En los últimos meses hemos visto el uso descarado y totalmente inapropiado de la religión para jalar votos a un candidato presidencial, algo que además se supone es prohibido por la Constitución.
En los últimos meses hemos visto el uso descarado y totalmente inapropiado de la religión para jalar votos a un candidato presidencial, algo que además se supone es prohibido por la Constitución.