Los depósitos a plazo en los bancos estatales se han disparado desde mayo del 2024, mes que coincide con el inicio de la intervención de Coopeservidores.
Según datos disponibles en el portal de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef), la captación a plazo en los bancos estatales creció en un 11,41% a agosto del 2024. En ese mismo periodo, la de los bancos privados creció en 3,81% y la de las cooperativas de ahorro y crédito en 1,07%.
Llama la atención que antes de que iniciaran las intervenciones, en abril, la captación a plazo en los bancos estatales se contraía en un 10,23%, mientras que en las cooperativas crecía a un 9,42%. La captación de los bancos privados también se elevó, pues en abril aumentaba solo en 1,27%.
¿Influyeron las intervenciones?
A pesar de estás coincidencias, es difícil señalar categóricamente que es por la intervención de Coopeservidores —y después la de Desyfin— que los recursos a plazo se movieron hacia los bancos estatales.
El mismo BCR le mencionó a este medio, por correo electrónico, que la principal razón de los movimientos es un incremento en la colocación de crédito y no una causalidad por las intervenciones.
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“El fondeo necesario para satisfacer el crédito está siendo nutrido por esta fuente de fondeo, a pesar de la reducción de las tasas de interés que estamos observando por parte de los bancos centrales costarricenses y estadounidenses”, contestó el BCR.
Se le consultó el 7 de octubre al Banco Nacional cuáles motivos habían identificado para el crecimiento tan marcado en la captación a plazo, no obstante, no se obtuvo respuesta al cierre de edición.
El gerente de Coopenae, Adrián Álvarez, y el gerente de Coopealianza, Francisco Montoya, le confirmaron a este medio que después del caso de Coopeservidores han encontrado mayores dificultades a la hora de renovar los depósitos a plazo de sus asociados, aunque descartan que esto haya causado problemas patrimoniales a las entidades. Estas dos son las cooperativas más grandes del sistema.
Montoya comentó que el impacto en los depósitos fue de alrededor de un 2,5%. Álvarez, por su parte, mencionó el 27 de setiembre que no habían podido renovar alrededor de la mitad de las asociaciones solidaristas. La cartera solidarista de Coopenae es de un 5% de los depósitos, según dijo el gerente.
Coopealianza y Coopenae —y en general el sector cooperativo— se especializa en la captación a plazo de recursos en colones.
Carlos Fernández, exgerente del Banco de Costa Rica (BCR), menciona que es normal que en tiempos de incertidumbre financiera los depositantes más nerviosos acudan a entidades que tienen garantía estatal para salvaguardar sus recursos.
“Por la garantía estatal y a cambio de una tasa de interés (pasiva) más baja, colocan en el Banco Nacional o en el Banco de Costa Rica”, dice Fernández. Estas dos entidades cuentan con la garantía ilimitada del Estado. Es decir, en caso de quiebra, se garantiza la devolución del 100% de los depósitos. En el caso de las demás entidades solo se está garantizado un máximo de ¢6 millones. La recuperación de lo que esté por encima de ese monto dependerá del éxito que tenga el proceso de resolución y la venta de activos.
Diferencia entre bancos
El crecimiento en los depósitos no es equitativo entre los dos bancos del Estado: el Banco Nacional carga con el aumento: su captación a plazo subió en un 19,92% interanual en agosto, mientras que en abril se contraía en un 1,68%.
Este incremento marca una peculiaridad que no comparte con el promedio del sistema financiero y es que se da exclusivamente en colones. La captación a plazo con el público en colones creció en un 33,2% (en abril lo hacía solo en 0,16%). Su contraparte en moneda extranjera, por el contrario, se redujo en 6,05%.
En todo el sistema son los dólares los que ganan peso, creciendo por diez meses consecutivos a doble dígito, mientras que los colones llevan siete meses en contracción, según datos del Banco Central de Costa Rica.
El caso del BCR también es particular, pero por otras razones. Su captación a plazo más bien se ha reducido en términos interanuales: en agosto se contrajo en un 0,58%, pero cada vez se acerca a números positivos, ya que en abril caía en un 19,9%.
El banco explicó que la reducción se debe a temas estacionales y la caída en las tasas de interés en colones. Mencionó variables como la necesidad del público de realizar pagos por aguinaldos, manejo de dividendos de asociaciones solidaristas y otros gastos de la temporada como el Black Friday y Navidad que obligan a los agentes económicos a pasar de depósitos a plazo a dinero a la vista.
En términos nominales, en cambio, sí se ha dado un incremento desde enero, con un nuevo impulso entre abril y mayo. En los primeros ocho meses del 2024 su captación a plazo creció en 23,87%.
No obstante, su comportamiento por moneda sí se parece más al del resto del sistema: los dólares crecen interanualmente en un 12,87%, mientras que los colones disminuyen en un 5,18%. Sin embargo, nominalmente se observa un crecimiento más fuerte de la moneda nacional a partir de enero.
Estos dos bancos no han estado libres de polémicas en los últimos años. El Nacional, por ejemplo, tuvo en 2023 el robo de unos ¢3.300 millones. El BCR, por su parte, tuvo el escándalo de aparentes sobreprecios en su Sociedad Administradora de Fondos de Inversión (SAFI), específicamente el fondo inmobiliario que compró el Parque Empresarial del Pacífico. Además, tiene sobre él la nube de una posible venta planteada por el Poder Ejecutivo.