La fracción legislativa del Partido Nueva República, comandada por el fundador de la agrupación Fabricio Alvarado, anunció que apoyará al actual presidente de la Asamblea Legislativa, el liberacionista Rodrigo Arias, para su segunda reelección en el cargo a partir de este 1.° de mayo.
Esta decisión no asegura una victoria de Arias, pero reanima sustancialmente sus aspiraciones, luego de que un conato de alianza entre el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), el Partido Liberal Progresista (PLP) y el propio PNR amagó con removerle del cargo.
Nueva República hizo su anunció la tarde de este martes 23 de abril en conferencia de prensa.
En ella, Alvarado dijo considerar que “el Gobierno de la República necesita de un directorio que, aunque de oposición, tenga la serenidad para promover la negociación y la búsqueda de soluciones legislativas para los graves problemas que el país enfrenta”. Asimismo, dijo que su agrupación “trae balance a un presidente parlamentario que debe seguir por la ruta constructiva”.
¿Cuánto acerca realmente esta decisión a Arias de un tercer año como jerarca del Congreso? EF hizo sus estimaciones y le explica.
Los eventos y las matemáticas
Para dimensionar el impacto de la decisión de Nueva República es importante describir cómo se configuró el escenario inicial de las negociaciones de cara al próximo 1.° de mayo, fecha en la cual se renovarán los principales cargos de poder del Congreso; y cómo cambia el panorama con este último evento.
Arias anunció su interés de buscar una segunda reelección en el cargo desde el inicio de las negociaciones; sin embargo, las fracciones del PUSC, del PLP y del PNR reconocieron llevar adelante negociaciones con el fin de relevar al diputado y exministro del Partido Liberación Nacional (PLN).
Para ello, surgió la candidatura del socialcristiano Horacio Alvarado.
Las tres bancadas sumaban un total de 22 votos posibles, lo cual suponía una seria amenaza para la intención de continuidad de Arias, que hasta entonces solo tenía seguridad de disponer de 17 de los 19 votos de la fracción liberacionista, pues reconocía la existencia de dudas por parte de la alajuelense Montserrat Ruiz y del desamparadeño Gilbert Jiménez.
Como parte de esas negociaciones iniciales, el propio Horacio Alvarado acudió a Casa Presidencial —junto con los principales representantes del PUSC, el PLP y el PNR— para intentar acercar sus posiciones con el oficialismo. Ningún acuerdo concreto se anunció tras el cierre de ese encuentro.
Al bloque compuesto por el PUSC, el PLP y el PNR le urgía obtener el respaldo de los diputados de gobierno para acceder al Directorio Legislativo en conjunto, pues se necesitan al menos 29 votos para dejarse la presidencia del Congreso y los demás cargos de ese organismo de control.
Otra opción que tenía ese bloque era buscar el respaldo de las diputadas electas por el Partido Progreso Social Democrático (PPSD) que ya no son afines al presidente Chaves y del Frente Amplio (FA), que rechaza la continuidad de Arias; sin embargo, los tres partidos sostienen reconocidas diferencias ideológicas de peso con esa agrupación.
Pese a necesitar los votos, la posible alianza de los tres partidos con el oficialismo se resquebrajó el 17 de abril.
Ese día, el jefe de fracción del PLP, Eliécer Feinzaig, aseguró que no podía seguir en negociaciones con el Ejecutivo, luego de que el presidente Chaves realizó una serie de declaraciones en contra de dos diputados del PLN y de la contralora general, Marta Acosta, durante un acto en la provincia de Limón.
“Dichosamente”, dijo Feinzaig al periódico La Nación, “los votos de la fracción oficialista no son los únicos”.
Rodrigo Arias también marcó distancia del oficialismo tras esas declaraciones de Chaves y canceló un encuentro que tenía programado con él para el 19 de abril.
La decisión de Nueva República llega luego de todos estos eventos y, según Fabricio Alvarado, viene acompañada del interés de mantener el puesto de la vicepresidencia del Congreso en manos de la legisladora Gloria Navas; así como la participación actual de sus diputados en comisiones legislativas. Adicionalmente, dijo el diputado, el PNR quiere hacerse con una de las dos secretarías del directorio, que actualmente están en manos del PUSC y del oficialismo.
Con los votos del PNR, Arias podría sumar 28 de los 29 votos que necesita . Alcanzaría este número si finalmente consigue el respaldo de los 19 diputados del PLN (incluidos los congresistas de los que dijo tener dudas: Montserrat Ruiz y Gilbert Jiménez), los siete del PNR y los dos de las diputadas Luz Mary Alpízar y María Marta Padilla, elegidas por el Partido Progreso Social Democrático, pero lejanas al presidente Chaves y que ya anunciaron su respaldo al liberacionista.
El voto adicional que necesita lo podría conseguir de otro grupo o bien, si ningún otro bloque de diputados supera los votos necesarios y finalmente se le suman los votos nulos a su candidatura en una fase de desempate.
El PUSC y el PLP, por su parte, anunciaron a la prensa que siguen en desacuerdo con la reelección del liberacionista Arias.
En declaraciones a radio Monumental, el diputado Feinzaig señaló que el cambio en la matemática electoral es innegable; aunque “de momento” persiste el interés en un cambio. Asimismo, señaló que todavía “queda espacio para armar algo” a una semana de las elecciones internas del Congreso. Pese a ello, un acercamiento que una a los diputados del FA, al oficialismo y a eventuales disidentes del PLN sería la única (e improbable) vía para sus aspiraciones, si Nueva República se mantiene firme del lado de Arias.
Aliados
Ante el anuncio del PNR, el Frente Amplio dijo apreciar esta postura como una continuidad del apoyo del presidente Chaves y su gobierno a Rodrigo Arias como presidente legislativo. En un comunicado redactaron que el partido de Fabricio Alvarado ha sido una de las bancadas “que más ha actuado alineada” al Ejecutivo.
“Tenemos muy clara la coreografía del pacto Chaves-Arias”, indicaron. “El actual presidente del Congreso siempre ha tenido el fiel apoyo de Chaves. Por eso lo apoyaron los dos años anterior y ese apoyo se mantiene”.
Según los frenteamplistas, desde el inicio de las negociaciones con otras fracciones plantearon la posibilidad de apoyar un directorio de oposición, junto con diputados del PLN, del PUSC y del PLP, bajo un liderazgo distinto del de Arias; pero finalmente el PLN se negó a esta posibilidad.