La junta directiva del Banco Central de Costa Rica (BCCR) a esta institución a comprar en el mercado secundario hasta ¢250.000 millones en títulos del Ministerio de Hacienda, según un acuerdo de la sesión realizada el pasado 13 de abril.
Esto ocurriría únicamente en caso de que existan problemas sistémicos de liquidez en ese mercado, y su propósito sería mitigar esas tensiones y contribuir a preservar la estabilidad del sistema financiero costarricense, explicó Rodrigo Cubero, jerarca del Central.
¿Por qué habilitaron esta medida?
Es una medida que el Banco Central adopta para garantizar la liquidez en el sistema financiero y por ende la estabilidad de esta industria.
“El Banco Central está dispuesto a inyectar la liquidez que se requiera en esta coyuntura para asegurar la estabilidad del sistema financiero. En el contexto actual, esta postura es coherente con el compromiso firme del Banco con una inflación baja y estable”, destacó el presidente del BCCR.
Recientemente, los mercados bursátiles de Costa Rica en colones han mostrado algunas tensiones de liquidez, producto de la pandemia.
Lo anterior ha ocasionado una reducción en los volúmenes transados en el mercado secundario y en un incremento importante en el volumen de oferta de venta, en relación a las de compra. En menor medida, se han experimentado alzas en los rendimientos de algunos instrumentos.
La incertidumbre sobre la duración de las medidas sanitarias para contener el COVID-19, así como la profundidad del golpe que dará a la economía, explica parte de esas tensiones. Pero, existen otros elementos que impactan los mayores requerimientos de liquidez.
Uno de ellos es el retiro actual (o esperado) de los fondos por la solicitud de recursos del Fondo de Capitalización Laboral (FCL) o las readecuaciones y moratorias de los créditos.
Adicionalmente, entra en juego la preferencia de los ahorrantes por tener mayor liquidez y por último, la transmisión de las tensiones de los mercados financieros internacionales.
Los títulos de Hacienda representan el 66% del total de valores en circulación en el mercado costarricense, por lo que si se presentan un ajuste abrupto pueden generar un efecto dominó en el resto de la industria.
Al final, se podría estropear el funcionamiento del sistema de pagos, incidir negativamente en la política monetaria y arriesgar la estabilidad del sistema financiero, argumenta el Banco Central en el comunicado de prensa emitido la tarde del 15 de abril.
El Banco Central participaría entonces en el mercado secundario, como complemento de sus operaciones de gestión de liquidez que ya ejecuta en el MIL, en los mercados de liquidez de la Bolsa Nacional de Valores y con los títulos propios del mercado secundario.
La compra de valores que incluyen títulos del Gobierno es una práctica común entre los bancos centrales del mundo, cita el Central en el comunicado. Estos programas buscan proveer liquidez y asegurar la efectiva transmisión de la política monetaria. El Fondo Monetario Internacional (FMI) recomienda esta práctica.