Los activos administrados por los fondos de inversión de crecimiento presentan, por segundo año consecutivo, un crecimiento a tres dígitos, al alcanzar una variación interanual del 120% a diciembre del 2021 (pasa de administrar alrededor ¢80.000 millones en el 2020 a ¢177.000 millones en el 2021).
Los fondos de crecimiento capitalizan los rendimientos y, en consecuencia, no entregan beneficios periódicamente. Así, estos fondos atrajeron inversionistas que buscaban rentabilidades más competitivas en un contexto en que las tasas de interés se encontraban en niveles históricamente bajos, principalmente en colones.
Luis Diego Jara, gerente general de Popular Fondos de Inversión, explicó que este aumento capitaliza el cambio normativo en la contabilización de los activos de acuerdo al modelo de negocio, por la aplicación de la NIIF9 y, en segundo lugar, las condiciones de tasas de interés todavía altas a finales de 2020.
Asimismo, la pandemia y la inclinación de los costarricenses a un mayor ahorro —y un menor consumo—, también generaron números positivos para este tipo de fondos hace dos años, cuando tuvieron un crecimiento de sus activos a nivel de industria de un 154% de diciembre del 2019 al mismo mes del 2020.
Esta tendencia se evidenció en los fondos del grupo financiero Acobo, por ejemplo, donde experimentaron un aumento de los fondos Futuro (crecimiento) de 142% en colones y 72,6% en dólares, según señaló Jorge Corrales, gestor de portafolios de Acobo-Vista (sociedad administradora de fondos de inversión). Incluso, el grupo también experimentó un crecimiento en la cantidad de inversionistas de 264% en el fondo futuro en colones y de 192% en el fondo futuro en dólares.
No obstante, hace dos años la situación era distinta, pues para diciembre del 2019 los fondos de crecimiento presentaron una disminución interanual de 16% en sus activos. Los datos señalan que la incertidumbre y las tendencias de inversión acarreadas por la pandemia beneficiaron a este tipo de fondos.
Mercado de dinero
Por otro lado, los activos administrados por los fondos de mercado de dinero nacionales crecieron a doble dígito durante el 2021. Al cierre del año anterior estos fondos administraron alrededor de ¢2,1 billones en comparación con ¢1,8 billones en el 2020, para un crecimiento del 14,7%. Si bien administran más dinero que los de crecimiento, su variación relativa ha sido menor.
Este tipo de fondo es líquido o de corto plazo, una característica que también buscan los inversionistas en épocas de incertidumbre económica. Yerelin Vega, gestora de fondos de inversión del grupo financiero Prival, explicó que comparativamente con otras alternativas de liquidez que hay en el mercado, como cuentas corrientes o de ahorro, en un fondo de inversión se puede invertir en activos de más plazo y con ello se le ofrece al inversionista una mayor rentabilidad.
Asimismo, Armando Maroto, gerente general de INS SAFI, recalcó que los fondos de mercado de dinero también fueron un producto de inversión que se utilizó como un refugio en los momentos más especulativos de la pandemia.
“Al tratarse de una situación de salud pública que repercutió en el ámbito económico, no se tenía certeza alguna de como reaccionarían los mercados, por lo que los agentes económicos se trasladaron y concentraron en este tipo de instrumentos”, explicó Maroto.
Si bien los activos de este tipo de fondos continúan el aumento, la variación de diciembre del 2021 al año anterior fue menor en 17,2 puntos porcentuales (p.p) a la que se registro en el mismo mes si se compara el 2020 con el 2019.
Más inversionistas
Los activos no fueron los únicos resultados positivos para los fondos. En diciembre del año anterior, la superintendente general de valores, María Lucía Fernández, expuso que a noviembre del 2021 los fondos de inversión (el sector en su totalidad) vieron un aumento de un 23,4% en la cantidad de inversionistas. La cifra pasó de 129.881 en noviembre del 2020 a 160.363 al mismo mes de este año.
“(Hay inversionistas) en busca de una mejora de la rentabilidad de sus inversiones (...), otra condición que también vemos es que el efecto de las bajas tasas de interés también han hecho que en general los inversionistas estén buscando nuevas alternativas de inversión” , comentó Fernández en diciembre pasado.
En el caso de los fondos de mercado de dinero, hubo un aumento de 25,264 nuevas cuentas abiertas; mientras que en los de crecimiento se registran 5,917 cuentas más del 2020 al 2021.
Sobre los sectores de inversión, Mariela Alvarado, directora de depósitos e inversiones de Scotiabank, aseguró que los cambios desde el inicio de la pandemia y el presente no han sido abruptos. Desde el inicio del período, el consumo no cíclico ya predominaba en los fondos accionarios y ese es el sector que mejor funciona en tiempos de crisis, por lo que su primer lugar se mantiene.
En cuanto a los sectores financiero y tecnología, mantienen su posición en el ranking aunque con mayor exposición, pues los servicios financieros no dejaron de operar en el período de crisis y la alta tecnología, por su lado, se vio incentivada por el mayor empleo de canales digitales y se volvieron más familiares durante el período de confinamiento de muchas poblaciones.
Asimismo, la gestora de fondos financieros del grupo financiero Mercado de Valores, Karla Crawford, explicó que en el mercado local se acentuó la inversión en sector gobierno por una menor oferta de instrumentos de otros sectores, principalmente por el exceso de liquidez y el aplazamiento de inversiones por parte del sector privado, lo que disminuye su demanda de financiamiento.
Con esto, la importancia de la diversificación de los portafolios de los inversionistas y de las carteras de los fondos de inversión se hizo más evidente para los clientes de la industria. “Se observa una tendencia en donde cada vez más se invierte en instrumentos de mercados financieros internacionales”, mencionó Crawford.