La economía costarricense tendría un crecimiento moderado de 3,5% en 2026 debido a la desaceleración de la demanda externa, luego de haber crecido un 4,2% en este 2025, según las estimaciones del Banco Central de Costa Rica (BCCR).
Así lo anticipó Róger Madrigal, presidente del BCCR, al presentar el Informe de Política Monetaria (IPM) de octubre. Este incluye una revisión al alza de 0,4 puntos porcentuales (p.p.) en el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) respecto a lo estimado en el IPM del mes pasado.

Según Madrigal, en el próximo bienio se espera un mayor dinamismo de la demanda interna, sustentado en la expansión del consumo de los hogares y la recuperación de la inversión.
Como resultado, se proyecta que la economía nacional crezca en promedio 3,6% entre el 2026 y el 2027, estimulada principalmente por esa demanda.
Puntualmente en 2027 la economía crecería 3,8% debido a la evolución de la demanda interna y a una mayor contribución de la demanda externa neta, dado el aumento esperado en el crecimiento de los principales socios comerciales.
“En el horizonte de proyección, el nivel del PIB se ubicaría cerca de su potencial, por lo cual no se anticipan presiones inflacionarias significativas asociadas a excesos de demanda agregada”, dijo el jerarca.
Aclaró que estas estimaciones consideran un impacto moderado del aumento de los aranceles impuestos por Estados Unidos a las exportaciones desde Costa Rica. No obstante, dada la elevada incertidumbre, este impacto puede ser mayor.
Organismos internacionales también proyectan una desaceleración de la economía mundial en 2026 con respecto a 2025.
Por debajo de la meta
Durante el tercer trimestre del 2025 la inflación general, medida con la variación interanual del Índice de Precios al Consumidor (IPC), retornó a valores negativos (-0,8 % en promedio), lo cual difiere de la proyección realizada en julio pasado, que ubicó ese resultado en 0%.
Por su parte, el promedio de la inflación subyacente se situó en 0,4%, inferior a lo estimado en julio (1,0%).
Madrigal señaló que la inflación general se ha consolidado en niveles bajos y estables, lo cual es coherente con lo que la ley le encomienda al Banco Central, pero reconoció que se ha ubicado en niveles inferiores a su meta operativa. La meta de inflación se mantiene en 3% ± 1 p.p.
“El comportamiento de la inflación general respondió, en buena medida, a factores que están fuera del control de la política monetaria. Principalmente, influyeron la reversión de choques de oferta de origen externo, debido a la trayectoria descendente de los precios internacionales de hidrocarburos en el presente año, y de choques internos asociados al efecto adverso de eventos climáticos sobre los precios de algunos productos agrícolas”, explica el IPM.
Los modelos de proyección del Banco Central señalan que, en lo que resta del 2025 y durante los primeros meses del 2026, se mantendrán los valores interanuales negativos en la inflación general debido a la evolución esperada en los precios de algunos productos agrícolas.
Así, el BCCR espera que la inflación general ingrese al rango de tolerancia alrededor de la meta en el segundo trimestre del 2027.
