El exministro de Hacienda Rodrigo Chaves, exfuncionario del Banco Mundial, se convirtió el domingo 3 de abril en el presidente número 49 en la historia de Costa Rica, tras ganar la segunda ronda con el 52,9% de los votos, según el último corte del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE).
Tras una campaña de polémicas, en la que sumó apoyos y dio la sorpresa al ser el candidato “novato” que obtuvo el pase al balotaje, Chaves logró consolidar su respaldo en los meses previos al desempate con José María Figueres.
Al ahora presidente electo lo persigue la sombra de su acusación por “conductas inapropiadas” en el Banco Mundial (BM), pero también reservas con respecto a su estilo de liderazgo que ha sido calificado en ocasiones como confrontativo. Aún así, Chaves aglutinó apoyos también al mostrarse como una figura externa a la política tradicional.
Antecedentes
A finales de noviembre del 2019, el economista Rodrigo Chaves asumió la cartera de Hacienda, como relevo de Rocío Aguilar, con las tareas de mantener la disciplina fiscal y aumentar la recaudación, entre otras.
Chaves venía de una carrera de tres décadas en el exterior, principalmente en el Banco Mundial, un ente internacional de gran peso en la economía y finanzas globales. Su puesto más preponderante en esa entidad fue como director país en Indonesia.
No obstante, su paso por Hacienda duró solo seis meses. En mayo del 2020 renunció a su cargo por diferencias con el presidente de la República, Carlos Alvarado, en torno a la exención de las municipalidades de la regla fiscal.
“El señor Presidente consideró que esa diferencia de lo que él llama estilos, no nos permite continuar trabajando juntos”, declaró en ese momento Chaves.
Lo que vino después fueron meses en los que el exjerarca defendió su actuar y se posicionó en contra de algunas políticas del actual Ejecutivo, hasta que llegó la campaña electoral.
Campaña polémica
Tras intentos con otras agrupaciones, el Partido Progreso Social Democrático (PPSD), fundado en el 2018, acogió al exministro de Hacienda como su candidato presidencial. Una figura, hasta ese momento, desconocida en la política nacional.
No obstante, la campaña le permitió darse a conocer pero también le trajo polémicas sobre su pasado y su estilo, aunque al mismo tiempo sumó apoyos necesarios para dar la sorpresa, subir en las encuestas y pasar a la segunda ronda.
El principal lastre que se le reclama al hoy presidente electo es su comportamiento en el BM, pues en media campaña salió a relucir una acusación por “conductas inapropiadas” contra algunas subalternas en esa entidad.
Eso le trajo múltiples detractores, especialmente de colectivos y organizaciones feministas y de derechos de la mujer.
Chaves, por su parte, ha dicho que ese episodio ha sido una “tristeza” pero también un “aprendizaje”, al tiempo que ha tratado de bajarle el tono al asunto y defendido que no se trató de acoso sexual y que, por el contrario, la denuncia de esas mujeres le tomó por sorpresa pues las consideraba “amigas”.
A ese tema se le sumó, desde finales del 2020, y con más fuerza durante los meses previos a la segunda ronda, diversos cuestionamientos por el financiamiento de su partido: un fideicomiso del que, en un principio, Chaves se negó a dar nombres, y una estructura paralela manejada por la hija de un diputado electo del PPSD.
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Sobre esto, Chaves dijo al diario La Nación que la formación de dicha estructura es “un delito electoral que yo no he cometido”, y ha asegurado que desconoce de la misma. El propio TSE abrió una investigación sobre el financiamiento de la agrupación durante la campaña.
Entre los puntos fuertes del presidente electo destacan el conocimiento técnico en economía, conocimiento que Chaves potenció en los debates.
Por otra parte, Chaves ha intentado posicionarse como una figura nueva y externa a la política tradicional, un rostro de cambio, que apela a los sectores más disconformes con la política tradicional.
“Todo cambio crea incertidumbre (...), pero yo me he comprometido y me empeñaré en impulsar profundos y positivos cambios en la forma de gobernar Costa Rica democráticamente”, dijo Chaves en su primer discurso como presidente electo.
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Liderazgo
El estilo de liderazgo de Chaves se puso a prueba durante su gestión en Hacienda.
Un punto que se le cuestiona pero que el propio Chaves defiende y destaca es que en esos meses reemplazó a varios mandos medios de ese ministerio.
También ha dicho que no gobernará con un círculo de conocidos, sino con las “mejores personas”. Algo que resalta como ejemplo es que la escogencia de las dos candidaturas a vicepresidencia se hizo tras un proceso de revisión de perfiles.
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Por su parte, Eugenia Aguirre, investigadora del Observatorio de la Política Nacional (OPNA), dijo que el exministro de Hacienda ha puesto énfasis en un liderazgo tecnócrata, orientado a su área de conocimiento técnico y menos político.
Asimismo, algunos sectores han puesto en duda su capacidad para lograr acuerdos y escuchar segundas opiniones. Pero ese estilo le ha dado réditos, pues ha logrado el apoyo de votantes alejados de los políticos tradicionales.
En su primer discurso, el presidente electo prometió un gobierno democrático y de diálogo respetuoso, sin espacio para “resentimientos o revanchismo”.
“Entiendo el mandato que he recibido hoy como una obligación para ejercer mi liderazgo con honradez, eficiencia, transparencia y austeridad”, declaró ante sus partidarios.
De esa forma Chaves sale ganador luego de una campaña atípica y asumirá el 8 de mayo como el nuevo presidente de Costa Rica.