Jessica Cascante, fundadora de The Style Room, llegó a la entrevista vestida al estilo sport chic, con unas tenis y un conjunto negro, pues antes pasó al salón de belleza a realizar varios mandados y le resultaba más cómodo. Traía otra opción de ropa.
Se cambió y salió con una blusa blanca y una falda verde. “Es mi color preferido”, confesó. “Para las fotos quería un look con un poquito más de estructura a nivel textil, más limpio y más ligero a nivel de colores”.
Ella cuida todos los detalles de su imagen tanto como cuando asesora a los clientes en eso mismo; imagen, para que se preparen y se desempeñen con autoridad, confianza y sin inconvenientes en los espacios laborales, académicos, de industria o profesionales. No siempre fue igual.
La virtualidad, que domina las interacciones en el ámbito corporativo postpandémico, requiere que las personas cuiden su presentación personal en videoconferencias y reuniones remotas.
“El diseño es clave”, dice Jessica. “Cualquier persona puede desarrollar su creatividad y a partir de ahí dejar su sello”.
La asesoría en imagen era una actividad que parecía exclusiva de las economías desarrolladas. La globalización, con la presencia de firmas en América Latina, Asia e incluso África, extendió la necesidad de este tipo de servicios.
¿Cómo empezó?
Jessica es de San Miguel de Santo Domingo de Heredia. La secundaria la realizó en el Colegio Monterrey y en el Santa María de Guadalupe. Desde su primer año sabía que estudiaría diseño de modas y averiguó el plan de carrera.
En 2008 ingresó a la Universidad Creativa. También estudió arte y comunicación visual. Su proyecto de graduación fue The Style Room, con el cual descubrió que las personas culpan a su cuerpo de su forma de vestir. Entonces fundó su empresa. Era eso o irse del país.
La fundó con un socio, que luego se separó. El socio era ingeniero y le ayudó a estructurar los costos y los servicios. Pero en aquel tiempo nadie pedía asesorías para cambiar su closet, mejorar su presencia en una exposición de negocios o ir de compras.
A finales de la década del 2000 al 2010, los únicos asesores de imagen eran los que salían en televisión.
Jessica empezó trabajando en varias empresas. Para conseguir clientes para sus servicios de asesoría de imagen creó un blog, asistió a eventos de marcas y aplicó una estrategia de networking.
Se dio cuenta, además, que le gusta trabajar con las personas. En eso ayudó que daba clases de baile. A ella le encanta la música salsa y la baila habitualmente desde hace 17 años.
Su red de clientes creció. Muchos de ellos la recomendaban también con otros.
Datos vitales |
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Empresa: The Style Room. |
Emprendedora: Jessica Cascante. |
Fundación: 2011. |
Ubicación: Área Metropolitana. |
Servicios para personas: asesoría de imagen, análisis de guardarropa, personal shopping y styling. Costos entre $380 y $400; también ofrece paquetes de $1.100. Membresía de $150 para participar en un programa especial. |
Servicios para empresas: capacitación a ejecutivos y al personal. Costos varías según necesidades. |
Servicios para tiendas: visual merchandising, entrenamiento al personal de las tiendas y creación de contenido. |
Recomendación emprendedora: “El poder del networking es impresionante. Involúcrese con otras personas una o dos veces por semana. Si tiene timidez, suéltese. Y avance, siempre hay formas de perfeccionar. No se estanque. Pero, en especial, haga lo que le haga realmente feliz. Si hace algo por dinero, en algún momento le pesará como cualquier otro trabajo. Haga algo que realmente le llene el corazón” |
Primeros clientes
La mayoría de las personas la llaman para realizar una transformación total de su closet. Por diferentes razones —un divorcio, un despido, una entrevista— piensan que las demás personas se fijan en ellas. Y les preocupa que no les quede bien lo que tienen. También enfrentan retos. Tienen que ir a eventos elegantes, cócteles o cenas y no saben qué hacer.
Con la primera cliente, Jessica se enfocó en cómo sacar provecho al closet. Con otro de sus clientes iniciales realizó un análisis de colores, de las proporciones del cuerpo y de los ajustes en la ropa, pues él vestía con ropa que le quedaba grande y una combinación de colores que no le era favorable.
“No se cambia el gusto de la persona. Se llega a la esencia y a partir de ahí direccionamos hacia dónde colocar los esfuerzos”, explica Jessica. “El fin es crear un impacto en las personas con las que se relacionarán”.
Si la persona requiere trabajar la etiqueta para un evento, Jessica puede ponerla en contacto con un especialista. Lo mismo si se requiere trabajar lo emocional.
“Puedo ayudar a sacar la magia que la persona lleva dentro para que se sienta fabulosa. Pero si hay algo que necesita otro tipo de trabajo, sugiero que lo acompañe con terapia”, dice Jessica.
La mayoría de los clientes son profesionales en ingeniería, informáticos, doctores o farmacéuticos, entre otros, que usualmente se desempeñan en ambientes casuales.
Ellos requieren una asesoría para mejorar su presentación cuando deben asistir a un evento con ejecutivos de la empresa o de otras empresas, van a entrevistas, obtuvieron un ascenso o deben desempeñarse en un ambiente más formal.
El cambio del tiempo
Desde hace seis años, la asesoría de imagen se complementa con el servicio de styling, donde se trabaja en sesiones de fotografías para efectos de redes sociales.
Quienes solicitan más este servicio para LinkedIn suelen ser gerentes y ejecutivos. En Instagram, la demanda viene de personas emprendedoras. Junto con la asesoría, se realizan capacitaciones sobre herramientas para el desarrollo de la marca personal.
La pandemia, contrario a lo que se pensaría, fue un periodo de mucho trabajo para Jessica. La solicitaban para asesorías sobre imagen en las videoconferencias.
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Las personas se dieron cuenta que su presentación y el fondo (físico o virtual) son claves para los negocios y el trabajo. También aumentaron los talleres virtuales.
Con el retorno a las oficinas, ya fuera en su modalidad mixta o totalmente presencial, las personas solicitaron ayuda para lucir bien, pues no habían renovado su vestimenta.
La asesoría se fija en cómo lucir de acuerdo con las características físicas, la personalidad y otros factores personales.
En la actualidad, la inteligencia artificial generativa, ya sea con el Chat GPT u otras aplicaciones basadas en esa tecnología, responden a consultas sobre qué vestir, resuelven dudas sobre combinaciones de colores o para comprar ropa en línea. No es la única tendencia en boga.
Otra es la de transformar y darle un nuevo uso a la ropa (recycling), en lugar de desecharla, basándose en la sostenibilidad ambiental y la economía circular.
En lo social, a la par de la demanda en la industria por el pago y trato justo en la fabricación, se desarrollan proyectos con sectores de población vulnerables.
Jessica trabaja con un grupo de mujeres que diseñan y crean bolsos o aretes a partir del cuero de pescado. También se trabaja con cabuya, con la ayuda de un señor de 83 años que mantiene la actividad. Y, por supuesto, está la digitalización.
A través de su sitio web, Jessica ofrece una membresía para que las personas prueben el servicio, conozcan y desarrollen su estilo personal, obtengan descuentos en marcas y tiendas, realicen consultas, reciban correos electrónicos y participen en una comunidad virtual y en eventos.
Con este programa, Jessica puede alcanzar clientes de diferentes países, una experiencia en la que ya tiene camino recorrido, pues cuenta trabaja con personas de México y Estados Unidos.
Ella vuelca toda su pasión en cada uno de estos proyectos. “Yo veo a la gente que sale feliz”, dice. “Me escriben o me llaman para contarme sobre la reacción de las demás personas en el trabajo o en la empresa. Este tipo de cosas me motivan a buscar alternativas para lo que necesitan”.
Y lo que requieren puede ser desde cómo vestir para ir al salón de belleza y a hacer mandados, o hasta cómo ir a una entrevista como esta.
Recomendaciones de estilo |
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Algunos consejos generales que usted puede seguir: |
Cuide el calce de la ropa: que los ruedos de los pantalones o las faldas, las costura del hombro y las mangas de camisas, camisetas, vestidos, enaguas o trajes queden correctamente, tanto en estilo deportivo, casual, laboral, casual business o ejecutivo. “El calce de la ropa pueda hacer que te veas 10 veces mejor si lo haces bien”, afirma Jessica. |
Aplanche: “No hay discusión”. ¡Qué no se vea ninguna arruga! |
Lavado: lave correctamente. “De nada sirve invertir una fortuna si no se cuida la ropa”. No mezcle lino, algodón y poliéster. Lave al mano el lino. Y cuide la ropa blanca especialmente. Lo mismo pasa con la ropa de color negro. |
Zapatos: tienen que ser cómodos. Un calzado incómodo puede tener consecuencias en la salud física y causar inconvenientes o accidentes. |
Peinado: es el sello personal. Cuidar la salud del cabello y el corte. Si hay zonas que van quedando sin pelo, considerar las opciones dependiendo de su personalidad y de cómo se sienta bien. |
Barba: tiene que estar bien recortada y no debe haber vello en el cuello. |
Vello: cuidado con el vello de orejas, nariz y otras zonas de la cara que pueden tener un efecto desfavorable. “Todo eso tiene que estar recortado. Debería de ser como desayunar. Antes de salir debe revisar que todo esté bien”. |
Maquillaje: debe maquillarse a tiempo en su casa. Ni en el automóvil ni un minuto antes en la oficina. Al hacer en el vehículo o en el trabajo está comunicando que no gestiona su tiempo. |
Contextura del cuerpo: hay opciones para todas las personas, independientemente de la forma, altura y tipo de cuerpo. |
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