Los créditos de vivienda que se anuncian enfocados en la clase media distan de la realidad de ingresos del variado grupo que pertenece a esa clasificación económica. Los montos netos mensuales que deben reportar las familias a las entidades bancarias oscilan entre los ¢800.000 hasta ¢1.720.760.
Es decir, esas cifras deben quedar libres mes a mes en el hogar luego de cualquier deducción salarial. Según información que publicó el diario La Nación, el presupuesto familiar neto para optar por un crédito de ¢50 millones se establece entre ¢800.000 y ¢1.159.220 por mes; en caso de necesitar ¢60 millones la cifra mensual se mueve entre los ¢960.000 y ¢1.377.140.
Pero esos ingresos no se acercan a los quintiles que se pueden clasificar como clase media dentro de la Encuesta Nacional de Hogares 2021 del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). Este sector se encuentra entre ¢433.789 y ¢1.079.538 de ingreso promedio total del hogar.
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“El segundo quintil es la clase media baja, el tercero es la clase media-media y la clase media alta es el cuarto quintil. Lo que pasa es que viendo estos datos no me imagino un hogar en este país cuyo ingreso familiar de más de un millón de colones esté dentro del grupo medio alto, porque estos ingresos no miden el nivel de necesidades”, determinó Carlos Murillo, director del Centro de Investigación Observatorio del Desarrollo.
Los quintiles están establecidos en promedio del ingreso total del hogar:
- I quintil corresponde a ¢203.037.
- II quintil es igual a ¢433.789.
- III quintil responde a ¢709.442.
- IV quintil registra ¢1.079.538.
- V quintil toma gran distancia entre las demás divisiones al ubicarse en ¢2.538.758.
De un total de 1.666.276 hogares encuestados por el INEC para determinar los ingresos, solamente un 33,4% del sector medio presenta la entrada promedio necesaria para el préstamo por ¢50 millones. Si un trabajador no puede emprender la aventura de comprar casa propia, tendrá que obtener el soporte de un codeudor.
De acuerdo a los datos publicados por La Nación, la cuota mensual para cumplir el pago de la deuda por ¢50 millones está fijada entre ¢338.000 y ¢521.000. Pero la mensualidad por los ¢60 millones oscila entre los ¢337.000 y ¢688.000; cualquier opción a 30 años plazo.
Tomando como referencia los quintiles, probablemente solo la clase media alta y la alta puedan hacerle frente a esa deuda si cuentan con una única persona como fuente de ingresos al hogar.
Además, según el Centro de Estudios del Negocio Financiero e Inmobiliario (Cenfi), comprar una casa de clase media pasó de ¢54 millones en el 2019 a casi ¢60 millones en el 2021, lo que significó un aumento de 17% entre esos años.
Opciones reducidas
Casa propia no es sinónimo de casa nueva, pero si la idea es estrenar una casa el camino se torna complicado debido a la volatilidad del tipo de cambio, la inflación y la subida en el precio de los materiales que produce que la construcción sea costosa.
Sin embargo, una opción de apartamento en torre puede adquirirse en $72.000 en Hatillo (¢47.535.120 al tipo de cambio del jueves 8 de setiembre en el Banco Central de Costa Rica). Consta de una planta, un baño, dos dormitorios, sala, comedor, cocina y lavandería en un área entre 68 y 72 metros cuadrados; incluye espacios comunes.
Una persona que se encuentra en el tercer quintil deberá solicitar el préstamo junto a un codeudor que se ubique en el mismo eslabón o en uno superior para acceder al crédito. Dependiendo de los gastos del hogar un solo ingreso podría cubrir la mensualidad y continuar con parte del ingreso para solventar otras necesidades.
Volviendo al porcentaje de la población de la capa media que podría acceder al crédito de vivienda por ¢50 millones, cuando la cifra aumenta a ¢60 millones (cuyo ingreso debe ser mayor a ¢960.000) ningún ingreso medio cumple con la entrada para solicitar dicho monto; solamente el 20% del total de hogares encuestados (de todos los quintiles) tendría la capacidad para asumir el compromiso.
Con base en el registro de ingreso neto que solicitan las principales entidades bancarias del país, se desprende que dichos créditos no cubren a todas las capas que conforman ese grupo o clase al que hacen referencia los bancos.
No obstante, el Banco Popular y el Banco de Costa Rica tienen dentro de su oferta bonos y créditos accesibles, respectivamente, para que las subdivisiones de la clase media que no alcanzan los parámetros estándar de ingresos reglamentados también tengan la posibilidad de concretar la compra de casa propia.