La intervención de una entidad financiera siempre tiene efectos colaterales. Esto se conoce como contagio en ese sector.
Lo anterior sucede cuando las disposiciones de los reguladores generan consecuencias que afectan a personas o empresas que tienen una relación directa o indirecta con la entidad intervenida.
El 13 de agosto el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero ordenó la intervención de la financiera Desyfin porque la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) detectó malas prácticas en la gestión de su cartera crediticia que le habrían hecho caer en estado de insuficiencia patrimonial.
Al ejecutarse esta acción, las cuentas y activos de esa financiera quedan congelados en espera de que la interventoría defina el futuro de la entidad. En otras palabras, de las cuentas no puede salir dinero y los activos no se pueden negociar o pagar por parte de la institución intervenida.
Las operaciones que sí quedan en funcionamiento son los créditos otorgados, cuyos deudores deben seguir pagando con puntualidad.
La particularidad que tiene la intervención de Desyfin es que es una empresa con emisiones de deuda por medio de bonos. Estos se podían negociar en el mercado de valores, pero con la intervención quedó paralizada esa opción. Ahora su registro contable entre quienes los posean es especial y deben ser segregados dado que se desconoce lo que sucederá con ellos.
Entre los inversionistas de esos bonos se encuentra la operadora Popular Pensiones que posee bonos de Desyfin en la cartera perteneciente al Fondo de Capitalización Laboral (FCL) y en fondos voluntarios de pensiones.
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La información está disponible en la página de Internet de la Superintendencia de Pensiones (Supén).
Específicamente y con los datos más recientes, Popular Pensiones posee ₡3.632 millones en bonos de la financiera denominados en moneda nacional en el FCL, mientras que en dólares la suma es de $34.060 de acuerdo al valor reportado el pasado 31 de julio y suministrado por la oficina de prensa de Supén.
Según esta dependencia, los montos excluyen vencimientos, estimaciones por pérdidas o ventas que se hayan dado después de esa fecha.
La cifra tiene una discrepancia con respecto a la que suministró la operadora a este medio, según la cual el monto es de ₡2.705 millones. Esto equivaldría al 1,67% del activo de ese fondo. La oficina de comunicación de Popular aclaró después de la publicación inicial de este artículo que este dato corresponde 16 de agosto pasado.
La OPC del Popular también maneja fondos voluntarios y entre las inversiones que ha realizado con ese dinero hay valores emitidos por Desyfin, que en colones suman ₡4.500 millones. Para el caso de dólares en fondos voluntarios la suma es de $5,81 millones distribuidos en cuatro diferentes fondos según cifras de Supén.
Popular Pensiones confirmó a EF la presencia de esos activos en sus portafolios y comunicó que esas inversiones representan un 0,06% del activo total administrado.
Además la entidad aclaró por medio de su oficina de comunicación que esas inversiones se hicieron de acuerdo a la regulación, políticas y procedimientos establecidos por la operadora e incluso bajo el análisis de riesgos que pide la entidad.
“Cuando se efectuaron dichos análisis del emisor, la Dirección de Riesgos consideró todos los elementos de calificación de riesgos y de los estados financieros, tal y como lo exige la normativa. En ese momento, Desyfin no reflejaba ninguna situación que permitiera prever problemas para esa entidad”, dice la respuesta de Popular enviada por correo electrónico a este medio.
Esta información coincide con la posición que la OPC envió a sus afiliados el 27 de agosto, en donde informaba de estos activos y el peso relativo que tienen.
“De cara a nuestros afiliados, se ratifica la importancia y solidez de la estrategia de inversión que mantiene Popular Pensiones, la cual prioriza, entre otros aspectos, la diversificación de las inversiones y el equilibrio adecuado entre rentabilidad, riesgo y liquidez”, dice la comunicación enviada a los afiliados.
Esta operadora se encuentra clasificada por Supén en “irregularidad financiera” desde octubre del 2023 por una gestión limitada de riesgos. La entidad confirmó que se trabaja en un plan para cambiar esta condición.
Contabilidad
Un bono de deuda de un emisor que ha sido intervenido se debe reclasificar en de la contabilidad de su propietario. De acuerdo con Supén, en el caso de las operadoras de pensiones deben pasar esos títulos al renglón de “instrumentos financieros restringidos”.
Además se deben calcular las pérdidas esperadas conforme lo señalan las reglas de la superintendencia.
Se trata de valores restringidos mientras termina el proceso (de 30 días) de intervención y se obtiene más claridad sobre el futuro de Desyfin.
La operadora comunicó que hasta que exista más claridad sobre el futuro que tendrá la financiera se podrá calcular el efecto definitivo sobre los rendimientos de los fondos.
Datos en la página de Internet de Sugef también revelaron que otros fondos de pensiones tienen instrumentos emitidos por Desyfin, entre los que están el fondo de pensiones de trabajadores del ICE, del Poder Judicial y de los vendedores de lotería.
Colaboró el periodista Luis Cardoce.