En Costa Rica desde la década de los noventa no se les exigía el pago de este impuesto a los diplomáticos. Para eso el Ministerio de Relaciones Exteriores daba un carné que acreditaba a los diplomáticos como miembros de la Misión Diplomática, el cual contenía un sello estampado por la Dirección General e Hacienda, de acuerdo a la fuente consultada.