Una familia que posee un crédito hipotecario en colones con tasa variable (Tasa Básica Pasiva, TBP, más un spread definido por las entidades financieras), y que está siendo asesorada por la empresa Salud Financiera, ha visto cómo su cuota aumentó en ¢210.927,85 en tan solo un año, por el incremento experimentado por la TBP.
En enero de 2022, la tasa de interés total que asumió esta familia por el crédito era de 7,15% (TBP más plus), pero en el mismo mes de 2023 se incrementó a 10,60%. La familia asegura que en enero de 2022 la cuota era de ¢675.938,79 y en enero de 2023 subió a ¢886.866,64, por lo que el préstamo se está volviendo insostenible y por ende se encuentra en asesoría financiera.
Este es solo un ejemplo que expone la realidad de las personas que tienen créditos hipotecarios en colones indexados a la Tasa Básica Pasiva más el spread, las cuales han visto cómo las cuotas mensuales de los préstamos han aumentado (unos más o menos que otros) durante el último año.
En cuestión de 14 meses, la Tasa Básica Pasiva pasó de estar en 2,90%, entre el 1.° y el 12 de enero de 2022, a 6,69% en la semana del 23 de febrero de 2023 al 1.° de marzo; y se espera que durante los primeros meses de este 2023 siga ajustándose a los aumentos que experimentó la Tasa de Política Monetaria (TPM) entre diciembre de 2021 y octubre de 2022.
La TBP es calculada por el Banco Central de Costa Rica (BCCR) cada miércoles y el nivel establecido empieza a regir al día siguiente. Además, es utilizada por bancos y otras entidades financieras para establecer las tasas que cobran por los préstamos en colones.
Pues bien, ¿cuál podría ser el comportamiento de la TBP en los próximos meses y ante esto qué pueden hacer las personas que tienen créditos hipotecarios en colones con tasa variable? Lo explicamos a continuación.
LEA MÁS: Las deudas prescriben en Costa Rica, conozca las condiciones que deben darse para que esto ocurra
El comportamiento de la TBP
De acuerdo con Juan Pablo Arias, economista de la Bolsa Nacional de Valores (BNV), la TBP, estadísticamente, posee un rezago de hasta un semestre con respecto a los incrementos de la Tasa de Política Monetaria.
Recordemos que la Junta Directiva del Banco Central subió la TPM en 8,25 puntos porcentuales entre diciembre de 2021 y octubre de 2022. Desde este último mes en mención el nivel de la Tasa de Política Monetaria se ha mantenido en 9%.
Ahora bien, la intensidad en los incrementos que podría sufrir la TBP, a causa de la subida de la TPM, será variable durante ese período de rezago de seis meses. Según el economista de la BNV, en los primeros meses la Tasa Básica Pasiva se ajusta con mayor fuerza, mientras que los últimos meses experimenta ajustes con menor intensidad. “Eso es así por la frecuencia de las negociaciones”.
“El último aumento que se presentó en la TPM fue en octubre del año anterior, por lo que se esperaría que aproximadamente hasta los meses entre marzo y abril veamos ajustes (al alza) en la TBP”, detalló Arias.
De momento, se observa que la Tasa Básica Pasiva lleva una presión alcista y podría subir alrededor de 75 puntos básicos más con un margen de error de ± 25 puntos, según Adriana Rodríguez, gerente de Acobo Puesto de Bolsa y economista.
Precisamente a finales de enero pasado, el economista Juan Pablo Arias detalló que la TBP podría estar llegando a niveles cercanos al 7% (y 8%) para mediados de este año; y a partir de ahí, conforme empiece a bajar la Tasa de Política Monetaria, empezar a ver reducciones.
Por otro lado, la economista Adriana Rodríguez expresó que para que la TBP se estabilice pueden pasar dos cosas. La primera es que la Tasa de Política Monetaria baje, aunque es importante recalcar que la transmisión de los movimientos de la TPM a la Tasa Básica Pasiva lleva un rezago, por lo que primero terminaría de reflejar los incrementos para luego experimentar las eventuales disminuciones.
Con respecto a esto, el economista Gerardo Corrales comentó que en algún momento de este 2023 se espera que “la inflación baje y que con eso el Banco Central cambie su Tasa de Política Monetaria para que se tenga una reducción en las tasas de interés” y los deudores empiecen a ver una reducción en las cuotas mensuales de sus créditos.
La segunda situación es que conforme la economía se enfríe más y la demanda por crédito caiga más, “ya los bancos también van a estar captando menos recursos porque van a estar prestando menos recursos, entonces en esta medida pues también ellos eventualmente podrían captar a tasas más bajas y eso va a por lo menos hacer que el cálculo de la tasa básica deje de subir”, dijo Rodríguez.
LEA MÁS: Conozca cómo enfrentar un proceso de cobro judicial
¿Qué pueden hacer los deudores?
De acuerdo con Lisander Chacón, subgerente de Negocios de la Mutual Cartago de Ahorro y Préstamo (Mucap), las personas con créditos hipotecarios en colones con tasa variable deben analizar su capacidad de pago y adicionalmente el período que les falta para cancelar la totalidad del préstamo. Esto último en caso de pensar en trasladar el crédito a otra entidad.
En caso de que la persona no tenga la capacidad de pago para seguir cancelando las cuotas mensuales del préstamo, Adriana Rojas, socia fundadora de la empresa Salud Financiera, recomendó acudir a la entidad financiera correspondiente para que se analice la posibilidad de ajustar la tasa de interés. “Para esto la operación debe estar al día y tener un comportamiento de pago, y eso hace que la entidad valore mejora en condiciones”.
Ahora bien, ante la insostenibilidad de las cuotas mensuales de los créditos hipotecarios en colones por la subida de la Tasa Básica Pasiva, hay personas que se han acercado a las entidades financieras a solicitar la opción de fijar la tasa de interés de los préstamos por el periodo que así lo establezca la institución correspondiente, pues una vez que termine el tiempo definido tendrá tasa variable por el resto del plazo del crédito.
Un ejemplo de ello es el de Andrés, de 36 años, quien comentó a El Financiero que en diciembre de 2022 fue con su esposa al Banco de Costa Rica, entidad con la que tienen dos créditos en colones (lote y vivienda), para explicarles la situación de ellos y solicitar un cambio en la tasa para pasarse a una fija (tal cual comenzaron ambos créditos).
Según dijo, el aumento en la TBP hizo que la cuota mensual del préstamo de la propiedad pasara de ¢165.000 a ¢171.000; mientras que la del crédito de la casa pasó de ¢360.000 a ¢414.000, aproximadamente.
“La Tasa Básica Pasiva venía en aumento y si ya ese resultado era inviable para nosotros, pues esperar unos meses y esperar hasta el segundo semestre (de 2023, para ver si realmente baja la TBP) hubiera sido desastroso, verdad. No hubiéramos podido pagar las deudas”, aseveró.
Luego de un mes exacto de haber hecho la solicitud, el banco les aprobó y mantendrán los créditos a una tasa fija de alrededor del 8% por un plazo de cinco años. Posterior a este periodo tendrán la tasa variable (TBP más el spread) por el resto del plazo. De acuerdo con Andrés, las cuotas mensuales ahora son de ¢155.000 (préstamo del lote) y ¢340.000 (préstamo de la casa); aproximadamente.
Por su parte, en el Banco Nacional (BN) también se han presentado y aplicado solicitudes de cambio de tasa variable a fija, principalmente a clientes que han tenido problemas en su capacidad de pago. Para ello la entidad generó un plan de acompañamiento. En ese programa se definió un plazo de hasta un año de periodo fijo, el resto del plazo del crédito tendría que pagar una tasa de interés variable: Tasa Básica Pasiva más un 5%.
De acuerdo con Adrián Salazar, director de Soluciones financieras para cliente del BN, un cliente de la entidad bancaria puede pedir una revisión de las condiciones de su crédito, entre ellas la fijación de tasa de interés. Para ello, requiere apersonarse a la oficina donde tiene el crédito, pues se debe analizar el caso en particular. Si se determina que procede el cambio, el mismo debe plasmarse en un documento legal y por tanto eso amerita la cancelación de los costos legales correspondientes para ello.
Ante la posibilidad de solicitar cambios en la tasa de interés, el economista Corrales consideró que moverse a tasas fijas, en la parte alta de las tasas de interés, no sería conveniente.
Además, el economista Arias mencionó que se espera que las tasas se mantengan altas (pero sin crecer más) hasta que la inflación se ubique en los niveles esperados por los bancos centrales y ahí empieza su ciclo a la baja. “Esto último se espera que empiece a suceder hacia el segundo semestre de este año, por lo que podría esperarse que en este segundo semestre las tasas de interés, incluyendo la TBP, empiecen su descenso”.
“Considerando lo anterior, si se pasan a créditos con tasa fija no estarían obteniendo la reducción por intereses que tendrían una vez que la TBP empiece su descenso, que de todas formas no será una caída violenta en el costo financiero sino que se espera un ajuste paulatino en el segundo semestre de este año y que se prolongue por al menos un año más, disminuyendo tasas de interés. Lo anterior bajo el supuesto de que la economía no va a sufrir otro shock o golpe (...) que vuelva a restringir la actividad comercial, o cualquier fenómeno similar que afecte considerablemente la estabilidad económica”, añadió Arias.