La diversificación del inventario, sin dejar de lado la tradición familiar, fue una de las estrategias de la Librería Lehmann para salir a flote en medio de cambios de ubicación y crisis por la pandemia.
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Librería Lehmann, antiguo inquilino del inmueble, lo desocupó el 1 de octubre por diferencias con los propietarios.
Una vez que retornaron a Costa Rica, de donde fueron deportados durante la Segunda Guerra Mundial, muchos ciudadanos alemanes inocentes no pudieron recobrar lo que les pertenecía. Es lo que sucedió con el emblemático local de la Librería Lehmann, que a la vuelta de los años fue traspasado al Hogar de Ancianos Carlos María Ulloa, al cual la familia Lehmann -de origen alemán- ha tenido que pagarle desde entonces alquileres millonarios.