Muchas personas se han enfrentado a la reducción de jornada laboral o suspensión de contratos, esta situación dificulta la posibilidad de pago y en algunos casos ante la incertidumbre, es común que las personas deban buscar soluciones con entidades financieras para hacer frente a sus obligaciones.
Ericka Barrantes, directora laboral de Sfera Legal, aseveró que el patrono debe estar pendiente de los procesos judiciales que el trabajador posea en su contra y que estén afectando su salario, además asegurarse de que si procede alguna aplicación de embargo en caso de tener la jornada reducida.
“En estos tiempos de crisis, el conocer cuánto es el salario real que va a percibir un trabajador es fundamental”, agregó.
Ningún salario podrá tener dos o más embargos simultáneos, aunque sea por causas diferentes. Si hay más de una petición, deberá de “hacer fila” conforme se presentó y empezará a cobrarse cuando se cancele el primero, así sucesivamente.
Recuerde que aunque existe un mínimo inembargable (¢178.785), las obligaciones o las deudas no desaparecen. Por eso aunque reciba cierto monto que los procesos legales no pudieron tocar, si tiene obligaciones pendientes debe hacer los pagos respectivos, de lo contrario el historial crediticio empeorará.
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A continuación algunos consejos que puede tomar en cuenta para evitar llegar al embargo salarial.
1. Realice acuerdos con sus entidades bancarias. Este es el mejor momento para acercarse a su banco y hacer un arreglo de pago antes de que su deuda entre en mora.
Debido a la emergencia sanitaria ocasionada por la COVID-19, las entidades financieras anunciaron una serie de medidas de contingencia que le permite a los usuarios poner en pausa sus obligaciones, disminuir la cuota mensual, entre otras soluciones.
Por lo general la entidades financieras esperan de 60 a 90 días para enviar la deuda a cobro judicial
“La ventaja de llegar a un arreglo de pago es que se evita que se generen honorarios de abogado, intereses moratorios, comisiones por mora y cualquier otra penalidad”, aseveró Danilo Montero, director general de la Oficina del Consumidor Financiero (OFC)
2. Sea precavido con los gastos de sus tarjetas. Las tarjetas suelen ser una especie de salvavidas, pero es necesario recordar que cada compra se debe cancelar de contado en el momento oportuno.
“Cuide los “gastos hormiga” muchas veces los antojos o pequeños gastos no previstos pueden desbalancear el presupuesto realizado en un inicio. Cuando uno empieza a sumar esas pequeñas cantidades, a final de mes suman un monto significativo”, expresó Luis Diego Herrera, analista económico de Grupo Acobo.
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No las utilice en exceso, en el caso de que necesite hacer sus compras con este medio recuerde siempre tener a mano el presupuesto mensual. De esta manera evitará adquirir una deuda que es incapaz de cancelar.
3. Evite endeudarse si sabe que no tendrá una fuente de ingresos fija. Con jornadas reducidas o suspendidas es poco probable que haya espacio para inversiones. Incluso para atender obligaciones pendientes es muy posible que se deban buscar soluciones con ahorros que se tengan del pasado.
“Habrá que revisar qué inversiones se liquidan y cuáles se mantienen, en los casos que la persona tuvo la disciplina de hacer inversiones en el pasado. De lo contrario, lo que las personas deben más bien es pensar en mantener los recursos a plazos cortos, dependiendo de cuánto tiempo más estiman que puede demorar la situación personal”, agregó Montero.
Pese a que cada caso es diferente y no existe una fórmula secreta para solucionar de manera inmediata los problemas financieros, hay algunas acciones que puede considerar para no tener su salario tan comprometido.
Evalúe sus gastos mensuales. Es importante que si debido a su situación financiera tiene el salario comprometido, realice un presupuesto mensual en el que recorte gastos ‘de lujo’, es decir, aquellos que no son de extrema necesidad.
Herrera explica que los ingresos deben ser mayores a los gastos, cada persona debería comparar los niveles de egreso y en el caso de que sean mayores a las entradas que percibe puede valorar cuales gastos (innecesarios) se pueden eliminar o suspender para ordenar las finanzas.
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Por otra parte debe evaluar qué ahorros tiene, qué deudas hay y por cuánto tiempo se puede prolongar su situación.
Solicite una refundición de deudas. Esta opción dependerá siempre de cuáles son sus circunstancias y qué tipo de medidas está en la posibilidad de hacer.
La refundición le permitirá a los clientes unir todas las deudas, sin importar la entidad financiera, y que se genere un nuevo crédito con nueva tasa y plazos.
Esta es una opción para que la persona recupere la estabilidad de su perfil financiero.