América Central.
A pesar de que el país mejoró en el ranking, la firma indica que aún se cuenta con un número relativamente alto de regulaciones que deben cumplir las empresas extranjeras. La dificultad para obtener contraseñas para los portales fiscales es otra de las áreas que necesita mejoras para disminuir su complejidad.
El estudio se enfocó en tres temas globales: invertir de forma segura en jurisdicciones de alta complejidad, el riesgo multinacional y el crecimiento en tiempos de incertidumbre.
Uno de los factores que hacen más complejas a algunas jurisdicciones se deriva de la necesidad de que los informes y documentos estén escritos en el idioma local.
En cuanto al riesgo multinacional se considera que a nivel mundial los aumentos en el precio de la energía responde a inestabilidad geopolítica.
“Costa Rica ha sido caracterizado como un país con una economía y un ambiente político estables, y creo que esto continuará”, indicó Owen como uno de los puntos altos que tiene el país ante los inversores extranjeros.
Por otra parte, el análisis señala que los altos costos, el talento difícil de encontrar, las leyes laborales rígidas y la incertidumbre económica son aspectos claves en el crecimiento y adaptación de las empresas.
Los territorios menos complejos son: Islas Caimán, Curazao y Dinamarca. Mientras que las más complejas están encabezadas por Grecia, Francia y Colombia.