El banco estadounidense First Republic, bajo fuerte presión en marzo tras las quiebras de varias entidades del sector, caía más de 20% este lunes 24 de abril en las operaciones electrónicas posteriores al cierre de Wall Street.
Tras publicar sus resultados trimestrales, que dan cuenta de una pérdida de 41% de sus depósitos entre fines de 2022 y finales de marzo, las acciones de este banco, que habían cerrado en fuerte alza, caían duramente.
La firma anunció que establecerá medidas de ahorro, entre ellas una reducción de 20%-25% de su plantilla de trabajadores en el segundo trimestre.
LEA MÁS: Banco Central lleva sus reservas hasta los $11.000 millones con significativas compras de dólares
El banco ya había sufrido un fuerte golpe en Wall Street a mediados de marzo tras la liquidación de otra entidad bancaria, Silvergate, una quiebra seguida de las de Silicon Valley Bank (SVB) y Signature Bank.
Para evitar una contagio del pánico, once grandes bancos depositaron en total $30.000 millones en las cuentas de First Republic.
A pesar de las medidas de las autoridades y de los competidores para calmar la crisis, muchos clientes eligieron colocar su dinero en bancos más importantes considerados demasiado grandes para que el Estado federal las dejen quebrar.
Considerando el dinero depositado por los otros bancos, los depósitos cayeron $72.000 millones en el primer trimestre, 41% del total, para situarse en $104.000 millones a fines de marzo. Si no se considerara el aporte de los grandes bancos, la reducción fue de $102.000 millones.
LEA MÁS: Caso SVB: qué es una corrida bancaria, cómo se contagia y cuáles medidas toma Costa Rica
Desde inicios de mes los depósitos se mantienen estables en $102.700 millones al 21 de abril, principalmente debido al pago de impuestos a través del banco realizado por sus clientes.
First Republic mantuvo a 97% de los clientes que tenía a inicios de enero, aseguró en una conferencia telefónica su director general, Mike Roffler.
Ahora la firma busca aumentar depósitos, reducir el otorgamiento de créditos y bajar gastos, explicó.
Además de los despidos, habrá una reducción de la remuneración de los ejecutivos y un recorte del número de sucursales.
La facturación del banco cayó 13% con respecto al primer trimestre de 2021, para ubicarse en $1.200 millones, y sus ganancias bajaron 33% a $269 millones.