A sus 33 años, antes de iniciar el programa de educación dual, Daniela nunca había tomado la cocina como un oficio. Hoy, trabajar como cocinera en un resort, la sacó del desempleo en el que sumaba ya su sexto año consecutivo. Antes de eso probó un poco de todo, trabajó en casas, una gasolinera, una melonera y una panadería.