La aprobación este año de las leyes para sacar a Costa Rica de la lista gris de la Unión Europea (UE) y la reducción del impuesto sobre la propiedad de los vehículos para el marchamo 2024, harán que Hacienda deje de percibir unos ₡60.000 millones anualmente en recaudación.
En el caso específico de la rebaja en el impuesto a la propiedad, el monto descontado será de entre un 10% y un 50%, dependiendo de la antigüedad del vehículo, generando que se dejen de recaudar ₡50.000 millones cada año. Por su parte, los efectos del proyecto para salir de la lista de no cooperantes de la UE serían de ₡10.000 millones por año.
El impacto de estas leyes no estaba contemplado en el presupuesto del 2023, pero el buen desempeño de los ingresos en el primer semestre junto con las medidas para frenar el gasto permitirían cubrir los faltantes en las arcas estatales.
Nogui Acosta, ministro de Hacienda, confirmó que actualmente se puede cubrir el faltante de recursos y evitar que las metas fiscales para cierre del año tengan un ajuste significativo pero estas leyes van “en contra de la consolidación fiscal trazada”, aseveró.
El panorama podría cambiar en 2024 ya que deberán revisar las perspectivas fiscales a mediano plazo. El ministro adelantó que “inevitablemente tendrán una revisión a la baja”.
De acuerdo con los datos de Hacienda, el superávit primario al mes de octubre alcanzó ¢822.654 millones (1,7% del Producto Interno Bruto de este año) es decir, una diferencia de ¢190.217 millones en comparación con el mismo periodo 2022.
Incluso las cifras vistas el mes pasado son un poco más positivas que lo esperado para el final de 2023, pues la proyección total al cierre del año era de 1,6% del PIB. Esto se debió principalmente al control del gasto primario, de acuerdo con el ministerio.
Expertos consultados por El Financiero coincidieron en que la aprobación de estas dos leyes no generarían un faltante de recursos sino una reducción en la expectativa de ingreso.
“La aprobación de ambas leyes podría reducir el superávit primario para el 2023 para ubicarlo entre 1,4% y 1,5% del PIB, lo que evitaría alcanzar la meta propuesta, más que comprometer las finanzas públicas. Incluso podría ampliar el plazo para disminuir el nivel de deuda como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) para exonerarse de la parte más restrictiva de la regla fiscal”, explica Mauricio Castro, economista de la Bolsa Nacional de Valores.
¿Qué medidas hay para subsanar este faltante?
Al analizar el comportamiento del impuesto sobre la propiedad, uno de los afectados por la disminución, entre enero y octubre de este año representó ₡125.627 millones contra ₡79.155 en el mismo período de 2022. Tras el ataque cibernético que sufrió Hacienda en abril del año anterior, imposibilitó el registro adecuado de los impuestos recaudados en los meses de abril, mayo y junio, principalmente.
Este gravamen tuvo una participación del 2,4% del total de ingresos tributarios registrados a octubre. En este apartado se toma en cuenta además del impuesto, el canon de transporte público, timbre de fauna, intereses y multas.
Reducir el presupuesto de instituciones públicas o mayores emisiones de deuda están dentro de las ideas que Hacienda baraja para hacerle frente a la situación.
“De momento se siguen explorando opciones para cubrir los faltantes presupuestarios originados por estas leyes, entre las alternativas estudiadas están: los ajustes presupuestarios a la baja, la adecuada gestión de deuda, y la revisión y evaluación de exoneraciones de impuestos. A más largo plazo, Hacienda Digital será una herramienta de control y eficiencia en la gestión de los ingresos y los gastos del Estado que contribuirá a mantener esta ruta”, afirmó el ministro Acosta.
Un punto importante es que el dinero que se ahorran los consumidores con el pago del marchamo por ejemplo, se puede destinar a consumo de bienes o servicios, lo cual a la postre generaría recaudación fiscal.
¿Nuevos impuestos?
La opción de nuevos impuestos es quizás una de las más complejas en las que el gobierno puede pensar en este momento, ya que la aprobación de reformas fiscales o tributarias requiere alcanzar acuerdos políticos y sociales para materializarse.
Además, la relación actual entre los poderes Legislativo y Ejecutivo y la conformación de la Asamblea Legislativa (donde el partido de gobierno no es mayoría) dificulta lograr acuerdos de las dimensiones necesarias para una reforma fiscal. Por otro lado, la ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas (9635) se aprobó en 2018.
Por lo tanto, la posibilidad de aprobar nuevos impuestos es remota. El último intento por cambiar la estructura fiscal fue el paquete de proyectos que el Ejecutivo envió al Congreso con los que intentaba, entre otras cosas, reformar el impuesto sobre la renta. Las iniciativas no fueron bien recibidas por los diputados.
“El superávit proviene de una mejora en la recaudación fiscal integral y muy de la mano con la implementación del IVA en los últimos años. Adicionalmente, debe recordarse que la Administración ya tiene herramientas suficientes para enfocarse en una correcta gestión tributaria de los impuestos ya existentes, por lo que consideramos que incluir nuevos impuestos no debería ser una solución a este tema, puesto que necesitamos más bien dinamizar la economía para que esta se mueva lo más posible”, comentó Alberto Peralta asesor del Grupo Mercado de Valores.
Cifras fiscales positivas, ¿hasta cuándo?
Por tercer año consecutivo (de 2021 a 2023) se logró un superávit primario a octubre. Además es el segundo mejor registrado en los últimos 18 años en millones de colones, y el quinto como porcentaje del PIB, en ese mismo periodo, según Hacienda.
La entidad también reporta que los ingresos totales y los tributarios han presentado una desaceleración en el crecimiento. Los primeros pasaron de 10,6% en enero, a 1,0% a octubre del presente año, mientras que los ingresos tributarios de 10,4% en enero, a 2,7% el mes pasado.
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También en octubre se presentó una leve recuperación de 0,8% y 0,4% para los totales y tributarios, en su orden, si se compara con el mismo mes del año anterior.
En términos generales, Hacienda espera una recta final del año con buenas noticias para las finanzas públicas y un entorno donde los entes internacionales continúen mostrando confianza en la estrategia fiscal de Costa Rica.