A partir del próximo 1.° de marzo el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) reducirá en 0,10 puntos porcentuales la tasa de interés de los préstamos vigentes y de los nuevos del sector público soberano que cuenten con un esquema de tasa de interés con margen variable (tasa Libor más el margen).
Así lo confirmó el organismo multilateral mediante un comunicado de prensa.
Esta acción pretende impactar unas 90 operaciones que incluyen la cartera que ya fue desembolsada, los préstamos aprobados pendientes de desembolso y las operaciones que están contempladas en el Plan Anual 2021 y que de forma agregada ascienden a cerca de $10.000 millones. Según indicó Dante Mossi, presidente ejecutivo del BCIE.
La reducción en las tasas de interés se debe a la mejora continua en los costos de captación del banco, en particular por las emisiones de los bonos en los mercados de capital internacionales donde el multilateral es reconocido con el mejor riesgo de Latinoamérica, pues cuenta con un rating AA.
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“Estoy convencido de que esta tendencia de mejora en nuestras condiciones financieras continuará, en función de nuestra alta calificación crediticia la cual está fundamentada en el continuo apoyo de nuestros socios como quedó evidenciado en el año 2020 con la implementación del VIII Incremento de Capital, la incorporación de nuevos socios extrarregionales como la República de Corea, la diversificación de nuestra cartera de créditos y nuestro estatus de acreedor preferente”, afirmó Mossi en el comunicado de prensa.
La reducción en la tasa de interés es una herramienta del multilateral para apoyar los esfuerzos de reactivación económica en la región. El 9 de febrero de 2021 el banco emitió su primer Bono Social por $500 millones en los mercados de capital con condiciones financieras muy favorables, el cual tuvo una amplia participación de inversionistas.
En el comunicado de prensa el BCIE manifestó que continuará con el apoyo a países que diseñen, implementen y ejecuten programas y proyectos para enfrentar la crisis por la COVID-19, así como los efectos adversos que dejan los desastres naturales en la región; como los que dejaron las tormentas tropicales Eta e Iota.