Washington. El presidente Donald Trump retuiteó el domingo un video que muestra a uno de sus partidarios gritando “¡Poder blanco!”, un lema racista asociado con los grupos supremacistas blancos. Posteriormente borró el tuit y la Casa Blanca indicó que el presidente no había escuchado “la única declaración” en el video.
El video aparentemente fue grabado en The Villages, una comunidad de jubilados de Florida, y mostró manifestaciones entre partidarios y opositores de Trump.
“Gracias a la grandiosa gente de The Villages”, tuiteó Trump. En el video, un hombre que conducía un carrito de golf con carteles y banderas a favor del presidente grita “¡Poder Blanco!”. La grabación también muestra a manifestantes anti-Trump lanzando consignas de “nazi” y “racista” al mandatario e insultos a los partidarios del presidente.
“No hay duda” de que Trump no debería haber retuiteado el video y “debería simplemente quitarlo”, dijo el senador Tim Scott al programa “State of the Union” de la cadena CNN. Scott es el único republicano de raza negra en el Senado.
“Creo que es indefendible”, añadió.
Poco después, Trump eliminó el tuit que compartía el video. El portavoz de la Casa Blanca, Judd Deere, dijo en un comunicado que “el presidente Trump es un gran admirador de The Villages. Él no escuchó la única declaración hecha en el video. Lo que sí vio fue un tremendo entusiasmo de sus muchos seguidores”.
La Casa Blanca no respondió a la pregunta sobre si Trump condenaba el comentario del simpatizante.
Este fue el tuit compartido por Trump:
Seniors from The Villages in Florida protesting against each other: pic.twitter.com/Q3GRJCTjEW
— Fifty Shades of Whey (@davenewworld_2) June 27, 2020
Joe Biden, precandidato demócrata a la presidencia, criticó la acción del mandatario.
“Estamos en una lucha por el alma de la nación y el presidente ha elegido un bando. Pero no se equivoquen: es una batalla que ganaremos”, tuiteó el exvicepresidente.
La decisión de Trump de destacar un video que contiene una frase racista se produjo en medio de una ola de protestas en Estados Unidos y el mundo contra el racismo, tras la muerte de George Floyd y otros afroestadounidenses. Floyd murió cuando un policía de raza blanca de Minneapolis oprimió su cuello con la rodilla durante varios minutos.
Luego de la muerte de Floyd se han registrado protestas contra la brutalidad policial y la parcialidad en la aplicación de la ley en todo el país. También ha habido un impulso para retirar monumentos confederados y renombrar las bases militares que honran a figuras que pelearon en la Guerra de Secesión contra la Unión. Trump se ha opuesto a esos intentos.
El presidente ha dirigido su mensaje de reelección al mismo grupo de votantes descontentos y mayoritariamente blancos que lo apoyaron hace unos años. Mientras lo hace, ha avivado las divisiones raciales en el país en momentos en que las tensiones ya eran elevadas. También ha jugado con los sentimientos antiinmigrantes al afirmar erróneamente que la gente que se ha asentado en el país comete delitos en tasas mayores que las de aquellos que nacieron en Estados Unidos.
El mandato de Trump parece haber envalentonado a los grupos nacionalistas y supremacistas blancos, algunos de los cuales han acogido su presidencia. En 2017, Trump respondió a los enfrentamientos en Charlottesville, Virginia, entre nacionalistas blancos y contramanifestantes diciendo que había “personas muy buenas de ambos lados”.
Sherriyn Ifill, presidenta y directora del Fondo de Defensa Legal y Educación de la Asociación Nacional para el Progreso de la Gente de Color (NAACP por sus iniciales en inglés), comentó al programa “Face the Nation” de la cadena CBS que “esto realmente no se trata del presidente quitando el tuit. Es sobre el juicio del presidente en retuitearlo”.
“Se trata de lo que el presidente cree y es momento de que este país realmente enfrente eso”, añadió.