La demanda interna del país ha comenzado a sufrir de los mismos virus que le aquejan al resto de la economía y sus efectos se traducen en la poca capacidad de las personas de consumir y la necesidad del Gobierno de aumentar su gasto.
La demanda interna del país ha comenzado a sufrir de los mismos virus que le aquejan al resto de la economía y sus efectos se traducen en la poca capacidad de las personas de consumir y la necesidad del Gobierno de aumentar su gasto.