¿En el futuro tendremos menos intermediarios financieros? ¿Qué pasará con las sucursales? ¿Se logrará modernizar la ley del mercado de valores? ¿Cuál es la tarea pendiente de las aseguradoras?
Con motivo de su 30 aniversario, El Financiero preparó una serie de publicaciones especiales sobre el futuro del país en diferentes sectores. En este artículo se resumirá lo que se espera del futuro del sistema financiero y de los mercados de valores y seguros en Costa Rica.
También, se expondrán retos para el futuro de Costa Rica en estos tres sectores.
El futuro de las entidades financieras
Hazel Valverde, jerarca de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef), señaló que el sistema financiero regulado probablemente se consolidará y será testigo de la incorporación de nuevos jugadores que competirían con los intermediarios tradicionales.
Bernardo Alfaro, exsuperintendente de entidades financieras y exgerente del Banco Nacional (BN), coincidió en que el sistema se seguirá consolidando pero no tan rápido como ocurrió a principios de este siglo. A su criterio, en un plazo de diez años se esperaría que existan “un poco menos” de entidades, pero más grandes.
Actualmente, el sistema financiero nacional cuenta con 12 bancos (sin contar a Prival y considerando la eventual fusión Davivienda-Scotiabank), 18 cooperativas de ahorro y crédito, cuatro entidades financieras no bancarias y dos mutuales supervisadas por la Sugef.
Los actores que sigan en el escenario del sistema financiero deberán continuar por la ruta de apostar cada vez más por la digitalización.
La jerarca de la Sugef considera que dentro de algunos años “vamos a recordar con nostalgia” cómo era la sucursal de una entidad financiera.
“Desde finales de los 90 se comienza con un proceso fuerte de ir disminuyendo los procesos que se hacen de forma manual y llevándolos a procesos automatizados (...) Cada vez más los canales digitales van sustituyendo los canales físicos, son mucho más baratos y mucho más eficientes para las personas”, consideró Valverde.
No obstante, el exsuperintendente de la Sugef no vislumbra una merma en las oficinas físicas disponibles en las zonas rurales, pues son “casi que la única opción” para hacer ciertos trámites en esos lugares.
La inteligencia artificial también jugará un papel clave en la transformación de los procesos financieros, que busca ponerle a los clientes “el banco en su mano”.
Según Alfaro, la inteligencia artificial “bien utilizada por los analistas de riesgo y por los analistas de crédito, creo que debería de ser ya hoy por hoy un instrumento de uso diario, permanente, de todas las entidades financieras, y eso debería de dar mucho más agilidad, velocidad de respuesta al cliente. Históricamente, el cliente se ha quejado de lo que demoran los trámites bancarios, yo creo que con la inteligencia artificial, la calidad de servicio debería de mejorarse mucho”.
“Probablemente, en el corto plazo lo que tengamos es un intercambio con inteligencia artificial antes de eventualmente poder llegar a una persona, que se va a convertir en el tercer, cuarto nivel del escalón en un proceso complejo”, mencionó la jerarca de la Sugef.
Esta digitalización, sin embargo, plantea un reto en cuanto al riesgo tecnológico. Ante esto, surge la necesidad de invertir en educación financiera para que los clientes puedan usar correctamente las nuevas herramientas sin caer en riesgos.
“No veo a las entidades cada una por su lado capacitando a sus usuarios. Yo veo a la Asociación Bancaria Costarricense, a la Cámara de Bancos trabajando con todos sus afiliados en programas de educación financiera que tengan en ese propósito”, expuso Alfaro.
Pendientes en el mercado de valores
Una de las tareas pendientes es lograr modernizar la Ley Reguladora de Mercado de Valores, vigente desde el 27 de enero de 1998. “Los cambios que ha tenido en estos 27 años son muy puntuales y muy específicos, pero la ley está bastante obsoleta”, mencionó el jerarca de la Superintendencia General de Valores (Sugeval), Tomás Soley.
El superintendente espera que se logre hacer una reforma importante antes de los próximos diez años.
En febrero pasado, la Sugeval anunció que estaba trabajando en la versión de un proyecto de ley que pretende realizar una modificación enfocada en cuatro temas: tipificar el delito de oferta pública de valores no autorizada, modificar la aplicación de multas en el marco sancionatorio, incorporar nuevas figuras a la regulación —asesores de inversión, influencers— y crear espacios de autorización de oferta pública con requisitos diferenciados.
Según el jerarca de la Sugeval, la idea es ir avanzando en pequeños cambios que generen “importantes ganancias” en el corto plazo, pues plantear una reforma integral a la legislación, como se intentó en el pasado, es muy complejo y no se ha llegado a nada.
Por su parte, para Danilo Montero, exsuperintendente de valores y director de la Oficina del Consumidor Financiero (OCF), aunque se podría intentar hacer algunas mejoras a la legislación actual, la clave no está ahí. “La clave está en todo lo demás que hagamos. Cómo promovemos más competencia entre los puestos de bolsa (...) Esa competitividad no hace falta que esté en la ley, hay que generar incentivos”.
Ahora bien, para llevar a cabo la creación de un mercado de mostrador u over the counter (OTC, por sus siglas en inglés), una de las prioridades de Soley cuando llegó a la Sugeval a inicios de 2023, se deberían hacer “algunas reformas puntuales” a la ley.
Un mercado OTC es uno donde se negocian valores directamente entre un vendedor y un comprador sin la necesidad de un tercero ni una infraestructura de intercambio centralizada. En Costa Rica, actualmente, la compraventa de valores de oferta pública tiene que realizarse en una bolsa de valores, empleando un puesto de bolsa y un agente corredor de bolsa.
A criterio de Montero, no obstante, “si no tenemos un mercado de valores principal profundo y mucho más líquido, pensar en un OTC es un poco exagerado (...) Un mercado OTC podría ser una solución en busca de un problema. Primero asegurémonos de tener un buen mercado de valores que le ofrezca financiamiento a las pequeñas, medianas y grandes empresas, y que le dé liquidez a los inversionistas, que le genere a los fondos de inversión y a los fondos de pensiones, que genere precios”.
LEA MÁS: ¿Qué es un mercado de valores OTC? La propuesta del nuevo superintendente para dinamizar
Una tarea para las aseguradoras
El mercado de seguros todavía no se ha hecho presente en el ofrecimiento de productos de pensión de rentas vitalicias, y esa es una de sus tareas pendientes. “El Instituto Nacional de Seguros en su momento inscribió unos productos pero después los retiró a la espera de que madurara un poco más el régimen”, recordó Soley.
De acuerdo con la Superintendencia de Pensiones (Supén) en esta modalidad de retiro del ROP el afiliado entrega su saldo total acumulado a una aseguradora registrada en Costa Rica, la cual pagará un monto fijo mensual desde que se firma el contrato, hasta la muerte de la persona pensionada.
“En este caso, la aseguradora asume el riesgo de longevidad, es decir, si el afiliado vive más allá de la expectativa de vida, la compañía deberá realizar los pagos con recursos propios”, dice la Supén. Sin embargo, como ya se mencionó, este producto actualmente no es ofrecido por ninguna aseguradora.
A criterio del jerarca de la Superintendencia General de Seguros (Sugese), ya es momento de que las aseguradoras repiensen y analicen las posibilidades de entrar en este mercado.
LEA MÁS: ¿Cómo se reparte el mercado de seguros en Costa Rica?