William Rodríguez, ministro de Turismo: “El primer objetivo es alcanzar en 2023 los resultados prepandemia”

Para crecer en el corto plazo, Rodríguez tomó la decisión de focalizar los recursos únicamente en Estados Unidos, Canadá y Europa. Asimismo, se comprometió a hacer un esfuerzo por atraer más líneas aéreas al país, por ejemplo del sur de América, y a dar a conocer destinos turísticos locales para empoderar la parte social de la actividad.

En una tarde lluviosa, a inicios de la segunda mitad de este 2022, el nuevo jerarca del Instituto Costarricense de Turismo (ICT) arribó a las instalaciones de Grupo Nación para conversar de forma cercana y directa sobre sus objetivos en el cargo y el esfuerzo para alcanzar el financiamiento suficiente para impulsar a las micro, pequeñas y medianas empresas.

¿Cuáles son sus tres objetivos principales como ministro de Turismo?

― Primero, llegar en 2023 a los niveles de visitación de turistas extranjeros y de ingreso por divisas que teníamos en 2019. Las estimaciones que hace la Organización Mundial del Turismo (OMT) dicen que la mayoría de los destinos en el mundo van a llegar a los niveles de visitación del 2019 alrededor del 2024-2025. Yo me he propuesto junto al equipo del Instituto Costarricense de Turismo (ICT) a cargo, de que lleguemos a esa meta el próximo año. Esto tiene una importancia capital para todos los negocios turísticos. En 2019 tuvimos alrededor de 3,1 millones de visitantes del exterior y en el ingreso de divisas anduvimos alrededor de los $4.000 millones.

El segundo objetivo es hacer el mejor esfuerzo para que las micro, pequeñas y medianas empresas tengan un financiamiento acorde con sus posibilidades y que puedan respirar. La realidad es que con la reactivación que ha tenido el turismo, la distribución del dólar turístico ya no es exactamente igual a como era antes de la pandemia. Fui electo presidente del Consejo Director de Banca para el Desarrollo y una de mis metas es utilizar esos recursos de la forma correcta para que el turismo sea una de los sectores productivos beneficiados.

Y el tercer objetivo es hacer un énfasis en la gestión integral de los destinos turísticos. Tenemos identificamos 32 destinos en Costa Rica, la idea es visitar uno por uno para que las fuerzas de esos lugares se unan no solo para brindar un mejor servicio, sino para que ellos sean quienes gestionen el turismo. También, se va a mejorar la seguridad y el empoderamiento de mujeres jefas de hogar.

Costa Rica tiene un piso alto en atracción de turistas, el cual viene recuperándose después de la pandemia. ¿En cuáles mercados están las oportunidades de crecimiento para el país?

― Esto es parte del primer objetivo de alcanzar en 2023 los resultados del 2019. El presupuesto que se preparó en el 2019 para el 2020 era un presupuesto para mercadeo o promoción en el exterior de $30 millones. Hoy ese presupuesto es de $10 millones.

Tenemos que focalizar dónde invertimos esos recursos reducidos para que nos den los mejores resultados. Voy a ser claro, no vamos a ir a buscar mercados en China ni en Arabia o Rusia, vamos a explotar mejor los mercados que hoy nos están proveyendo de turismo y que son más factibles hacer crecer en el corto plazo como Estados Unidos, Canadá y cinco mercados de Europa: Alemania, España, Francia, Inglaterra y Suiza.

Después de México y Canadá, Costa Rica es al país que más líneas aéreas norteamericanas vuelan. ¿Qué nos gustaría en el corto plazo a nivel de mercados geográficos? Dos ciudades: San Francisco y Filadelfia. Nuestros esfuerzos apuntan a que algunas de esas líneas aéreas norteamericanas que ya vuelan a Costa Rica, puedan tener vuelos sin escalas.

¿Qué falta para volver sostenidamente a los niveles pre pandemia?

― Lo que nos falta es plata, porque si hay algo que yo le puedo garantizar es que el personal encargado de toda la parte de mercadeo del ICT tiene clarísimo qué debe hacer y cómo debe hacerlo. Nosotros necesitamos recursos, eso es todo.

Ya tenemos claro quiénes son nuestros prospectos más importantes, dónde están, dónde viven… Ante la disminución de recursos que hemos experimentado lo que necesitamos es apuntar con mira telescópica.

¿Cuáles recursos tiene a disposición el ICT para agilizar el apoyo y la recuperación para los empresarios más golpeados?

― El empleo se va a ir generando conforme vaya llegando más turismo. Hemos perdido mucha gente que se ha ido a otras actividades porque necesitan trabajar y probablemente no regresen al turismo.

Ocupamos la reactivación porque eso va a crear empleos. Desde el punto de vista social lo que tenemos es un programa de capacitación que se llama ICT capacita, con el fin de dar cursos a una gran cantidad de gente que necesita actualizarse y en ese sentido, también se trabaja muy de cerca con el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) para hacer las mallas curriculares.

Su experiencia profesional está ligada a las aerolíneas. ¿Dónde le falta crecer a Costa Rica en materia de conexión aérea?

― El tema no es únicamente cantidad de aerolíneas, que desde luego es importante, sino es desde dónde y con qué equipos vuelan o pueden volar. Nuestro principal mercado, Estados Unidos, lo tenemos bien cubierto con las dos metas de San Francisco y Filadelfia.

De Canadá, tenemos una cobertura bastante buena desde Toronto en el este, hasta Vancouver en el oeste, pasando por Calgary y Quebec. Nada más que de ahí prácticamente todo el año es Toronto, los otros son estacionales.

De Europa, tenemos una buena cobertura que a raíz de la pandemia y no por culpa nuestra, se han tenido una serie de problemas para que las líneas aéreas como British Airways y Air France, en menor medida Iberia, Derby y KLM, puedan volver a tener los equipos y tripulaciones necesarias para volver a la cantidad de vuelos que teníamos pre pandemia. Inclusive Iberia, que ha sido desde Europa nuestro socio más antiguo, no tiene vuelo diario, solo tiene cinco frecuencias a la semana pero es la que más tiene.

Sin duda, tenemos muy buena cobertura aérea. En cantidad de asientos estamos prácticamente igual si se compara de enero a abril de 2022 con el mismo periodo de 2019, solo tenemos alrededor de 4.000 asientos menos que hace tres años. Eso es un gran logro, porque esa es la oferta de accesibilidad que el país tiene para que los potenciales turistas puedan venir.

¿Qué quisiéramos? Una mejor cobertura del sur de América, es decir, Brasil, Argentina, Colombia y Chile muy pronto. Ya se están haciendo algunos contactos para tener cobertura con Brasil. Es importante destacar que en aviación pronto no significa uno o dos meses, sino probablemente a fin de año.

Y tal vez, un renacimiento del tráfico centroamericano que es el que más se ha caído. Nuestro tráfico centroamericano es un tráfico corporativo, no es tanto de turismo, pero a raíz de que la pandemia no se ha acabado, que hay restricciones en algunos países para salir por la cantidad de vacunas y en especial porque la videoconferencia llegó para quedarse, la posibilidad de incrementar ese tráfico se ha reducido de manera importante. Las aerolíneas que sirven Centroamérica como Avianca, Copa y Volaris tienen que ver donde ponen sus aviones para que sean rentables.

La Asamblea Legislativa planteó un proyecto para continuar con un 4% del IVA para los servicios del sector, ¿cuál es la posición del ICT respecto a esta propuesta?

― Clarísima, no nos parece necesario. Las principales actividades turísticas como hotelería, restaurantes y rent a car ya pagan el 13%, ¿quiénes están pagando ese 4% que pasaría en julio al 8%? Básicamente proveedores de servicios terrestres como tour operadores o el turismo de canopy. Eso como ya viene de bien atrás, lo tuvieron que tomar en cuenta para que las negociaciones con los mayoristas y proveedores del exterior hayan tomado en consideración pasar del 4% al 8% sin afectación alguna.

No es un factor que va a ser la gran diferencia. Lo que sí va a hacer una diferencia es el hueco al Gobierno de más de ¢15.000 millones.

¿Cuáles son las metas del futuro próximo del ICT para hacer crecer el sector?

― Costa Rica necesita tener victorias en el corto plazo, que la gente vuelva a tener esperanza y de ver cosas concretas y no solo promesas. En ese sentido, nos hemos impuesto unas metas de los primeros 100 días, que son como la luna de miel para cualquier Gobierno.

La primera es retomar el aspecto de gestión de los destinos turísticos de manera integral. Por la pandemia eso se suspendió y se acabó por allá de marzo de 2020, pero reanudamos ahora en julio cubriendo los primeros seis destinos: Parismina, Tortuguero, Limón, Cahuita, Puerto Viejo y la zona norte en La Fortuna. Es una labor que amerita mucho esfuerzo por parte del ICT de ir a las comunidades a reunirse con las fuerzas vivas y políticas, como las municipalidades, y generar una visión integral de lo que significa turismo para ellos. Es el hecho de la preparación que esto implica.

Un segundo objetivo es presentar ante todas las instancias que tienen que ver con el turismo, el nuevo Plan Nacional de Desarrollo Turístico 2022-2027 que acabamos de terminar. Ya se presentó a Casa Presidencial y lo que necesitamos es la bendición final de ellos para pasar a la etapa de presentación en sociedad. Un esfuerzo que va más allá de ese conglomerado que normalmente se acepta como el que tiene mayor injerencia.

Y por último, la atracción de líneas aéreas con miras a la temporada alta que viene. Las líneas aéreas son un elemento fundamental en este proceso, porque sin líneas aéreas y sin asientos de avión todo el esfuerzo efectivo que podamos realizar no va a dar resultados.

Estamos en reuniones con varias líneas aéreas y lo vamos a intensificar. Como le decía, en aviación los resultados no son de hoy para mañana, son de ciclos y especialmente en los países con cuatro estaciones. Ahí es cómo cambia el dónde se utilizan los aviones y ahí es donde tenemos la oportunidad de tener los asientos que necesitamos. Esa labor la vamos a profundizar en estos días.