El dos veces diputado y también dos veces ministro de Trabajo, Víctor Morales Mora, asumirá el cargo de ministro de la Presidencia que dejó vacante Rodolfo Piza. Lo hará sin renunciar a su diputación, pero recibirá un único salario.
La designació fue anunciada por el presidente de la República, Carlos Alvarado, la mañana de este jueves en una conferencia de prensa en Casa Presidencial.
“Depósito en él mi confianza y el tener un consejo seguro”, agregó el mandatario.
Morales, abogado y notario de profesión, fue el jefe de la bancada del Partido Acción Ciudadana (PAC) desde el 1.° de mayo del 2018 y lideró las negociaciones que permitieron aprobar la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, la autorización para emitir $1.500 millones en eurobonos y un conjunto de iniciativas en temas económicos, sociales y ambientales.
El nuevo ministro de la Presidencia desempeñará sus funciones sin dejar su curul, es decir, jugará con doble sombrero. Esta estrategia implica que el Congreso quedará con 56 legisladores y Morales se sumará a las comisiones o al plenario en casos especiales en los que su voto resulte trascendental.
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“Tomé la decisión de suspender, no renunciar, sino suspender mi condición de diputado. (...), no voy a recibir ninguna remuneración por parte de la Asamblea Legislativa porque ese pago se recibe en función de la asistencia a sesiones y mi participación en esas sesiones será en casos excepcionales, no es algo que tengo previsto hestar haciendo”, aclaró Morales.
Un funcionario puede ser diputado y ministro, pero no pude ejercer los dos cargos al mismo tiempo, por lo tendrá que pedir un permiso para asumir su nuevo rol y no podrá cobrar dietas, ni ninguna otra remuneración al Congreso.
Alvarado hará el nombramiento del nuevo jerarca por medio de un decreto, pero cuando Morales necesite regresar a su papel como legislador por unos días, tendrá que cesarlo del cargo mediante un decreto temporal y luego debe volver a designarlo.
Esta especie de ping-pong no es nueva y tampoco es tan complicada en la práctica. Los socialcristianos Rolando Laclé y Ricardo Toledo trabajaron como ministros de la Presidencia mientras ostentaban el cargo de diputados.
Toledo, quien fue congresista en el periodo 2002-2006 también se desempeñó como ministro de la Presidencia entre mayo del 2002 y setiembre del 2004 durante el gobierno de Abel Pacheco.
“No es difícil asumir este papel, uno prácticamente deja la diputación para meterse de lleno en las labores del ministerio que son muy demandantes”, señaló Toledo en entrevista con EF.
El caso de Rolando Laclé se remonta al gobierno de Rafael Ángel Calderón Fournier (1990-1994), el entonces parlamentario asumió como jerarca de la Presidencia entre 1991 y 1994, aunque renunció a la curul en 1993.
“Cuando uno es diputado y pasa a ejercer como ministro se hace mucho más sencillo negociar y dialogar con las fracciones porque uno es parte del mismo plenario, del mismo grupo”, destacó el abogado.
Aunque tendrá los dos cargos, Morales Mora solo podrá cobrar el salario de ministro de la Presidencia que es mucho menor al que recibía como legislador.
De acuerdo con el sitio de datos abiertos del Gobierno, el último sueldo devengado por Rodolfo Piza fue de ¢1.449.978, mientras que la página de la Asamblea Legislativa reporta un salario de ¢4.000.714 para el congresista que ocupa la curul del PAC en el segundo lugar por San José.
Respaldo en el Congreso
La designación del nuevo jerarca es bien recibida por las diferentes fracciones del Congreso y vista como un “hit” por los exministros Toledo y Laclé.
“Creo que la movida de Carlos Alvarado es magistral. Pasó de una persona de choque como Rodolfo Piza, a un hombre conciliador que tiene experiencia en los flancos que necesita un ministro de la Presidencia: el diálogo con la Asamblea de la cual forma parte y el diálogo con los sectores sociales con quienes tuvo comunicación como ministro de Trabajo en el gobierno de Luis Guillermo Solís”, agregó Toledo.
En los pasillos de Cuesta de Moras, la llegada de un diputado del actual plenario genera un clima positivo y le permite al Gobierno renovar su capital político para iniciar el primer periodo de sesiones extraordinarias de la segunda legislatura.
“Recibo con buenos ojos la figura de Víctor Morales en el entendido de que me anticipo a creer que él maneja esa lectura del rol y la necesidad de ejercer un trabajo como negociador con mayor cercanía a las distintas fracciones”, comentó Silvia Hernández, jefa de la bancada del Partido Liberación Nacional (PLN).
En las tiendas del Partido Restauración Nacional (PRN) también avalan que un congresista asuma el papel de enlace directo con el Ejecutivo. Así lo indicó Eduardo Cruickshank, líder de esa agrupación.
“Es una persona con una gran capacidad de diálogo y cumple con el perfil idóneo para mantener las negociaciones entre el Ejecutivo y la Asamblea”, zanjó Nielsen Pérez, quien sustituirá a Morales como jefa de la bancada oficialista.
Uno de los principales reclamos de las diferentes agrupaciones políticas al Gobierno es la ausencia de Rodolfo Piza después de la intensa negociación que permitió aprobar la reforma fiscal y por eso pedían una persona que permitiera acercar los puntos de contacto.
El nuevo enlace de la Presidencia con el Congreso y con los sectores sociales fue diputado por el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) entre 1993 y 1994 cuando entró para tomar la curul a la que renunció Rolando Laclé. Además, fue ministro de Trabajdo en dos ocasiones, la primera entre 1998 y 2002 en el gobierno de Miguel Ángel Rodríguez, y la segunda, entre 2014 y 2016 durante la gestión del Luis Guillermo Solís.