20.896 operaciones de crédito se han beneficiado hasta el 30 de abril de este año de la facilidad especial y temporal de financiamiento a mediano plazo, conocida como Operaciones Diferidas a Plazo (ODP) otorgada por el Banco Central de Costa Rica (BCCR) a las entidades financieras.
El beneficio tiene como objetivo, trasladar recursos en condiciones favorables a los hogares y empresas afectadas por la pandemia de la COVID-19.
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Según datos del BCCR, con un saldo de ₡539.021 millones (al 30 de abril de 2021), estas operaciones corresponden en un 47,75% a familias; 30,33% a micro, pequeñas y medianas empresas; un 19,77% a grandes empresas; y 2,15% otros.
Los datos se presentaron este martes 15 de junio en el Foro de resultados y experiencias de la colocación de líneas de crédito del BCCR, organizado por la Asociación Bancaria Costarricense (ABC).
“Estos datos reafirman el compromiso de las entidades financieras con los costarricenses y en particular con los sectores más afectados por la pandemia. Los bancos han realizado importantes esfuerzos en la readecuación de las operaciones de crédito, muestra de ello es que el mayor porcentaje del saldo colocado, hasta el mes de abril, fue canalizado por bancos públicos y privados”, explicó Ronulfo Jiménez, asesor económico de la ABC.
De los recursos provenientes de la ODP, las cifras del BCCR revelan que el Sistema Financiero Nacional (SFN) ha canalizado un 85,2% para readecuaciones, un 7,1% para créditos nuevos y un 6% en refinanciamientos.
Los clientes beneficiados —en el caso de los arreglos de pago— recibieron una reducción promedio en tasas de 464 puntos base; y una reducción promedio del monto de la cuota del 21,3%.
En el caso de los nuevos créditos, la reducción promedio en tasa fue de 927 puntos base y la reducción promedio en cuota de 55,3%.
Del saldo total colocado, la distribución por sectores muestra una mayor canalización de recursos a transporte (10,5%), comercio (6,0%) y servicios (5,0%).
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“Muchas familias y empresas han necesitado readecuaciones, refinanciamiento o bien nuevos créditos para capital de trabajo para poder sobrevivir el impacto de la pandemia y en esto hemos puesto mucho esfuerzo en el Banco Central y entre esas respuestas de política surgió esta facilidad crediticia. El llevar estos recursos a los beneficiarios finales es un esfuerzo conjunto, entre el Banco Central, los intermediarios financieros y por supuesto los deudores”, dijo Rodrigo Cubero, presidente del BCCR.
Las entidades interesadas en recibir financiamiento por medio de la facilidad del BCCR debían presentar un plan de uso de los recursos con el monto total solicitado, la distribución de este monto según destino de los recursos, las mejores condiciones de tasa de interés, cuota o plazo que se comprometían a ofrecer y un cronograma mensual con las fechas de los desembolsos requeridos.
Adicionalmente, debían cumplir con un conjunto de condiciones y requisitos para garantizar el buen uso de los recursos, así como el traslado de las mejores condiciones crediticias a los deudores.