A un año del inicio de la guerra en Ucrania, los precios de los combustibles en Costa Rica se ubican por fin en niveles inferiores a los registrados en marzo de 2022: el primer mes posterior al inicio de la invasión.
La gasolina súper se vende hoy a ¢748 por litro, mientras que la gasolina regular se tasa en ¢786 y el diésel en ¢750.
Descontando la inflación (es decir, en colones reales), la diferencia es ya sustancial en comparación a ese primer registro posterior a la invasión de marzo.
Este retroceso responde a precios internacionales del petróleo que se han estabilizado en cifras cercanas a los $80 por barril desde mediados de noviembre pasado. El precio del West Texas Intermediate (la referencia petrolera estadounidense) llegó a superar los $120 en marzo y en junio de 2022. Esa subida en el costo de la materia prima implicó que los precios de los combustibles en Costa Rica llegaran a sus puntos más altos desde 2008.
Sin embargo, la escalada ahora se revierte.
La tendencia parece favorable hasta el momento, pero todavía existen riesgos relacionados con los precios del petróleo en el ambiente. Si bien las tensiones geopolíticas por la guerra en Ucrania han perdido fortaleza, el conflicto continúa y el fin de las restricciones más duras de China contra el covid-19 ha implicado una mayor demanda de hidrocarburos en el mundo (y, por ende, una nueva presión alcista sobre su precio).
Choque, recuperación y amenazas
La explosión de la guerra en Ucrania empujó los precios del petróleo por encima de la barrera de los $100 por barril entre marzo y julio del año pasado. Este fue uno de los principales factores que explicó la subida de los precios de los combustibles en Costa Rica a niveles que no se veían desde 2008: un año atípico en que la cotización del barril llegó a subir hasta casi los $150.
Rusia es un importante productor de petróleo y otras materias primas, por lo que sus movimientos militares implicaron una tensión importante en el mercado petrolero.
Esa tensión, además, incrementó conforme los países occidentales fueron anunciando que vetaban la compra de hidrocarburos rusos.
LEA MÁS: El dólar se desploma y los precios siguen altos: ¿por qué?
Los precios del petróleo, además, ya venían al alza en 2022.
Una vez que mermaron las restricciones de movilidad por la pandemia, aumentó la demanda mundial y la producción debió ajustarse paulatinamente a ese fenómeno.
La escalada en los precios de los combustibles en Costa Rica también se vio alentada por un precio del dólar que alcanzó a su máximo histórico en junio del año pasado (¢696,76). Como Recope compra los combustibles en dólares, debe trasladar los costos por tipo de cambio a los consumidores finales.
No obstante, todos estos fenómenos (tanto los efectos de la guerra sobre el mercado petrolero como la subida en el tipo de cambio) decayeron hacia el segundo semestre de 2022.
Por eso, los precios locales también han bajado desde la segunda mitad del año pasado.
Aún así, no todo son noticias positivas.
La guerra en Ucrania aún no llega a una resolución definitiva y el fin de las más altas restricciones por el covid-19 en China ha elevado la demanda de crudo a nivel mundial, lo cual podría repercutir al alza en sus precios durante las próximas semanas.
China es el mayor consumidor de petróleo del planeta, por lo que su actividad es crucial para presionar al alza (o la baja) su valuación.
Entes especializados como el banco JP Morgan, sin embargo, mantienen una proyección de $90 por barril como promedio para 2023, según reportaron medios internacionales.
Más rebajas
A pesar de esas presiones alcistas, por el momento, Recope anunció, este 13 de enero, que deberían aprobarse nuevas rebajas en los próximos días.
El nuevo precio de la gasolina súper sería de ¢722 por litro y el de la gasolina regular de ¢670, para disminuciones de ¢26 y ¢116, respectivamente. El diésel, por otra parte, más bien sufriría un ligero incremento de ¢7, hasta los ¢757 por litro.
Dichos precios, en el caso de las gasolinas, serían apenas comparables con los de inicios de 2021 (trayendo los precios a colones actuales). En otras palabras, se trata de montos varios escalones más bajos que los suscitados por el estallido de la guerra en Ucrania e incluso que en los meses que precedieron al conflicto.
El Gobierno anunció las solicitudes de rebaja y las atribuyó a un “tipo de cambio robusto” y a un comportamiento de los precios internacionales del petróleo que “no han subido como se esperaba”.
Baja a la inflación
El tipo de cambio se mantiene a la baja y ese ha sido un factor decisivo en el precio de los combustibles, según recordó el presidente del Banco Central, Róger Madrigal, en una reciente conferencia de prensa.
Esto se ha reflejado en una menor inflación, pues el traslado entre esos factores es casi inmediato, según el presidente del emisor.
Los precios al consumidor se han desacelerado en los últimos meses de forma importante; sin embargo, gran parte de ese efecto ha correspondido a los combustibles, según las mediciones que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
La última medición del índice de Precios al Consumidor (IPC) evidenció que los gastos relacionados con el transporte (incluido el pago de los combustibles) cayó un -1,9% en el último mes; mientras que otras erogaciones como aquellas relacionadas con recreación, alimentación y turismo más bien continuaron en una tendencia alcista.