El paso de la pandemia de COVID-19 en Costa Rica reforzó la caída de los saldos de créditos tanto en colones como en dólares que ya se experimentaba desde el 2019. Según un reporte publicado por la Asociación Bancaria Costarricense (ABC) este 2 de febrero, el saldo de crédito en colones creció solamente en un 0,8% a diciembre del 2020 en el Sistema Bancario Nacional (SBN). En cuanto al saldo en dólares, decreció en -3,9% respecto al 2019.
No obstante, el poco crecimiento de los créditos se remonta desde antes de los efectos de la pandemia en la economía nacional, ya que durante el 2019 el saldo en colones decreció en 1,8% y los créditos en dólares 3,2% respecto al 2018.
Ronulfo Jiménez, asesor económico de la ABC, aseguró que se espera una leve recuperación económica durante este año, por lo que la demanda de crédito podría aumentar en el sistema financiero. Algunas entidades, como el Banco Nacional, proyectan un repunte del saldo total del crédito de un 3%.
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Jiménez resaltó que la paralización del crédito se dio de forma generalizada en todas las actividades económicas. “Fue un año en que si bien existieron los recursos, estos se concentraron en operaciones a corto plazo, lo que dificultó el otorgamiento de créditos. En general el nivel de riesgo para todos los integrantes del SBN fue alto”, agregó el asesor.
Otro de los cambios ocurridos en el 2020 fue la reducción de las tasas de interés sobre préstamos; en colones el promedio ponderado disminuyó de 11,1% en el 2019 a 9,2% en el 2020, según el reporte de la ABC. Para los préstamos en dólares, disminuyeron únicamente en 0,2%.
En cuanto a la rentabilidad sobre el patrimonio del sistema bancario nacional, después del pago de impuestos y cargas parafiscales, el porcentaje disminuyó a 4,5% (en 2019 se ubicó en 6,5%).
Readecuaciones en créditos
Para el SBN, el 2020 implicó ajustes históricos en las carteras, una baja en la demanda de crédito y recursos que se concentraron en el corto plazo. Pese a esto, los bancos públicos y privados del país, que integran a la ABC, llevaron a cabo diversas acciones para apoyar a los clientes afectados por la emergencia sanitaria.
“Aún en este momento los bancos siguen analizando casos de manera individual, porque sabemos que la crisis para muchos continúa y los niveles de incertidumbre aún son altos”, manifestó María Isabel Cortés, directora ejecutiva de la ABC.
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Este martes 2 de febrero, el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif) prorrogó varias medidas de apoyo hasta el 31 de diciembre del 2021, con el fin de ayudar a los hogares y empresas que se han visto afectadas por la pandemia de COVID-19. Estas son:
1. La posibilidad de efectuar prórrogas, refinanciamientos y readecuaciones sin necesidad de realizar análisis de estrés de deudores.
2. La suspensión temporal del concepto de “operación especial”, con el objetivo de que las entidades continúen enfocando sus esfuerzos hacia la modificación de las condiciones contractuales de los créditos que requieren sus deudores.
3. La flexibilización temporal de los requerimientos de capital asociados al plazo de las operaciones y a la medición de riesgos de mercado.
Adicionalmente, se les solicitó a los bancos que, a partir del 1 de abril del 2021, apliquen nuevamente sus políticas internas en la medición de la capacidad de pago de cada cliente.
Al 30 de junio del 2020, las entidades adscritas a la ABC habían realizado poco más de un millón de readecuaciones en operaciones de crédito, prórrogas o arreglos de pago. El saldo de estas operaciones con readecuación fue de ¢6,8 billones, lo que representa el 40% del total de las carteras de crédito.
Asimismo, Cortés indicó que parte de los resultados de apoyo del 2020 se derivan de la campaña “Vamos a Turistear”, en alianza con el Instituto Costarricense de Turismo (ICT), que ofrecía financiamiento hasta por 12 meses sin intereses para promover el turismo nacional y con ello la generación de empleo.
Los datos al cierre de esta campaña, que se realizó entre los meses de agosto y diciembre 2020 muestran que se generaron más de 160 mil transacciones y una facturación total superior a los ¢16.000 millones. Cortés explicó que el ICT y las entidades bancarias están evaluando continuar con la campaña durante el verano del 2021.