Hay que cambiar la pregunta que se le hace tradicionalmente a los inverionistas: "¿cuánto riesgo está dispuesto a asumir?", por una serie de interrogantes que buscan explorar sus objetivos, por ejemplo: ¿cómo visualiza su retiro?, ¿cómo visualiza el momento de heredar? y ¿cómo le gustaría que sean los estudios de sus hijos?