Mayo trajo dos días de intenso drama en los corrillos de la Asamblea Legislativa, donde la tradicionalmente convulsa elección del Directorio Legislativo quedó opacada por el duelo de acusaciones entre dos Rodrigos, que parecen compartir poco aparte de ser ambos presidentes de un poder de la República.
La sesión del 1.° de mayo tuvo lo suyo: la fracción del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) se quebró públicamente con reclamos poco disimulados en el propio plenario y el partido de gobierno no encontró cómo colarse en algún puesto del directorio, aunque según la diputada oficialista, Pilar Cisneros , eso no les desvela.
Pero la mayor dosis de polémica estalló en el plenario el 2 de mayo, en el segundo acto: la rendición de cuentas anual protagonizada por el presidente de la República, Rodrigo Chaves.
¿Vehemencia o amenaza?
Las relaciones entre Cuesta de Moras y Zapote tienen meses de ser malas. La cercanía de la nueva legislatura no hizo sino exponer la brecha en su justa dimensión.
Un encendido discurso del presidente Chaves echó por la borda la posibilidad de que la bancada del Partido Progreso Social Democratico (PPSD) pactara una alianza con otras fuerzas del Congreso y amenazara la pretensión de Rodrigo Arias, del Partido Liberación Nacional (PLN), de mantenerse en la presidencia de la Asamblea Legislativa por tercer año consecutivo. El incidente aisló a la fracción oficialista, que se quedó sin puestos ni aliados.
El escenario hacía esperar un discurso fuerte de un orador que ha demostrado no guardarse golpes. Y así fue.
El mandatario, a lo largo de casi dos horas de discurso, intercaló lo que considera son los grandes aciertos con de su administración —como el manejo de las finanzas públicas, los avances en obras de infraestructura y el comportamiento de la inflación— con reclamos a la labor de los diputados y advertencias de que no cejará en proyectos clave y su línea de acción actual:
--“(...) les digo con respeto, pero con vehemencia a las señoras y señores diputados: es irresponsable y demagógico en extremo que sigan socavando los ingresos del Estado, mientras al mismo tiempo ustedes también exigen más gasto público y mejores servicios para la población. Será que en este Congreso se inventó la fórmula para hacer chocolate sin cacao… No creo”.
--“Cada vez que yo, como presidente de la República, cumplo con mi obligación de señalar a personas que a su vez no cumplen con su deber como funcionarios de nuestras instituciones, algunos desatinados me acusan de ser dictador, de irrespetar la institucionalidad, y de poner en riesgo nuestra democracia”.
--“Al día de hoy, hemos presentado setenta y tres proyectos de ley. De esos, solo dieciocho se han convertido en leyes, y de las cuales nueve son los presupuestos de la República. Esto evidencia que hay una enorme obstrucción a las propuestas de interés del Ejecutivo”.
El mandatario cerró su discurso diciendo que extiende su mano al Legislativo para negociar una agenda que incluya temas de interés del Ejecutivo, específicamente la venta del Banco de Costa Rica, las jornadas laborales 4x3 y los proyectos de reforma del Estado, entre otros.
Pero avisó a los legisladores que de no lograrse esa negociación impulsará un referendo para que los ciudadanos definan estos o más temas de interés de la administración.
La respuesta de Rodrigo Arias fue menos acalorada en su estilo, pero igual de contundente en sus palabras:
--“Por una parte, lo social sin sustento fiscal es insostenible y, por otra, el equilibrio fiscal, sin inversión social, es peligroso, además de inhumano. Y aquí, debo señalarle que divergen nuestras visiones. En el complejo balance de las rectificaciones fiscales jamás debemos encerrarnos solo en los números y equilibrios macroeconómicos”.
--“(...) procurar el uso del referéndum como un mecanismo caprichoso y vengativo para ir contra los Poderes de la República y contra nuestra institucionalidad, es una vana pretensión que no encontrará terreno fértil en este congreso”.
--“Desde la Asamblea Legislativa, reiteradamente le extendí mi mano para construir ventanas de esperanza. Sin embargo, su incesante e innecesario discurso confrontativo contra esta Asamblea Legislativa, contra el Poder Judicial, contra el Tribunal Supremo de Elecciones, contra la Contraloría General y contra cualquier otra institución o persona que no comparta su visión, no hace más que acercar a nuestra democracia hacia el despeñadero”.
Arias también cerró su discurso con llamados al diálogo, la negociación y alusiones a manos extendidas. Está por verse si las divisiones palpables en palabras se logran zanjar en las próximas semanas o meses.
Por ahora Costa Rica queda con un Ejecutivo que clama no necesitar de los diputados y promovería un referéndum para aprobar un puñado de proyectos de ley saltándose el Congreso, y una Asamblea carente de debate que prácticamente no aprueba proyectos sustanciales, según encontró un análisis de este medio.
La revisión de los registros de votación del Congreso entre mayo de 2022 y el 9 de abril de 2024 logró determinar que solo el 16% de las leyes aprobadas por los congresistas en ese período registraron al menos un voto en contra. En otras palabras, más de ocho de cada 10 votaciones en segundo debate fueron unánimes, sin discusión alguna, en el momento final de la votación. Además, EF determinó que solo 40 de los 107 proyectos aprobados en la segunda legislatura, hasta el 9 de abril, fueron de legislación sustantiva.
En Cuesta de Moras
Si bien parece que el pulso que se avecina será entre el Legislativo y el Ejecutivo, es valioso analizar las heridas y ganadores que dejó la elección del Directorio Legislativo.
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Rodrigo Arias y la bancada del Partido Liberación Nacional (PLN) saltan a la vista como ganadores de la jornada, y no solo porque lograron dejarse la Presidencia Legislativa y el puesto de segunda prosecretaria.
El exministro de la Presidencia empezó el camino hacia el 1.° de mayo en un escenario poco halagüeño, con varios focos de resistencia. Entre ellos un par de legisladores verdiblancos que públicamente dudaron de su viabilidad como candidato. Sin embargo, logró transformar la situación y amalgamar 36 votos de 57, incluyendo todos los de su partido.
El Partido Nuevo República logró no solo conservar el puesto de la vicepresidencia legislativa, pese al conflicto con la hoy diputada independiente Gloria Navas, sino además dejarse el espacio de la segunda secretaría.
“Supo huir a tiempo del bloque que intentaba construir el oficialismo y los diputados del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) cercanos al gobierno. Cuando se percató que dicho bloque hacía aguas, realizó la jugada maestra cambiándose de bando, cotizó caro sus votos y logró dos puestos en el directorio,” estimó Daniel Calvo, politólogo y analista legislativo.
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El Frente Amplio no se dejó ningún puesto en el directorio legislativo y aún así luce como uno de los ganadores de la jornada. La agrupación rompió la línea mantenida en las dos legislaturas anteriores y votó por candidatos que no pertenecían a su fracción, aún cuando eso los puso en el mismo bando que su opuesto ideológico en el Congreso: el Partido Liberal Progresista (PLP).
Puntualmente, ambas agrupaciones apoyaron a la socialcristiana Vanessa Castro, que se presentó como candidata disidente de su bancada, para la vicepresidencia de la Asamblea. También coincidieron al votar a favor de Luz Mary Alpízar, fundadora del PPSD, pero distanciada de los demás congresistas del oficialismo, para la primera prosecretaría.
Perdedores
El claro perdedor de la jornada fue el Partido Unidad Social Cristiana. No solo fracasó en su intento de construir un bloque que se enfrentara a la candidatura de Rodrigo Arias; también su bancada dejó sus diferencias a la vista de todos en el plenario y su única ficha en el nuevo directorio es uno de los dos diputados que abandonaron la línea de partido: Carlos Felipe García.
El disidente García compitió contra un candidato oficial de la fracción del PUSC, Carlos Andrés Robles, por el puesto de la primera secretaría, y lo derrotó holgadamente 36 votos a 21.
“Va a ser interesante ver cómo logran rearticularse como fracción, como bancanda de cara al anuncio de un referendo”, dijo Kattia Benavides, politóloga y analista legislativa.
La fracción oficialista también cerró con déficit. Nuevamente fueron incapaces de construir una alianza que pudiera rivalizar con la candidatura de Rodrigo Arias y por primera vez están absolutamente ausentes del Directorio Legislativo.