El gobierno británico derogó este jueves una moratoria a la fracturación hidráulica (fracking) en el país, un método muy controvertido de extracción de gas y petróleo que fue suspendido en 2019 por el gobierno conservador de aquel entonces, por el riesgo de sismo que entrañaba.
“Para reforzar la seguridad energética del Reino Unido, el gobierno británico levantó hoy (jueves) la moratoria a la producción de gas de esquisto en Inglaterra”, según un comunicado.
El Ejecutivo de la nueva primera ministra, Liz Truss (también conservadora) precisó que las futuras solicitudes de autorización de perforación se examinarán según "las necesidades nacionales y mundiales de gas" y solo donde "exista un apoyo a nivel local".
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Los defensores del medioambiente afirman que la fracturación hidráulica provoca sismos y comporta riesgos de contaminación. Además, según ellos, su impacto en el abastecimiento energético global es mínimo.
Un informe científico sobre la extracción de gas de esquisto encargado por el gobierno este año y publicado el jueves, reconoce que actualmente se tiene "una comprensión limitada de la geología británica y de los recursos de esquisto terrestre", indicó el gobierno.
“Actualmente, solo se han realizado tres pozos de prueba de fracturación hidráulica en el Reino Unido”, explicó el Ejecutivo. El levantamiento de la moratoria “permitirá recabar datos adicionales, comprender mejor los recursos de gas de esquisto (del país) y saber cómo podemos extraerlo con total seguridad”.
La oposición laborista denunció el jueves en el Parlamento un giro de los conservadores, que en 2019 prometieron que no apoyarían este método "hasta que la ciencia demuestre categóricamente que puede hacerse en total seguridad".
El anuncio del jueves demuestra que los británicos "no pueden creer ni una palabra de este gobierno", lanzó Ed Miliband, responsable de cambio climático en el Partido Laborista.
A lo que el ministro de Energía y Empresas, Jacob Rees-Mogg, respondió que “es importante que utilicemos todas las fuentes de carburante disponibles en este país”. La técnica es “segura”, reiteró, considerando incluso que se tendrían que revisar los límites admisibles en términos de movimientos sísmicos.