El nuevo tren eléctrico limonense de carga (Telca) avanza hacia su arranque. El Instituto Costarricense de Ferrocarriles (Incofer) adjudicó el estudio de factibilidad para el proyecto el pasado 29 de mayo. El contrato iniciará antes de que termine junio y deberá estar listo a marzo del 2020.
En este período se determinará si el proyecto del nuevo tren cuenta con factibilidad técnica, financiera, ambiental y social para realizarse. La contratación adjudicada abarca la viabilidad de los tramos ya existentes entre Limón y Río Frío que cuenta con 109 km, el ramal de Río Frío de 10 km y el tramo entre Limón y Valle de la Estrella de otros 60 km.
Por estos tramos ya recorre el actual tren de carga de la provincia y son parte del derecho de vía del Incofer.
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El contrato también incluye el estudio de factibilidad de una nueva ruta entre Río Frío y Bajos de Chilamate, que es de aproximadamente 30 km. En este tercer tramo el Incofer no tiene derecho de vía, por lo que el avance del nuevo tren implicaría expropiaciones y afectación de los terrenos.
Sin embargo, este tramo da más oportunidades a futuro para el proyecto. En una segunda etapa —que podría entrar en una ampliación de este estudio—, el Incofer buscaría llegar la vía hasta Muelle San Carlos e incluso hasta Las Tablillas, el puesto fronterizo con Nicaragua, según declaró Elizabeth Briceño, presidenta ejecutiva del Incofer.
La idea es vista con buenos ojos en el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), de acuerdo con Ottón Solís, representante del país ante la entidad. El BCIE fue el responsable de financiar este primer estudio. La expansión del Telca podría abrir camino a un tren centroamericano de carga que aprovecharía el acceso a los puertos de Limón, de acuerdo con Solís.
El Telca está previsto de manera incipiente para realizar 10 viajes diarios, seis días a la semana con 65 furgones, en conjunto con viajes turísticos de pasajeros. El estudio deberá determinar si estas proyecciones son correctas y cuánto de la carga de la Terminal de Contenedores de Moín (TCM) y de la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva) podría abarcar el nuevo tren para que sea rentable y factible, de acuerdo con Briceño.
Más de 25 empresas participaron en el proceso de contratación, pero solo siete presentaron una oferta final. De estas el consorcio Audingintraesa-Audingmex de origen español y mexicano, fue el elegido para realizar el estudio.
El estudio se adjudicó por un monto de $595.901 y se realizó con un financiamiento con fondos contingentes del BCIE, por un monto total de $680.000.
En el 2020 deben quedar listos los diseños finales del tren e iniciar el concurso para la licitación de la obra. Entre el 2021 y 2022 se llevará a cabo la etapa de construcción y en el 2022 y 2023 entrarían a operar las dos primeras líneas, de acuerdo con el cronograma de Incofer.