Cuando escuchábamos el debate de los magistrados nos hacíamos la pregunta: ¿Estamos escuchando a los más altos Jueces de la República o a los miembros de un sindicato? Es normal que un gremio defienda sus intereses, pero resulta repudiable el uso de la investidura de un poder de la República para entrar en la rebatiña como uno de los tantos grupos de presión de Costa Rica.