Noelia redujo el ahorro de su salario en dólares de un 50% a un 20% para poder hacerle frente a los gastos mensuales en colones, mientras que otra joven a la que llamaremos Rebeca, para proteger su identidad, ahora destina más dólares para comprar la comida y ha tenido que recortar algunos gastos.
Ambas teletrabajan para empresas transnacionales.
El golpe en el poder adquisitivo de quienes perciben sus ingresos en dólares en Costa Rica empezó a notarse desde la segunda mitad de 2022. La afectación desde ese entonces ocurre porque el precio de la divisa estuvo cerca de alcanzar los ¢700 a finales de junio, pero luego experimentó una tendencia bajista que aún se mantiene.
De esta forma, los trabajadores obtienen menos colones por cada dólar que convierten.
Para dar una idea de este golpe, basta con observar que el tipo de cambio para la compra de referencia del Banco Central de Costa Rica (BCCR) bajó de ¢691,76 por dólar el 24 de junio de 2022 a ¢499,86 el 21 de marzo de 2024. La magnitud de esta caída es de 27,7% o ¢191,9.
Ahora, si solo se quiere observar el impacto interanual, el ejercicio arroja que quienes ganan en dólares y colonizan el sueldo, el 28 de febrero pasado percibieron 8% (¢44,35) menos de ingresos para hacer frente a sus gastos en colones, en comparación con la misma fecha de 2023.
En otras palabras, si se toma en cuenta la referencia del Central, una persona que gana $1.000 quincenales obtuvo ¢44.350 menos.
Los trabajadores que ganan en dólares se concentran, principalmente, en transnacionales, las cuales representan un porcentaje valioso del Producto Interno Bruto (PIB) de Costa Rica (alrededor de un 12%); y también en compañías dedicadas al turismo y a las exportaciones.
Según Luis Rivera, director del Sistema Centralizado de Recaudación (Sicere) de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), no hay detalle de cuántos trabajadores reciben sus ingresos en dólares en el país, pues todos los patronos deben reportar los salarios en colones.
“Todos los meses los patronos reportan ante la CCSS los salarios de sus trabajadores y los mismos pueden variar de un mes a otro por diversas razones. La variación puede deberse a incapacidades, permisos, tiempo extraordinario, cantidad de días laborados y muchos otros factores, incluido la posibilidad de que algunos trabajadores les paguen en dólares…”, comentó Rivera.
De lo que sí hay certeza es que las personas que ganan en dólares y tienen que enfrentar la mayoría de sus gastos u obligaciones en moneda nacional han sufrido una reducción en el poder adquisitivo en poco menos de dos años. Ahora están desembolsando una mayor porción de sus ingresos para cubrir bienes o servicios en colones que no han subido de precio.
Como es lógico, cuando eso sucede, otros componentes del presupuesto se ven reducidos o eliminados, pues las obligaciones pasan a acaparar la disponibilidad del efectivo.
Exploremos este impacto.
Golpe a los bolsillos
“He percibido un rebajo de más o menos ¢250.000 por esto mismo, por la situación del dólar. Ha sido una situación muy complicada, toca ajustarse el cinturón”, comentó Rebeca, una joven que ingresó a trabajar a una transnacional en octubre de 2020.
Ante esto, ella ha disminuido gastos. En la medida de lo posible ahorra unos cuantos dólares, y como tiene un emprendimiento que consiste en impartir clases de inglés, los colones que se gana por dar las lecciones los utiliza para pagar algunos bienes o servicios.
El 100% de los gastos de Rebeca son en colones, y los que más impactan su bolsillo son el pago de la comida y del cuatrimestre universitario. En comparación con el año pasado, ahora la joven ha tenido que desembolsar cerca de $70 más para comprar los mismos alimentos.
Al igual que Rebeca, Noelia tiene todos los gastos en colones y también ha sido afectada. Ahora le cuesta “mucha más cantidad de dólares para adquirir lo mismo que antes estaba comprando”. Ella entró a trabajar en una transnacional en setiembre de 2022.
Uno de sus gastos más recurrentes es el pago del gimnasio. La mensualidad en colones no ha variado en el último año; sigue siendo de ¢28.000, sin embargo, costear este monto representa una cantidad de dólares diferente. En abril del año pasado desembolsó $53,03 y en marzo de 2024 destinó $56,45.
De momento, ninguna de las dos trabajadoras alquila vivienda —rubro de bastante peso en el presupuesto de otras personas— pues viven en casa de sus padres.
Cuando uno dice ‘mire, es que la inflación en Costa Rica fue de -1%’, la gente dice en la calle ‘no, es que aquí no han bajado los precios’. Bueno, es porque el costo de la vida sigue subiendo, el costo de la vida involucra otra cosa que no es inflación, como aumentos relativos.
— Exsuperintendente de pensiones Édgar Robles
Destinar más dólares
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), el costo per cápita mensual de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) nacional subió de ¢52.270 en febrero de 2022 a ¢60.450 en febrero de 2023. Un incremento de 15,6%.
Los subgrupos de alimentos incluidos en la canasta son: lácteos, carne de res, carne de cerdo, pollo, embutidos, pescado, leguminosas, hortalizas, frutas, tubérculos y raíces, pan y galletas, cereales y otros, azúcar, huevo, grasas, otros alimentos, y bebidas no alcohólicas.
Después del registro de febrero de 2023, el precio per cápita mensual de la CBA empezó a descender, pero aún se encuentra en niveles superiores a los del segundo mes de 2022. Entre febrero de 2023 y 2024, el valor de la canasta alimentaria bajó ¢3.085.
Pese a la reducción del último año, si se hace el ejercicio de convertir el precio de la CBA a dólares, utilizando la referencia de compra del BCCR, se obtiene que este era equivalente a $112,5 al último día de febrero de 2024: $3,9 más que la mismo día del año pasado. Este fenómeno también ocurre con rubros como el transporte.
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Quizás uno de los pocos gastos en moneda extranjera que no ha variado es el alquiler de la vivienda pactado y pagado en dólares.
Según la Ley General de Arrendamientos Urbanos y Suburbanos (7527), a diferencia de los alquileres pactados en colones, el precio convenido en los arrendamientos para vivienda en dólares no se puede ajustar durante el plazo del contrato.
Además, al pactar el contrato en moneda extranjera y pagarlo en dicha divisa, no va a existir ninguna variación en la mensualidad pese a cualquier volatilidad que pueda sufrir el dólar. De ahí que lo razonable es que si una persona recibe sus ingresos en dólares, alquile una vivienda en esa moneda.
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Reducción del disponible final
En términos generales, tras la reducción del poder adquisitivo y el pago de distintos gastos u obligaciones principalmente en colones, el dinero “libre” para otros destinos como el ahorro se verá reducido. ¿Cuán golpeado será ese “disponible”? Eso varía dependiendo de cada caso.
Si usted es uno de los trabajadores que recibe el salario en dólares, ante la baja en el precio de la moneda puede tomar en cuenta algunas recomendaciones brindadas por Ricardo Álvarez, jefe del Departamento de Finanzas de Grupo Mutual, y Adriana Rojas, socia fundadora de la empresa Salud Financiera:
- Revise su presupuesto detalle por detalle, para determinar cuáles gastos sufren mayor variación.
- Valore recortar algunos gastos y reducir rubros menos prioritarios —salidas frecuentes a restaurantes, vacaciones—, para equilibrar sus gastos de acuerdo con sus ingresos.
- Busque alternativas para aumentar los ingresos mediante talentos en acción. Por ejemplo, si habla otro idioma, podría analizar la opción de impartir clases virtuales y cobrar en colones.
- Piense en alguna asesoría si se encuentra ante un bloqueo. “Ojalá acompañarse por un experto que le pueda dar la luz en medio de esas situaciones en que la persona está viendo un árbol de frente, bloqueos y demás, entonces uno les permite ver un bosque y encontrar soluciones”, dijo Rojas.