Luis Carlos Vásquez tiene un proyecto emprendedor en el área cultural de diseño; Rafael Garita, uno de software para pequeñas empresas; Adriana Páez, uno de artículos personalizados para mujeres, madres, embarazadas, bebés y niños; Marcela Carballo, uno en terapias holísticas y artesanías; y la maratonista Gabriela Traña, un emprendimiento de un equipo de atletismo.
Todos ellos y ellas participaron este 21 de setiembre en la primera sesión del Congreso Pymes y Emprendimientos organizado por El Financiero.
Asistieron también empresas con productos para actividades deportivas, fomento de talento humano y de equipos de alto rendimiento, salud, servicios de asesoría legal, financieros y de seguros, catering, ciberseguridad, alimentos, apps de servicios de mantenimiento y reparación de bicicletas de ciclistas y electromecánica, entre otros.
En la presentación sus negocios, las personas emprendedoras manifestaron sus objetivos de conocer nuevas realidades, tendencias y herramientas para enfrentar los retos que tienen en la actualidad.
Para las pymes y los emprendimientos en general se plantea que lograr el crecimiento de sus empresas les obliga a atender diversas claves: desde cuidados de gestión financiera, la sostenibilidad y la integración en conglomerados hasta el aprovechamiento de las oportunidades de negocios con otras empresas.
En lo financiero la clave es la administración de los ingresos, del capital y de los ahorros. “Los productos financieros no son buenos ni malos. Depende del uso que les damos”, dijo Diego Benítez, fundador de Empodérate, una firma dedicada al apoyo de emprendimientos y pequeñas empresas.
El evento continúa mañana jueves 22 de setiembre con la segunda sesión dedicada a exposiciones sobre el cambio digital de las pequeñas y medianas empresas y a emprendimientos de base tecnológica (startups) y con servicios de innovación financiera (fintech). La actividad cuenta con el patrocinio de Grupo Mutual y Liberty, así como el copatrocinio de Monge Emprendedor.
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Alternativas financieras
Las personas emprendedoras mayoritariamente utilizan los ahorros para iniciar un negocio, lo que tiene un riesgo tanto personal como familiar.
Recurren también a la venta de activos, crédito, contribuciones de familiares y amistades, subsidios, donaciones y aportes de capital.
Para que esos recursos sean de provecho en los negocios se debe tener objetivos y un plan claros, así como lograr estabilidad financiera, generando ingresos, rentabilidad e impactando de forma positiva en la comunidad.
“La parte financiera es de mucho cuidado”, insistió Benítez. “Debemos seguir el plan y controlar los ingresos y egresos. No se debe dejar nada a la improvisación”.
En todos los casos, y en particular en el del crédito, es necesario conocer las diferentes opciones existentes en el mercado, desde cooperativas hasta bancos privados y públicos, sus condiciones (tasas, garantías, plazos) y el tipo de moneda (en dólares o colones) que más favorece a la operación.
La decisión de financiamiento y el tipo de servicio o producto financiero a adoptar depende de la etapa del negocio (si está iniciando, si está creciendo, si está consolidado), siempre manteniendo control de los gastos y de la rentabilidad.
La gestión debe comprender también el uso de diferentes instrumentos de ahorro o depósito (cuentas corrientes, depósitos a plazo, inversión) y de financiamiento (crédito tradicional, tarjeta de crédito, factoreo, arrendamiento, líneas abiertas o especiales, avales y otros), cuya gestión también debe mantenerse con cuidado.
Otra posibilidad es el financiamiento de Banca para el Desarrollo y las entidades que canalizan sus recursos, así como fondos no reembolsables de diferentes programas institucionales para innovación como los del Ministerio de Ciencia, Innovación, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt).
Otra recomendación es revisar los servicios que ofrecen tanto las entidades financieras como los proveedores de teleomunicaciones y materias primas o equipos para aprovechar sus mejores opciones.
Se deben contemplar a la vez los seguros a nivel personal, familiar y de la empresa, así como los planes de pensión, todo lo cual debe formar parte de la plafinicación financiera personal, familiar y de negocios para enfrentar cualquier eventualidad.
Las personas emprendedoras deben validar, asimismo, las plataformas digitales de las entidades bancarias, pues la eficiencia y rapidez de los servicios virtuales impacta al negocio en la gestión de sus finanzas, pago de proveedores e ingresos.
Un componente indispensable de la rentabilidad de las empresas es la sostenibilidad ambiental y social.
“La competitividad depende de lo que se realice en sostenibilidad”, recalcó Kattia Rojas, coordinadora de mercadeo de Fundecooperación, una organización no gubernamental y sin fines de lucro que apoya a personas emprendedoras que desean iniciar o consolidar sus negocios.
La diferencia de un emprendimiento que tiene un producto con empaques tradicionales y otro con procesos, productos y empaques sostenibles es fundamental para incursionar en nuevos mercados, ser proveedores de empresas e instituciones y dirigirse a los consumidores.
Pero la vocación a la sostenibilidad debe ser cacareado. La adaptación de medidas de reducción de su impacto en el ambiente debe darse a conocer.
Rojas destacó las alternativas de financiamiento existentes de entidades y programas (como Fundecooperación misma) que apoyan a negocios que inician, a mujeres emprendedoras e incluso a otras poblaciones y sectores productivos, incluyendo microempresas, que tienen el propósito de “no dejar a nadie atrás”.
Integración, clústers y networking
Otra posibilidad para los emprendimientos es considerar las estrategias y programas de integración, conglomerados o clústers y relacionamiento para negocios (networking) impulsados por diferentes entidades.
Alejandra Araya Marroni, coordinadora de evaluación técnica de la Promotora Costarricense de Innovación y Desarrollo, explicó que en los conglomerados participan empresas e instituciones que pueden realizar alianzas estratégicas, acuerdos de negocios como proveedores e integración a diferentes servicios.
Araya Marroni destacó que los conglomerados tienen una presencia territorial y se enfocan en el desarrollo de cadenas de valor.
Al participar en conglomerados se mejora el acceso a los recursos disponibles para empresas, a incentivos, a información especializada, a transferencia de conocimiento y tecnología, y a nuevos mercados, entre otros beneficios, que impulsan la innovación de las mismas empresas.
Para el desarrollo de esta estrategia varias entidades, como el Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC) y el Ministerio de Trabajo, impulsan el Programa Nacional de Clústeres, que identificó e impulsa 22 conglomerados con diferentes niveles de madurez en Costa Rica.
La misma Promotora impulsa iniciativas de formación de talento humano, conocimiento, innovación y transformación digital que complementan las acciones a nivel de clústeres, en bioeconomía, inteligencia artificial, biotecnología y dispositivos biométricos, e incluso en desarrollo aeroespacial.
Las áreas no limitan la participación, pero permiten el apoyo a los proyectos de innovación de las empresas que tengan productos o servicios relacionados con ellas. Murillo ejemplificó que pueden ser innovaciones para agricultura o ganadería apoyadas con inteligencia artificial.
Asimismo se tiene la opción del Programa de Pequeñas y Medianas Empresas (Propyme), el cual se dirige a empresas y agrupaciones del sector para financiamiento de proyectos de innovación, transferencia tecnológica, desarrollo de capital humano y propiedad intelectual.
Negocios entre negocios
Por las situaciones que se viven en el mercado, como la pandemia y la crisis actual, el desarrollo de los negocios debe contemplar también el mercadeo de productos y servicios para otras empresas, en el modelo business to business (B2B).
Las empresas, sin embargo, no están totalmente preparadas para desarrollar una estrategia de B2B, ni en sus sitios web y canales digitales ni para impulsar la recompra.
Entre las acciones a implementar para hacer negocios con otras empresas, como proveedores o aliados, se debe tener definido a quién se apunta, realizar acciones de omnicanalidad y desarrollar estrategias específicas de mercadeo digital, de presencialidad y de relaciones directas con otras compañías.
Las empresas también deben tener a la vista las aplicaciones y soluciones de metaverso, realidad virtual y aumentada, automatización, inteligencia artificial y tiendas en línea, propias y marketplace o centros comerciales virtuales para tener presencia, generar valor y ganar competitividad.
En B2B, además de enfocarse en el segmento o nicho de mercado con un buyer persona bien definido y claro, es fundamental brindar una solución a la empresa o negocio cliente, afinar las comunicaciones, los procesos y los canales digitales y presenciales, al igual que el “viaje de compra”.
Como en todos los casos, de la totalidad de prospectos a los que se dirige una empresa, una porción (13%) atiende o se interesa y con menos (6%) se logra avanzar. Hay que tener claro que el camino es más extenso, pues hay más personas que se involucran en la toma de decisiones de una compra a un posible proveedor y se deben cumplir equerimientos mayores y más cuidadosos.
Lo que los emprendimientos deben hacer es ajustarse en digitalización, de acuerdo con sus posibilidades y recursos, el mercadeo y la generación de valor.
“B2B es diferente”, insistió Christian Loría, gerente de mercadeo de Liberty. “Las empresas deben adaptar las acciones para realizar negocios con otros negocios”.