El grupo inmobiliario Evergrande incumplió este miércoles 10 de noviembre en el pago de intereses a inversionistas internacionales.
El periodo de gracia para el pago de intereses venció esta tarde y la firma no pudo hacerle frente al vencimiento, por lo que la Agencia Alemana de Investigación del Mercado (DMSA por sus siglas en inglés) está preparando un procedimiento de quiebra contra Evergrande y pide a todos los inversores en bonos que se unan a él.
Así lo comunicó la agencia de noticias AP NEWS esta tarde con la publicación de un comunicado de prensa en su página oficial.
Evergrande no cumplió con los pagos de intereses de dos bonos en septiembre, y el período de gracia de 30 días que terminaba en octubre.
Sin embargo, de acuerdo al comunicado de la AP poco antes del final del período de gracia, el público fue engañado por rumores sobre supuestos pagos de intereses. Pero la DMSA reconoció el incumplimiento en ese momento y demostró en un estudio que la quiebra de Evergrande, la corporación más endeudada del mundo, podría conducir en última instancia a un “Gran Reinicio”, es decir, la final colapso del sistema financiero mundial.
En total, Evergrande habría tenido que pagar $148 millones en intereses sobre tres bonos a más tardar este miércoles, pero para la tarde de este mismo día la DMSA no había recibido nada.
Adicionalmente los 23 bonos en circulación tienen una cláusula de incumplimiento cruzado. “Esto significa que si uno solo de estos bonos incumple, los 23 bonos en circulación automáticamente tienen el estado de ‘incumplimiento’.
¿Qué pasó con Evergrande?
Evergrande es una de las empresas inmobiliarias más importantes en el continente asiático, con más de 1.000 proyectos en su registro. Sin embargo, ahora enfrenta una deuda multimillonaria por el modelo de financiamiento al que se acogió, la desaceleración de la actividad y cambios de algunas normas por parte de los reguladores para reducir los niveles de endeudamiento del sector inmobiliario.
El modelo utilizado por la empresa se basaba en créditos rápidos para financiar sus actividades y proyectos. Estos proyectos, a su vez, se vendían previo a su finalización como apalancamiento.
Sin embargo, el nivel de deuda actual de la empresa la sumió en una crisis al borde del colapso y que puso en vilo a todo el sector inmobiliario chino. Hace algunas semanas, incluso, la empresa anunció que dejaría de cotizar en la bolsa de Hong Kong, días después dijo que volvería.