El exeditor del diario sensacionalista ‘National Enquirer’ describió a lo largo de la semana cómo el medio compró historias para que no se publicaran en otros medios y no perjudicaran la campaña del republicano en 2016.
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Ahora que los fiscales federales han despejado una parte de la neblina que cubrió la campaña de 2016, es fácil ver que ‘The Enquirer’ fue más que una publicación que inflaba a Trump al atacar a sus rivales.