Inicialmente el negocio de la familia Elizondo era una pulpería destinada a un sector que dejó de existir (explotación forestal), pero al mismo tiempo los clientes provocaron la transformación que era inevitable: convertirse en un lugar en donde los viajeros pudieran comer algo en su transitar hacia Pérez Zeledón.
La historia que dio origen a esta empresa quizás sea similar a otras en el sentido de que su modelo de negocio no es el que tienen actualmente. Su fundación se dio en 1973 luego de que una pequeña pulpería se transformara en una soda.
Cuando don Eladio Elizondo tenía 19 años de edad administraba una pulpería en Ojo de Agua, El Guarco. En este pueblo los habitantes se dedicaban a actividades relacionadas con la tala del bosque. Sin embargo, en esos años se prohibió la comercialización de carbón y la tala. Fue entonces cuando el negocio dio un giro inesperado.
“La gente se comenzó a ir del lugar. En ese momento de angustia se fueron los clientes que habían. Otras personas pasaban al negocio y le decían a don Eladio: ‘¿usted no me vendería un café de ese que tiene usted ahí?’ (...) ‘¿Usted por qué no me vende un pedazo de pan, un pedazo de queso y nos lo calienta en algo?’”, relata el hijo de Eladio y gerente general de Los Chespiritos #1, Pablo Elizondo.
De esta manera, los mismos viajeros propiciaron a que el modelo de negocio pasara de venta de abarrotes a venta de comida, y los clientes fueron instruyendo a Eladio en qué era lo que tenía que hacer.
A pesar de que no tenía dotes culinarios, la ausencia de clientes en su pulpería dio paso a que en los primeros meses de 1973 buscara personal para empezar a vender comida costarricense en el local. El nuevo proyecto empezó a popularizarse por el sabor, la calidad y el precio de los platillos. Así nació Los Chespiritos #1.
Conforme fue creciendo el negocio, se fueron ampliando las operaciones. En 1982 Luis Elizondo, hermano gemelo de don Eladio, se unió a la empresa y abrieron más sucursales: Los Chespiritos #3, ese mismo año (en El Empalme); y Los Chespiritos #2, a mediados de los 90 (en Macho Gaff).
“Ya fue en los años 80 que la carretera (Interamericana Sur) se volvió popular. Había un dinamismo más fuerte, la gente viajaba más. Entonces a principios de los 80 ya comenzó a incrementarse el tráfico por la Interamericana Sur”, comentó el gerente general de Los Chespiritos #1.
Se hizo un cambio de clientes. Ya no eran clientes locales, sino que pasamos a clientes de la carretera.
— Pablo Elizondo, gerente general de Los Chespiritos #1
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¿Por qué Los Chespiritos?
En la primera cafetería del negocio familiar fundado por don Eladio había un colaborador que se parecía mucho al actor Roberto Gómez Bolaños, conocido como ‘Chespirito’.
“Los traileros que siempre han sido como muy joviales en su relación con la gente decían: ‘pasemos donde el Chespirito’, haciendo alusión al muchacho (...) Luego decían pasemos donde los Chespiritos”, dijo Pablo Elizondo.
En resumen, los clientes fueron los que le pusieron el nombre a la empresa.
Los clientes han puesto el negocio, han puesto la comida. Ahí no hay nada que un cliente no haya sugerido, o sea, los platillos que hay es porque alguien llegó y dijo ‘yo quiero que me cocinen tal cosa’.
— Pablo Elizondo, gerente general de Los Chespiritos #1
La marca se registró en la década de los 80. “Ha estado registrada sin competencia para la marca que también lleva ese nombre en producción audiovisual”, expuso Pablo.
Al mando de la segunda generación
En materia de dirección, la empresa evolucionó cuando los hermanos Eladio y Luis tomaron la decisión, hace aproximadamente ocho años, de dar paso a la segunda generación. Eso sí, ambos siguen estando presentes en el negocio.
Pablo (el hijo de don Eladio) y dos de sus primas hermanas se encargan de la codirección de la empresa familiar. Los Chespiritos #1 es gerenciado por el economista de profesión y Los Chespiritos #3 es dirigido por sus primas.
“Los negocios familiares son altamente complejos y requieren de lo que se conoce como un plan de sucesión. Ese plan de sucesión no siempre tiene que ser una cuestión estructurada y escrita y que siga un plan, pero sí tiene que haber una intención de que el negocio vaya a continuar en el tiempo y un acuerdo familiar que permita que se siga y que se mantenga una operación empresarial sin interrupciones”, comentó Pablo Elizondo.
Es una ventaja tener siempre a los líderes ahí guiándonos cuando tenemos una pregunta o cuando tenemos una crisis.
— Pablo Elizondo, gerente general de Los Chespiritos #1
Por el impacto de la pandemia de la covid-19, la empresa tuvo que cerrar temporalmente el local en Macho Gaff. La decisión se tomó porque la cantidad de viajeros que iban hacia la zona sur había mermado drásticamente y eso provocó que solamente fuesen sostenibles las operaciones de los otros dos restaurantes.
Sin embargo, en el mediano plazo se espera activar nuevamente este punto de venta.
De momento la compañía nacional está enfocada en seguir siendo sostenible y estable, pero los planes de expansión y de franquiciar son parte de los temas de conversación que se han manejado a lo interno del negocio.
Clientes de diversas zonas del país
Personas de diferentes zonas del país visitan Los Chespiritos no solo porque es una parada fija para muchos cuando pasan por la Interamericana Sur, sino también por tradición o antojo de comerse un platillo tradicional en alguno de los locales.
Entre semana lo usual es que los clientes visitan las cafeterías sean viajeros, pero los fines de semana hay muchas personas que tienen como destino Los Chespiritos para desayunar, almorzar, tomar café o cenar, y luego emprender su regreso a casa.
“Nosotros lo que buscamos es ser parte de la experiencia de las personas, por eso nuestro lema siempre ha sido ‘la parada inteligente’. Siempre hemos sido de la parada inteligente porque usted para y puede almorzar, puede ir al baño, puede utilizar el WiFi, puede cargar su vehículo eléctrico (...), y puede vivir una experiencia tradicional costarricense”, detalló el gerente general de Los Chespiritos #1.
Los dos restaurantes en operación tienen la capacidad de atender a alrededor de 250 personas cada uno. En un día muy concurrido, la empresa ha atendido a más de 3.000 consumidores.
Entre los platillos “estrella” de Los Chespiritos se encuentran la lengua en salsa, la carne en salsa, las tortillas con queso, las tortas de huevo y los picadillos de arracache, papa, palmito y papaya.
En las bebidas destacan el chocolate y el agua dulce. No es para menos, quienes han visitado uno de estos restaurantes saben que el frío es un infaltable.
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Medio siglo en el mercado
La empresa familiar pasó de tener un solo empleado en 1973 a contar, actualmente, con la colaboración de 70 personas vecinas de las zonas aledañas a Los Chespiritos.
El secreto de operar medio siglo en el mercado se basa en la transparencia que existe en la relación con clientes, proveedores y colaboradores.
“Si usted es transparente, entonces le va a vender al cliente un producto de calidad a un precio justo. Si usted es transparente con sus proveedores, les va a pagar lo justo por un producto de buena calidad. De igual forma con sus colaboradores, si usted es transparente con sus colaboradores va a ser abierto y les va a decir cuando estamos de buenas y cuando estamos de malas, y les va a retribuir de la manera que corresponde”, explicó el gerente general de Los Chespiritos #1.