El aparente faltante de efectivo de ¢3.293,8 millones en el Banco Nacional de Costa Rica (BNCR) no va a afectar financieramente a los clientes de la entidad, según cinco expertos consultados por El Financiero. Aunque la confianza del público en la institución sí podría verse impactada.
La justificación de tres exgerentes de bancos en Costa Rica, un analista financiero y el director general de la Oficina del Consumidor Financiero (OCF) es que aunque la cifra en bruto es muy importante y cuantiosa, representa una parte pequeña de las finanzas del BNCR, el banco más grande del país según activos.
Para una persona deudora o para un ahorrante no tiene efecto lo que pasó en el banco. El BN tiene un patrimonio muy grande.
— Fernando Naranjo, exgerente del Banco Nacional y exministro de Hacienda
De acuerdo con datos del balance de situación del Banco Nacional hasta el 30 de setiembre pasado, disponibles en el sitio web de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef), la institución contabiliza activos por ¢8,33 billones y pasivos por ¢7,59 billones.
Esto quiere decir que el aparente faltante de efectivo representa un 0,04% tanto de los activos totales del BNCR como de los pasivos.
Los ¢3.293,8 millones representan un 0,07% de la cartera de crédito que mantiene el Banco Nacional y un 17% de las utilidades. Según datos disponibles en la página web de la Sugef, al noveno mes del año en curso la cartera crediticia de la entidad pública alcanzaba los ¢5,05 billones y las utilidades (ganancias), tras descontar impuestos y participaciones, ascendían a ¢19.341 millones.
Quizás lo que podrían experimentar los clientes es una pérdida de confianza hacia la entidad. “Una pérdida de esta magnitud no tendría un impacto tan directo en los ahorrantes como tal, sino más bien en la confianza, la imagen y de pronto un poco la calificación de riesgo que podría generarse”, dijo Juan Diego Sánchez, abogado y analista financiero.
El presunto faltante de efectivo en el BNCR corresponde a la diferencia contable entre los registros y el dinero existente en custodia de uno de los cinco funcionarios denunciados por el Banco Nacional ante el Ministerio Público.
El efecto del aparente faltante
El gerente general a.i. del Banco Nacional, Jaime Murillo, detalló en una conferencia de prensa realizada el pasado 24 de octubre que el aparente faltante de ¢3.293,8 millones en la entidad no va a afectar la solidez de la organización, la solvencia ni los recursos de los ahorrantes.
Tras consultas de este medio, Murillo indicó que la cifra mencionada anteriormente no pone en riesgo la liquidez del Banco Nacional ni tampoco el dinero de los clientes de la entidad.
LEA MÁS: ¿Quiere saber qué tan sólido es su banco? Conozca los resultados de suficiencia patrimonial
A criterio de Carlos Fernández, exgerente del Banco de Costa Rica (BCR), aunque la suma es realmente cuantiosa, representa un 10% de cara a las utilidades estimadas de todo el 2023 y un 0,3% del tamaño del Banco Nacional, por lo que no va a afectar “en nada” a los clientes de la institución.
“Los depositantes no tienen que tener ningún tipo de preocupación porque el banco es el más grande del país, muy sólido, y aunque esto es importante de cara al público y a la prensa, es como que un cliente no le pague un crédito de $6 millones”, consideró Fernández.
Además, el director general de la OCF, Danilo Montero, explicó que no ve cómo el riesgo operativo que sufrió el banco estatal se traslade a los clientes porque el monto “es posiblemente comparable con lo que tiene que pagar el banco contra utilidades cuando limpia la cartera, cuando pasa una cartera morosa (...)”.
LEA MÁS: ¿Sabía que hay un fondo que respalda sus ahorros? Este es el monto que tiene acumulado
En caso de que las investigaciones arrojen que esa cantidad de dinero debe ser considerada como pérdida y ante la falta de un seguro que cubra algún riesgo del numerario, el Banco Nacional tiene dos caminos, según el exgerente del BCR: tomar dinero de las provisiones o de las utilidades del año. “La razonabilidad es que se tome esa plata de las provisiones”.
“Las normas de Basilea y la misma Sugef le exigen a los bancos, y en particular al Banco Nacional que es tan grande, que hagan provisiones por eventuales riesgos operativos. Esto se trata de un riesgo operativo. Si uno ve los balances del banco, el banco en provisiones tiene ¢18.000 millones. Si finalmente se determina que el dinero (¢3.293,8 millones) se perdió, el banco ajusta las cuentas contables contra esa estimación que tiene para riesgo operativo y otros riesgos (...) Las provisiones le alcanzan unas seis veces para cubrir el riesgo operativo. Entonces si toma de esas provisiones para limpiar esa eventual pérdida, no toca los estados financieros en cuanto a sus utilidades de 2023″, agregó Fernández.
El Financiero consultó al Banco Nacional sobre cuál cuenta usaría si tuviera que registrar el dinero en cuestión como pérdida, sin embargo, la Dirección de Relaciones Institucionales y Sostenibilidad del BNCR contestó que la entidad “no se referirá más a consultas relacionadas sobre el caso porque el mismo se encuentra en proceso de investigación, y cuando se cuente con nuevos elementos se informará oportunamente”.
Como estos son eventos tan aislados en el tiempo, de hecho si nos devolvemos los 109 años de historia del Banco Nacional, realmente son eventos muy esporádicos (...) la respuesta es que no existe un seguro que cubra este riesgo del numerario o contra alguna pérdida del numerario, principalmente, porque la experiencia dice que el costo-beneficio juega un poquito en contra. Realmente no ha sido necesario hasta aquí tener un seguro en esa línea.
— Declaraciones del gerente general a.i. del Banco Nacional, Jaime Murillo, en conferencia de prensa
Montero y el exgerente del BAC, Gerardo Corrales, explicaron a este medio que si el dinero no aparece, la entidad bancaria tendrá que liquidar esa pérdida contra las utilidades anuales y eso implicaría una reducción en la cantidad de dinero que se destina al pago impuesto sobre la renta y de las cargas parafiscales (porcentaje de las ganancias que los bancos como el Nacional deben girar a otras instituciones como la Comisión Nacional de Préstamos para la Educación y el Régimen de Invalidez, Vejez y Muerte, IVM).
Además, el gerente general a.i. del Banco Nacional comentó en la conferencia de prensa que en caso de que la institución tenga que asumir ese monto como pérdida operativa, la suficiencia patrimonial tendría una afectación de seis puntos base hacia la baja (es decir, un 0,06%).
Aquí el gran perdedor, si es que podemos llamarlo de esa manera, serían los dueños de la organización que tendrían una menor utilidad y una menor rentabilidad. En este caso los accionistas de un banco estatal somos todos los ciudadanos, pero como no hay dividendos, eso no se percibe. Quizás el impacto es que el banco tendría menor capacidad para pagar dividendos. No es que esté minimizando la cosa, pero entre la magnitud del Banco Nacional, esta cifra no genera mayor impacto.
— Gerardo Corrales, exgerente del BAC
La confianza en el banco
Un banco está construido sobre los cimientos de la confianza de sus clientes. Ante esto, el exgerente del BAC, detalló que si la reputación del BNCR se empieza a poner en duda, podría generar algún efecto de corrida bancaria. Aunque hizo la salvedad, que es algo que no cree que ocurra con este caso en particular.
“Sí preocupa que se vienen dando una serie de eventos como los hackeos a las cuentas, algunas caídas a los sistemas de información, ahora este evento, y que se vayan acumulando cosas y la gente empiece poco a poco a perder la confianza”, agregó Corrales.
El director general de la Oficina del Consumidor Financiero considera que el Banco Nacional tiene una tarea importante de convencer a los clientes de seguir confiando en él. “Es exactamente igual que cuando un avión tiene un accidente aéreo. Aquí en este caso creo que no hay muertos. El avión se dañó, pero no hay muertos. La aerolínea debe convencernos de que debemos seguir volando con ella”, ejemplificó.
Además, Fernando Naranjo, exgerente general del Banco Nacional y exministro de Hacienda, expuso que hacia el futuro la confianza que las personas tienen en la entidad bancaria depende mucho de la forma en que las autoridades de la institución manejen el problema.
¿Qué pasó en el Banco Nacional?
A través de un comunicado emitido a las 7:34 p. m. del pasado lunes 23 de octubre, el Banco Nacional informó que, como parte de las revisiones que realiza periódicamente a sus diferentes procesos internos, detectó algunas inconsistencias en el área de Administración de Numerario --donde tradicionalmente se suelen manejar las existencias de efectivo en bóvedas y cajeros automáticos--.
Ante esto, la institución comunicó que suspendió cautelarmente a cinco funcionarios mientras se desarrolla la investigación.
Esa misma noche, la entidad bancaria convocó a una conferencia de prensa que se realizó la mañana del martes 24 de octubre. En ella, el gerente general interino del Banco Nacional dijo que tras una revisión efectuada a inicios de este mes en el área de Administración de Numerario se detectó una diferencia de efectivo entre el registro contable contra lo que uno de los custodios tenía bajo su custodia.
La diferencia corresponde a ¢3.293,8 millones. “Estamos revisando, hasta este momento, es que esa diferencia hay que reconstruirla hacia atrás, devolviéndose día con día, porque podrían haber defectos contables, o una mala operación, o algún tema incluso a nivel de los sistemas de información que hayan impactado esa cuantía”, explicó Murillo.
De momento, las autoridades del banco aseguran no tener indicios de cómo o cuándo se generó el aparente faltante del dinero.
En la conferencia de prensa, también se informó que el Banco Nacional presentó, la mañana de ese martes, una denuncia penal ante el Ministerio Público contra los cinco funcionarios (suspendidos cautelarmente) por los presuntos delitos de peculado e incumplimiento de deberes, con el objetivo de esclarecer lo sucedido.
Los denunciados, cuatro hombres y una mujer, tenían funciones de supervisión en el área de Administración de Numerario, custodia y contabilidad. Se trataría de dos supervisores del área, un técnico, un custodio y un contador.