Coopeservidores —también conocida comercialmente como CS Ahorro y Crédito— está cerca de conocer el desenlace de la intervención a su negocio financiero que ordenó el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif), a mediados de mayo, luego de que la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) detectó inconsistencias administrativas que pusieron en peligro la seguridad y la solvencia de la cooperativa.
La intervención puede derivar en una reestructuración de la compañía, de modo que siga operando; sin embargo, también se puede determinar que ya no es viable, por lo que debe entrar en un proceso de resolución ordenada o declararse en quiebra, como ha ocurrido en la mayoría de las intervenciones aplicadas hasta ahora.
En este segundo escenario, Coopeservidores tendría que vender sus activos para responder a sus ahorrantes e inversionistas, para lo cual serían claves los montos que se puedan obtener por ellos en el mercado.
¿Cuáles son los principales activos con los que cuenta la cooperativa para enfrentar un eventual proceso de resolución o de quiebra? EF revisó sus estados financieros y le explica el estado de la situación.
Los activos de CS
Los principales activos de Coopeservidores son su cartera de crédito y sus inversiones en instrumentos financieros. En conjunto, ambos rubros representan el 93% de los activos totales de la entidad (estimados en ¢743.597,2 millones, según los estados financieros hasta marzo pasado).
De esos dos factores, el más valioso es la cartera de crédito.
El saldo de los montos prestados y de los intereses no cobrados alcanzó los ¢534.735 millones hasta el cierre de marzo pasado, según los estados financieros de la cooperativa hasta el primer trimestre del año.
La valoración de la cartera de crédito corresponde a un 72% de los activos totales de la compañía.
No obstante, esta es solo una estimación, pues su valor real en el mercado depende de qué tan buena se considere su composición realmente, según explicó el exjerarca de la Sugef en los períodos 1999-2003 y 2018-2020, Bernardo Alfaro.
“Habría que saber muy bien cuál es la situación”, subrayó.
Por otra parte, las inversiones de CS en instrumentos financieros representan un 21% de los activos totales de la compañía.
Hasta marzo, se contabilizaban ¢156.850 millones en estas cuentas: un 27,5% menos que en el primer trimestre de 2023, producto del deterioro de la entidad financiera.
La compañía, además, registra otros ¢52.012 millones en activos. Ellos corresponden mayoritariamente a sus inmuebles, su mobiliario y su equipo (36,1%) y a las disponibilidades líquidas en efectivo, en el Banco Central y en otras entidades financieras (28,3%).
En el Registro Nacional aparecen actualmente 95 propiedades a nombre de la cooperativa y más de 3.700 de las que es acreedor, por préstamos hipotecarios.
El valor de estos activos es clave para que Coopeservidores eventualmente pueda responder a sus obligaciones con ahorrantes, inversionistas y colaboradores si tiene que liquidar sus activos para ello.
Si estos recursos no son suficientes, entonces habría que acudir al patrimonio de la entidad financiera, que en el caso de CS está compuesto mayoritariamente por el capital social de los asociados (el monto que pagan por participar en la institución y redituar de ella). Hasta marzo pasado, este monto era superior a los ¢64.193 millones.
Según explicó el ex superintendente Alfaro, con base en su experiencia en liquidaciones previas como las del Banco Federado, Bancoop y del Banco Solidario, es casi imposible preservar estos dineros cuando se llega a estas fases de liquidación. “Lamentablemente, debo decirle que yo no recuerdo un caso”, afirmó.
Cartera comprometida
A pesar de ser el activo más valioso de Coopeservidores, el estado real de la cartera de crédito de la cooperativa es una incógnita.
De hecho, fiscalizaciones realizadas por la Sugef sobre operaciones crediticias de enero de 2022 a agosto de 2023 fueron el paso previo a la intervención ordenada por Conassif.
Luego de estas fiscalizaciones, la estimación por incobrabilidad relacionada con la cartera de crédito pasó de representar pérdidas contables de ¢17.500 millones a pérdidas de ¢52.600 millones, según los estados financieros de marzo de 2023 y marzo de 2024.
La Superintendencia determinó que las cuentas de CS ocultaban información significativa sobre el deterioro de la cartera de crédito, según informó el Conassif, con base en las conclusiones del informe de supervisión SGF-0159-2024, con fecha del 22 de enero.
Principales hallazgos de Sugef sobre la cartera de crédito de Coopeservidores |
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Un total de 14.834 operaciones equivalentes a ¢122.316 millones, de 11.381 deudores, no fueron reportadas por la entidad como “modificadas” en el periodo correspondiente, ni reclasificadas a categoría de mayor riesgo. |
Inconsistencias en la información relacionada con 523 operaciones de crédito formalizadas a partir de enero de 2022 y vigentes a agosto de 2023, no reportadas como “refinanciadas”, a pesar de que el mismo día de su formalización o el día siguiente se liquidaron operaciones de crédito a nombre del mismo deudor. |
Inconsistencias en el reporte de operaciones de crédito por un monto de ¢6.662 millones, las cuales fueron reportadas como refinanciadas por la Cooperativa, y posteriormente sufrieron hasta tres modificaciones (prórrogas y readecuaciones), que evidencian las debilidades significativas en la gestión del riesgo de crédito de la entidad. |
Inconsistencias en el reporte de capacidad de pago. Se identificaron 14.834 operaciones de crédito modificadas, pero no reportadas como tales por parte de la Cooperativa. Además de que 14.790 operaciones fueron reportadas en Nivel 1 de capacidad de pago, pese a que estas reflejaban una cantidad significativa de modificaciones durante el período evaluado. |
Inconsistencias en el registro de cuotas atrasadas, en la fecha de amortización y en el “saldo principal directo” y en la “cantidad de operaciones” reportadas en las operaciones de crédito formalizadas. |
Fuente: Informe SGF-0159-2024, con base en fiscalización a cartera de crédito. |
Esta situación provocó que CS Ahorro y Crédito incluso tuviera que enmendar sus estados financieros consolidados de 2023. Al final de ese año, la entidad inicialmente había registrado utilidades por ¢3.288 millones, pero finalmente debió indicar pérdidas por ¢26.975 millones.
En el informe técnico SGF-DSI-0008-2024, del 9 de mayo pasado, la Superintendencia solicitó realizar la intervención y añadió que “la negligencia de las instancias de gobierno de la cooperativa permitió el ocultamiento de sus problemas, impidiendo con ello el tratamiento preventivo de manera oportuna”.
Asimismo, añadió que CS habría utilizado “un mecanismo mediante el cual aplicaron en gran volumen la moratoria de pagos de créditos malos, a los cuales, entre otros aspectos, no se les ejecutó ninguna gestión de cobro”.
Antes de la intervención, Coopeservidores intentó vender una porción de su cartera de crédito al Banco Popular. Sin embargo, Conassif bloqueó la operación, porque no solucionaba de forma integral la situación de la cooperativa, ni reencausaba sus operaciones.
Si se diera un proceso de liquidación, sin embargo, la venta total o por partes de esta cartera sería clave para pagar al menos parte de los pasivos de la entidad financiera.
Las obligaciones de Coopeservidores con el público eran de ¢509.884 millones hasta marzo pasado (en operaciones a plazo, mayoritariamente); y las obligaciones con otras entidades y con el Banco Central eran de ¢141.817 millones.
Suficiencia patrimonial
El deterioro financiero de CS Ahorro y Crédito se hizo notorio en los últimos meses, luego de las fiscalizaciones sobre el estado real de su cartera de crédito.
De hecho, la entidad fue intervenida por causas cualitativas relacionadas con su administración, según explicó el interventor Marco Hernández. Pero la Sugef advirtió, a inicios de mayo, de que sus proyecciones evidenciaban “la alta posibilidad” de que la Cooperativa cayera por debajo de un 8% de suficiencia patrimonial en los próximos dos meses, y eso igualmente habría implicado la intervención por parámetros cuantitativos.
A partir del inicio de la intervención, la administración temporal tomó la decisión de despedir sin responsabilidad laboral al exgerente general Óscar Hidalgo; mientras que el Ministerio Público allanó las oficinas de la cooperativa para recolectar prueba relacionada con una denuncia hecha por Sugef por el presunto manejo indebido de la información en la entidad financiera.
Ante el empeoramiento de las condiciones de Coopeservidores su patrimonio actual es de ¢46.996 millones, según los últimos saldos de la compañía registrados por la Superintendencia en su página web este 10 de junio (con corte a mayo). Esta cifra es menos de la mitad del que registraba hace un año (un 46%).
Este monto es menor que el acumulado de capital social de la entidad financiera y se explica por pérdidas de ¢30.586 millones en los primeros cinco meses de operación en 2024 por parte de la cooperativa.