Abel Quesada y su familia estuvieron a punto de decidir el cierre de la operación de la empresa Q Agro Company, ubicada en Pozo de Agua, San Antonio de Nicoya, cerca del río Tempisque.
La empresa hace números a los altos costos de electricidad y de las cargas sociales, así como por el mal estado de las vías para sacar los productos.
“No hemos querido hacerlo”, dijo Quesada. “Somos la única empresa y damos trabajo por esta zona. Los demás tienen economías de subsistencia. El principal reto es lograr sostenerla, que sea rentable”.
La realidad de las pequeñas y medianas empresas (pymes) de Guanacaste se polariza entre las que viven situaciones similares a Q Agro y las que, como Consultoría en Tecnologías de Información (ContiCR), están vinculados a nichos de mercado específicos de mayor dinamismo.
“Aquí hay mucho espacio”, afirmó Edgar Villalobos, cofundador de ContiCR, ubicada en Liberia. “Donde estamos hay un parque industrial y zona franca con mucha oportunidad de crecimiento. Caben todavía más empresas, más industrias, más plantas”.
Con empresas dedicadas al turismo, el comercio, los servicios, la agroindustria, la agricultura y la ganadería, Guanacaste es la penúltima provincia por el número de empresas, superando solo a Limón, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) al 2023.
A nivel cantonal, dentro de la provincia guanacasteca, Liberia, Santa Cruz y Nicoya son los tres municipios con más empresas, especialmente pequeñas y medianas (pymes).
Múltiples desafíos
Abel Quesada estudió informática y luego trabajó en Carolina del Norte, Estados Unidos. En 2021, junto con su madre Emilia Esquivel, su hermano Ricardo Céspedes y la esposa de Abel, Danixa Bustos, se transformó la producción de la finca. Cuando llegarón ahí, desde Heredia, se habían dedicado a la lechería.
Poco a poco se enfocaron en el cultivo y exportación de ayote mantequilla o calabaza, hierbas aromáticas, pitahaya roja, piña y productos frescos y no transgénicos, dentro de un enfoque sostenible. La empresa coloca sus productos en mercados de Estados Unidos y Europa.
Las oportunidades de comercio exterior también son amplias. Se requiere más que un conocimiento básico para aprovecharlas, lo que no todos los productores de la zona tienen. Y, en particular, pesan los costos para ser competitivos a nivel internacional.
Uno de ellos se origina en los problemas de caminos o infraestructura, tanto para llevar los insumos productivos como para transportar los productos desde las fincas. Se le suman los costos de la electricidad y las cargas sociales.
Quesada dice que podría ayudar un esquema preferencial de cargas sociales para los trabajadores de temporada (por seis meses) y para el sector agropecuario. Pero no son los únicos costos que afectan.
Están también los costos de los insumos. Los de los agroquímicos serían 35% superiores a los que pagan productores similares en Honduras, incluso considerando el factor de la guerra en Ucrania.
“Ucrania sigue exportando la misma cantidad de fertilizantes”, aseguró Quesada. “Lo mismo sucede ahora con Israel y la producción de semillas y químicos para el control de plagas. Pero aquí suben los precios”.
Se le adicionan los de certificación necesarios para poder vender en mercados desarrollados y los de logística. Los productores y exportadores deben obtener en laboratorios de Europa la certificación de libre de agroquímicos, de modo que se demuestre que ya los agroquímicos se retiraron de los productos. Hay otros factores que afectan en la actualidad.
El precio del dólar también afecta la operación, como a otros exportadores. De hecho, el Banco Central de Costa Rica (BCCR) reportó que la actividad agropecuaria continúa con la desaceleración registrada desde enero del 2024 y que en mayo pasado la caída obedece, fundamentalmente, a la reducción en la producción de café y banano.
“Este año estuvimos pensando seriamente en cerrar operaciones”, reiteró Quesada. “Habíamos pensado en volver a lo que es el ganado, pero ya no de leche, sino de engorde”.
LEA MÁS: ¿Cuál actividad económica genera más empleo en turismo?
Al final lo reconsideraron. En Pozo de Agua no hay muchas oportunidades de empleo. La mayoría de productores mantienen unidades de economía de subsistencia.
Para exportar requerirían de mayor capacitación, certificaciones (que exigen protocolos y guías muy estrictas) y conocimiento del mercado externo, así como de idiomas.
En el caso de Q Agro las certificaciones de los procesos se solventaron con ayuda de agrónomos amigos. Asimismo, sus fundadores tienen diferentes profesiones y el mismo Abel domina el inglés, tanto por el tiempo que estuvo en Estados Unidos como por un empleo que actualmente mantiene en una firma informática que desarrolla proyectos para clientes de ese país.
Son factores a favor que también les permitió dar un paso y sostener la operación. La empresa fue seleccionada por la Promotora de Comercio Exterior (Procomer) y la Fundación CRUSA para recibir fondos de capital semilla del concurso Cultiva+ del 2024. En su caso, eso permite impulsar nuevos proyectos.
Otras 33 empresas de diferentes sitios de Costa Rica y varias de Guanacaste también resultaron elegidas. Recibieron un total de $496.000. Dispondrán, además, de asistencia técnica, seguimiento y monitoreo personalizado para aumentar su productividad y el acceso a mercados internacionales.
Elevar estándares... entre otros
La también empresa familiar ContiCR, fundada en 2018 por el matrimonio de Karen Espinal y Edgar Villalobos, fue otra de las seleccionadas por Cultiva+. Es una buena oportunidad.
Aunque es la tercera región en recibir recursos de Banca para el Desarrollo, la Chorotega recibió menos de una décima parte de la cartera de fondos de esa entidad y el equivalente al 14,7% de lo que obtuvo, por ejemplo, la región central.
El capital semilla de Cultiva+ le permite a ContiCR ampliar y consolidar sus clientes y proyectos, en particular un software para empresas agrícolas para control de aplicaciones de fertilizantes, fitosanitarias, cultivos y malezas, entre otros.
ContiCR desarrolla sistemas informáticos a la medida para empresas, así como dispone de software de facturación y de reservaciones para hoteles. Brinda también servicios de soporte informático (impresoras y redes locales, incluyendo wifi y de fibra óptica), entre otros.
Cuenta con 340 clientes, contando algunos fuera de Guanacaste y firmas internacionales con presencia en la provincia de los sectores de café, melón, comercio al detalle (supermercados, pulperías, carnicerías), encomiendas y turismo, por mencionar algunos.
Karen y Edgar vivían en Alajuela. Ella es oriunda de Nicaragua y él nació en Tilarán. Se conocieron cuando trabajaron en la empresa Montecillos. En 2010 se fueron a vivir a Liberia buscando mayor tranquilidad, en especial para su hija, así como nuevas oportunidades laborales.
Edgar, quien es informático también, trabajó desde ese año con una empresa ubicada en Guanacaste. Como tenían la idea de emprender, empezó a realizar instalaciones de un software que había desarrollado. También se encargó de crear sistemas a la medida para otras compañías y pymes de la región.
Karen, quien es administradora con especialidad en contabilidad y finanzas, era la encargada de la comercialización de los sistemas y de brindar la consultoría y la capacitación para las empresas a las que desarrollaban las soluciones informáticas.
El negocio creció. Tenían la ventaja de ofrecer mejores costos que las desarrolladoras que llegaban a Guanacaste desde la Gran Área Metropolitana. Otra ventaja es la cercanía geográfica para atender los imprevistos que se presentan a las empresas clientes.
Hace seis años decidieron crear la marca de ContiCR. Desde el inicio se registraron como pyme ante el Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC). Así obtenían ventajas para iniciar la operación, como en pago de impuestos.
La cartera de clientes aumentó, por lo que hace dos años Edgar renunció a la empresa donde trabajaba y era jefe de informática. Dede ese momento se dedicó a tiempo completo al negocio propio.
ContiCR cuenta con pocos informáticos fijos y contrata según las necesidades para desarrollo de proyectos. “Tenemos una madurez de trabajo en equipo para llegar a nuevos clientes”, dijo Edgar. “Guanacaste es una zona de muy alto desarrollo y hay mucho crecimiento. Están llegando muchas empresas”.
Son oportunidades que también se le presentan a otras pymes de la zona.
Karen y Edgar consideran que, para eso, las pymes de Guanacaste deben enfrentar varios desafíos: elevar los estándares de calidad de sus servicios, cumplir los protocolos de atención y salud ocupacional, formalizarse, contar con facturación electrónica, desarrollar sus estructuras gerenciales y financieras, contratar talento con los requisitos necesarios y certificarse.
Para eso se requiere el apoyo de diversas entidades públicas y privadas. Asimismo, aprovechar los programas de instituciones como el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), del mismo MEIC o de Procomer, entre otras.
“Esperamos que estos programas continúen, que las pymes puedan crecer y que puedan aprovecharlos”, dijo Karen.
Mapeo de desafíos |
---|
Retos para las pymes de la provincia de Guanacaste: |
Infraestructura: caminos y rutas rurales para poder exportar. |
Formalización: registro de las pymes y facturación electrónica. |
Desarrollo gerencial: estructuración de operaciones gerenciales. |
Costos: las estructuras de costos (insumos, seguro social, electricidad y otros). |
Financiamiento: acceso a fondos de capital y créditos para proyectos de negocios. |
Talento: formación de recursos humanos con requisitos solicitados según servicios. |
Protocolo: elevar protocolos para brindar servicios a empresas internacionales que se ubican en la zona. |
Calidad: certificación de calidad de operaciones |
Fuente: empresas consultadas |
———
Esta publicación es parte del especial 200 Años Anexión Nicoya de ‘El Financiero’. Cliquee aquí para consultar todos los reportajes y artículos.