“Ni lo voy a negar, ni lo voy a confirmar, ni todo lo contrario”. Así se refirió el presidente de la República, Rodrigo Chaves Robles al rumor que circula en corrillos políticos, desde hace varias semanas, de que se plantearía renunciar a su cargo seis meses antes de terminar su mandato para poder aspirar a una diputación en la Asamblea Legislativa.
Chaves dio sus declaraciones el 26 de septiembre pasado en una entrevista con la periodista Evelyn Fachler, en el programa Por Tres Razones, que se transmite en radio Columbia.
Según el presidente Chaves, la idea no se le había ocurrido, pero se la escuchó al analista político y exprecandidato presidencial del Partido Liberación Nacional (PLN), Claudio Alpízar.
Alpízar, sin embargo, asegura que la idea realmente habría surgido desde hace semanas en el seno de Casa Presidencial, y que habría sido dada a conocer por fuentes cercanas a Chaves y su gobierno a través de conversaciones privadas.
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¿Qué dijo el presidente?
El presidente Rodrigo Chaves mencionó el rumor cuando hablaba sobre sus planes futuros.
“Ahí salió Claudio Alpízar, todo preocupado; pero el rumor se está expandiendo más, de que yo me voy a salir seis meses antes para ser diputado”, dijo el mandatario, sin que le hubiesen preguntado por el tema. “Claudio, gracias por la idea, la voy a valorar, porque no lo había pensado (...) No es una idea descabellada, se la agradezco a Claudio, porque yo no la había pensado; puede ser que sí, puede ser que no”, añadió.
¿Es posible?
El planteamiento tiene sentido, con base en los artículos 108 y 109 de la Constitución Política, los cuales establecen los requerimientos y las prohibiciones, o incompatibilidades, para ser diputado de la República en Costa Rica.
Los requisitos del primer artículo son tres y el presidente cumpliría con todos. Ellos son: ser ciudadano en ejercicio, ser costarricense por nacimiento o por naturalización con 10 años de residencia en el país, y haber cumplido 21 años de edad.
En cambio, el segundo artículo establece que no podría buscar una diputación “el Presidente de la República o quien lo sustituya en el ejercicio de la Presidencia al tiempo de la elección”, aunque con una salvedad: “dentro de los seis meses anteriores a la fecha de la elección”.
¿Cuándo tendría que renunciar?
Bajo esas condiciones, Chaves entonces tendría que renunciar a la Presidencia de la República seis meses antes del 1.° febrero de 2026 si quisiera aspirar por una diputación.
Esto sería a más tardar el 31 de julio de 2025, ocho meses y algunos días antes de que concluya su período constitucional como mandatario, en mayo de 2026.
Este período es un poco mayor de los seis meses que dijo Chaves en su entrevista, porque según la Constitución, ese tiempo se tendría que descontar con relación a la fecha de los comicios y no al fin del gobierno.
Oposición política
Miguel Guillén, secretario general del PLN, hizo alusión desde agosto pasado al rumor y, a través de su cuenta en la red social X (antes Twitter), dijo que tal posibilidad “no debería existir en nuestra legislación”. Más recientemente, también dijo que sería necesario impulsar una reforma constitucional para impedir este tipo de movidas, más aún cuando el presidente Chaves tiene múltiples causas judiciales en curso y una diputación le podría conferir inmunidad parlamentaria.
Una reforma de este tipo, sin embargo, podría sufrir objeciones si la Sala Constitucional estima que restringe o reduce derechos fundamentales ya dados a la población. Un criterio similar fue el que se usó en 2003 para eliminar la prohibición de las reelecciones presidenciales no consecutivas, la cual estuvo vigente en el país por más de 30 años.
El presidente Chaves, por su parte, solo dijo que meditará” la posibilidad de dejar el cargo y buscar un puesto en Cuesta de Moras, pero “lo más seguro es que tal vez, y quién sabe”, afirmó sin manifestarse de forma definitiva sobre el asunto.
Sin precedentes
Para la politóloga y socióloga de la Universidad de Costa Rica (UCR), Carolina Ovares-Sánchez, estas declaraciones son extrañas en términos de la historia de la política costarricense en múltiples sentidos. Por un lado, no es común que un mandatario hable sobre sus decisiones a futuro faltando tanto tiempo para las próximas elecciones; y, por otro, refuerza la tendencia cortoplacista en las visiones y los intereses de las figuras políticas más recientes.
“Estas declaraciones las hace en un momento en el que hay varios escándalos de corrupción del gobierno”, agregó, “entonces uno podría pensar que estas declaraciones surgen porque el presidente dice lo primero que se le viene en su momento a la cabeza o bien, como un elemento distractor”, puntualizó.